martes, 4 de febrero de 2020

Ideoritmos

Barthes mira por la ventana

Y ve a una madre arrastrando a su hijo

Para que camine al ritmo de ella.



Los ideoritmos son privativos

De cada uno; no se pueden imponer

Habrá pensado en alguna

Habitación parisina.



A Karen le gusta esa analogía

Para pensar la poesía, su ritmo,

Su cadencia, la experiencia del

Poeta como proceso colectivo

Que al escribir y recitar

Le imprime al lenguaje su ideoritmo.



Mi abuela me imprimió su ideoritmo

A golpes de cable trenzado

Para que vaya al jardín:

Lo hizo la escuela

Y la justicia también

Asi como los psiquiatras:

"¡Los ideoritmos

No se imponen a la fuerza

Madres

Jueces

Educadores

Psiquiatras!". Sin embargo

A veces camino sintiendo

El cable trenzado pellizcar mis piernas

El ritmo violento de las instituciones

Educativas

Los grilletes en mis manos

Y mis pies

El efecto de la risperidona y del clonazepam .



La cruzo a Cecilia por el centro

Llevando a su hija al jardín.

No la lleva a la rastra

Ni con un cable trenzado,

Es tan diferente a lo que hicieron

Conmigo: con razón aprendí todo al revés.



Barthes sigue mirando

Desde su ventana

Sigue observando mi ideoritmo.



Te juro Rolo

Que nunca voy a arrastrar a un poema

Ni pegarle con cable trenzado

Ni engrilletarlo o empastillarlo

Perdoname si algún día lo llego a hacer:

Es que todos quisieron imponerme

Sus ideoritmos a la fuerza

Por eso aprendí todo al revés.
















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