jueves, 15 de septiembre de 2016

Comedia

Lluvia de canto rodado naranja.
Lluvia de estrellas fugaces.
Almas en pena destilando penas.
Claroscuro de imágenes que se repiten hasta el hartazgo. Signos de decadencia que no llevan a ninguna parte. Rastros de civilizaciones perdidas; perdidas por la memoria, perdidas por el tiempo, perdidas por un espacio que se resiste a dejar de lado todo aquello para lo que fue dispuesto. 
Y sin embargo todo permanece estático: como los monumentos de piedra que congelan el tiempo brindándole eternidad a las formas, a los gestos, a las miradas, a los nombres de hombres que pretenden trascender en el tiempo. Todo es un intento por inmortalizar (eternizar), por detener o engañar o vencer el tiempo. Mientras tanto me mantengo al margen del espectáculo; me siento a disfrutar por todo aquello que fue pretérito o indicativo o subjuntivo.
La comedia sigue su curso y no lo detendré; ni siquiera en sueños.

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