Una ángel que camina por
Los arrabales y los reyes
Que derrocamos, "¡Qué bellos
Eran esos días", decís con el
Martini en tu mano, una mano
Que desborda de pintura para uñas
Y la otra lleva el recuerdo de tu
Encierro en el Borda,
Tus muñecas cortadas
Porque no soportabas el
Haloperidol y las violaciones
De los enfermeros. Pero yo trato
De no hacerte recordar esos
Días, trato de tapar tus marcas
No solo de tus muñecas
Sino también de tu corazón
De tu espíritu.
De tus recuerdos.
Así que dejo que divagues
Que juegues con tu desbordante
Fantasía que tanto molesta a los
Psiquiatras; y la palabra te pone
Irascible y te digo que no hay ningún
Psiquiatra: yo te voy a cuidar
No vas a vivir más en el Borda, solo
Quiero que camines por los arrabales
Y que me digas todo lo que pensás
Como por ejemplo que:
"La realidad corta y pega
El lenguaje corta y pega
La democracia corta y pega
El fascismo corta y pega
Los enfermeros me quisieron
Cortar y pegar y no pudieron"; lo
Decís con una sonrisa en tu boca
Lo decís con la copa de Martini ya
Vacía que ahora busca el ejemplar de
Ámbito financiero porque querés
Invertir la herencia de tu tío Patoncho;
"¿Querés que te compré una moto o droga,
Negro falopero?", y falopero lo acentúas bien
Para que se entere todo San Telmo
Y el Docke; pero a mí ya no me importa
Disfruto verte soñar con aires de señora
Elegante
De alta alcurnia
Aunque camines descalza
Y no lleves ningún diario en la mano
Solo una servilleta de papel;
Pero quedate tranquila, te digo al oído
Mientras tomo tu mano:
"Nunca más vas a volver al Borda".
Seguimos caminando los dos,
Tomados de la mano
De la mano
Y descalzos.
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