domingo, 24 de septiembre de 2017

Cuando me cansé
Y dispuse mi espada
Sobre la mesa
Esperé sentado y
En serenidad por el juicio.
Si obré bien o mal
Lo dictarán los jueces
A mi verdugo le sonreiré
Él no tiene la culpa
Yo tampoco, solo responsabilidad
De una vida de servicio
En los campos de batalla
En las campiñas
Alrededor del fuego y del vino
Alrededor de los hombres
Que sangran y mueren cada día
En la aventura de la vida
Entonces ¿Por qué arrepentirse?
Si al mirar atrás el pasado no me pesa

Mi memorias me redimen
Y mi inteligencia hace que no
Necesite de abogados.
Así que estoy sentando
Esperando
Mi espada también espera a mi lado
Pero pienso: si cuando llegue el momento
Podré ceder en mi defensa
¿Mi espada se rendirá así como así?
Le sonrió y un brillo de su hoja
Cómplice me devuelve la sonrisa.
Creo que los jueces y el verdugo
Seguirán esperando.




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