martes, 5 de diciembre de 2017

Diamantes

Y más diamantes

Se derriten en un balde de plomo.

Me acerco y dejo

Que el vapor de los

Diamantes

Traspire mi cara.



Lejos se oye el rumor

De una ciudad:

Una ciudad que

Duerme en su decadencia.

Algunas horas separan nomás

A mis diamantes

Y a mis baldes de plomo

De esa decadente

Y apática ciudad



Luego que derrita mi

Último balde de diamantes,

Escribiré esa carta

Postergada; esa carta que hace

Años debí escribir

La carta que me absuelve

La que me redime

De esta tortuosa

Y sofocante tarea,

La de derretir diamantes

Y más diamantes

Que se derriten

En un balde de plomo.










No hay comentarios.:

Amor de nadie

“Pero a los ciegos no les gustan los sordos Y un corazón no se endurece porque sí” La hija del fletero, Patricio Rey         La ...