Una chapa sobre el contrapiso
Para que las brasas del carbón
No la reviente;
Mi tío aviva el fuego
Con una cubierta
De un disco de vinilo
De los Wawancó.
Es mediados de los 80’s
Alfonsín y el Plan Austral.
Todos los domingos
Se comía asado
En la casa de mi abuela,
No recuerdo un domingo
En que haya faltado.
Una casa de laburantes
De triunfadores
Que nacieron a la vera
Del Río Pilcomayo
En la extrema miseria
Y ahora cada uno
Se ha ganado su lugar
En la calles salvajes de Buenos Aires.
No sé bien a qué se
Ha debido.
No recuerdo fotos de Perón
O Evita;
Alfonsín o los militares
O un loro que cante
La marcha peronista
En la casa de mi abuela.
Recuerdo la palabra: razzia, sida, droga
Recuerdo que cada uno de mis
Tíos tenía un fierro:
22, 38, ithakas
Recuerdo unos cuantos tiroteos.
Mi vida en la calle fue
Parecida a mi infancia
Y a la infancia de mis tíos.
A pesar de vivir en la
Extrema miseria
No faltaba el asado
El vino y la falopa.
No recuerdo fotos de Kirchner, Duhalde
O un loro que cante M.M.L.P.Q.T.P;
Recuerdo, eso sí,
Unos cuantos tiroteos.
Hace unos días hice una changa
Compré una tira de asado
Chorizo y morcilla
Para comer con mi viejito.
El trámite fue rápido
A la parrigas.
Mientras se cocinaba
Recordaba a mi tío avivando
Las brasas con el disco
De los Wawancó.
Afuera se escucha
Desde el otro barrio
Unas cuantas balas de un tiroteo.
Parece que nada cambia.
A pesar de los cambios de gobierno
El sonido de los tiroteos
Siempre es el mismo.
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