El vidrio,
El riachuelo abajo,
Los bolsillos llenos de monedas
La Boca, El Docke,
Siempre los mismo barrios
Las mismas calles.
La ciudad envejece
Mi cuerpo envejece
Cada vez tengo menos neuromas
Y los tranzas más dinero.
Mi abuela me dio una paliza
La primera vez que crucé la calle solo.
En segundo año me dieron 14
Amonestaciones por darle
Una paliza a un compañero.
Luego vinieron las sentencias
Y juicios abreviados
Y los psiquiatras con sus
Ostias que aliviarían mi conciencia.
La reclusión no funcionó:
Me dieron a elegir
La cicuta o el ostracismo:
Elegí las dos; pero mi dolor
Era tan grande que soporté
Todas las cicutas que me
Presentaron para acabar con mi vida;
El ostracismo no me afecto para nada.
Ahora soy el loco, el bufón
El villano de una corte
Que el rey necesita
Para sentirse humano.
Recorro las calles y los semáforos
Y cuando el rey me necesita
Acudo en su ayuda.
Ahora vuelvo a mi cama sucia
A la vela que alumbra mi sándwich
De mortadela;
A fumar un poco de cicuta
Para aplacar mi dolor
Y poder dormir en paz.
Desde mi cama veo
El cielo estrellado.
Mientras me duermo
Recuerdo esa primera paliza.
"Sos hijo del rigor", decía mi madre.
Mi madre siempre tuvo razón.
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