domingo, 28 de octubre de 2018

     En el living un nene y una nena juegan y de a ratos miran la televisión. En el comedor la madre prepara bolsas de cocaína de 30 pesos. Con una cuchara de té saca la gildada de una bolsa de un kilo que, seguramente, ya está cortada con veneno para ratas. La mina en todo momento mira la bolsa, las bolsitas y la plata que el Polo le deja sobre la mesa. El Polo es un hampón nato. Sabe como tratar con los tranzas. Le hace una seña a la mina para tomarse un saque desde la bolsa de un kilo. La mina asiente con la cabeza, no dice nada. El Polo carga media moneda y me la pasa. Tomo y le paso la moneda y repite la operación para él, pero se sirve mucho más. Aparte de las 3 bolsas que compramos ya estamos con un saque de ventaja cada uno.

    La historia de esta mina no es diferente a la de muchas. Es más que seguro que el marido está en cana por choreo o por tranzar. La mina se tiene que hacer cargo de los chicos y del gil vendiendo merca. Minas como estas son las que pasan la merca y el faso dentro de su concha para que el marido mantenga su status y adicción dentro del penal.

   Ya con el sistema nervioso equilibrado saludamos y salimos. Los chicos siguen en el living jugando. Afuera los dos mulos están re duros. Duros y enfierrados. Antes de irnos el Polo hace unos comentarios a los mulos. Uno no dice nada, el otro se presta para la charla. Es medio tartamudo y tiene la mitad de la cara paralizada por efecto de algún ataque de presión por tomar merca en exceso. Cuando nos estamos yendo llega más gente a comprar. Antes de tomar el bondi de vuelta para La bristol compramos una caja de vino. Volvemos duros y escabiando arriba del bondi mientras los chicos siguen jugando en el living.
















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