martes, 8 de mayo de 2018

Un poema que hable de Evaristo Carriego
o
De un gato que está a punto de romper algo
o
De algo que ya se rompió;
De la grasa acumulada en
Los cerámicos
o
De mi incapacidad para el amor.

De todas estas cosas
Podría hablar el poema
Pero no sería un poema de amor
Tampoco de celos
Ni siquiera político
Sería un poema estéril
Arrojado a la llanura árida del lenguaje
Incapaz de comunicar algo
Algún pensamiento
o
Reflexión.

Pero
Siempre algo me salva
A último momento:
Una polilla irrumpe
Justo en el momento
En que en el libro
Hay un poema sobre una polilla.

¿Cuántos sucesos distintos en
El universo hacen
Que dos planos
Se superpongan?
¿La polilla literaria
Es la polilla en el velador?
¿La polilla en el velador
Es parte de otro poema,
De otro libro?
En ese caso, yo estoy
Siendo leído por otro
En este momento.

Mi amiga me regaló un libro
Encontró ese libro
Que hace años buscaba.
O
No quería encontrar 
O
Quería que ella lo encontrara
O
El libro nos encontró a los dos.

¿Casualidad?
¿Causalidad?
¿Acausalidad?
(Ella ama cuando soy profundo).

Lo cierto es que el universo
Está queriendo justificar
Algo con estos vínculos.
Podría citar mil ejemplos más
De la sincronicidad de Jung,
Pero eso ahora resultaría baladí.

Si mañana logro despertar en
Este mismo cuerpo
Estaré a un paso más
De concretar ese vínculo
Profundo que el universo
Necesita justificar.

¿Acaso eso no es sincronicidad?










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