martes, 13 de noviembre de 2018

Camino por las calles

Con una bolsa de consorcio

Negra.



Una frazada y un libro

De Khalil Gibran

Son mis únicas pertenencias

Terrenales.



El deseo de huir de casa

Desde los 12 años

Me ha traído hasta aquí.



Camino camino camino

Y cuando puedo como

Los restos que me tocan;

Y a veces no me toca nada:

Solo frío y soledad

En una ciudad más fría y solitaria

Que yo.



En la noche preparo

Mi cama nómade

Sobre un banco de cemento.

Los 25 años me sorprenden

En la intemperie.



Con los zapatos de un filósofo

Que conocí en el Riachuelo

Me hago una almohada.

Un poeta de Puerto Madero

Me da una imagen para un sueño.



Un poema que escribiré muchos

Años después, sueño

En esa banca de cemento.



Se presenta en la noche onírica

Y se despliega por las vastas

Regiones de mi Ser.



La noche es eterna

El sueño es eterno

No se puede calcular

El tiempo en la eternidad.



Cuando despierto

Mi almohada no está

Alguien robó los zapatos

Del filósofo.



Camino descalzo y con mi

Bolsa negra

Mi frazada

Y mi libro

Y con la certeza, del deseo

De poder escribir esos poemas

Algún día.



El deseo:

El mismo deseo

Que me trajo hasta aquí;

El mismo deseo

Que me sacará de aquí

El mismo deseo que escribe estos

Versos

Y que algún día pienso escribir.



Este deseo empezó a los 12 años

Ahora tengo 25.



¿Cuándo podré escribir esto?

Me digo, mientras camino

Descalzo por la 9 de julio.



"Algún día llegará ese día"

Escucho mientras me pruebo

Un par de zapatos encontrados

En la basura. Algún día, pienso

Probándome los zapatos.



Me quedan a la perfección

Y sigo caminando

Caminando

Caminando.














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