jueves, 10 de agosto de 2017

Si supieran

En la oficina me entregaron

Mi registro nuevo

Una oficina que arde en

Llamas y misterios

Con empleados en

Llamas y misterios

Que escriben su poesía diaria

En formularios y mails apócrifos.

Si ellos supieran lo grandes que

Son como poetas; si supieran de toda

La poesía que hay dentro de ellos

Y a su alrededor

No serían empelados estatales

No trabajarían 8 horas diarias.



Sentí el calor abrazador de la

Empleada al entregarme

Mi registro

Salí corriendo, huyendo del misterio

De las llamas

Y especialmente del Poema

Me alejé lo más que pude.

Es que no quiero volverme loco.


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