De día
Las palabras desaparecen.
Al atardecer
Vienen llegando
Arriba de hormigas
Que llegan hasta la puerta de mi casa.
Pasada la medianoche
Sé cómo me llamo
Dónde vivo
Y como tengo que hacer
Para escribir un soneto.
“Pero a los ciegos no les gustan los sordos Y un corazón no se endurece porque sí” La hija del fletero, Patricio Rey La ...
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