Vuelven los colectivos al barrio
Llenos de esperanzas y promesas,
Pero un estómago
No se llena con promesas.
En el almacén no hay crédito
Ya fueron suficientes promesas.
Recuerdo que mis pelotas
De malabares están rellenas con polenta.
Y con sumo cuidado saco el grano
Y los pongo a hervir en la olla.
La polenta sabe bien, seca, con aceite
Y granos de tierra.
Un verdadero manjar para un estómago
Que no espera nada de las promesas
Que se difunden en la plaza.
El día vuelve a empezar
Salgo para la avenida
A buscar un tren.
Un abuelo va para el comedor
Con su tapper. La única comida
Que va a recibir en el día; el resto es
Mate y mate, radio y ver lo
Poco de vida que le queda
En este barrio al que está condenado.
El abuelo llega con su tapper,
Los chicos salen del comedor
Con una fruta.
En el camino El Chino me dice
Que están buscando gente
Para la próxima marcha:"Hay 200 mangos",
Es el gancho al que nadie se resiste.
Lo dejo con su promesa
Yo también voy a buscar mis promesas
Mis esperanzas, en esas monedas
Que me da el semáforo.
Un estómago no se llena con promesas
Me digo,
Mientras lo saludo al abuelo Franco
Que vuelve del comedor con su tupper.
jueves, 14 de febrero de 2019
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