El nuevo día en el Bajo Flores.
¿Me dejará la Muerte
Sobrevivir?
¿Me dejará que escriba
Las memorias de estas calles
Agrestes?
El Kornesta muere de sobredosis
Sobre el asfalto del Bajo;
Camina en el limbo y nunca
Se enterará que ha muerto.
Así como "la sonrisa de Gardel
Ilumina la ciudad", la sonrisa del
Korneta ilumina el Bajo Flores.
La brigada corre a unos pintas
Que vuelven de comprar,
Los pirañas vuelven de
La avenida Cobos con el botín
Para fumar base.
Los peruanos cuentan billetes
Y billetes
Y los cartoneros salen de la villa
A juntar los restos que les ha dejado
La ciudad clasemedia-burguesa.
Le pido a la Muerte que me absuelva
Tengo tanto para escribir.
En un volquete
Una mula yace muerta
Con el estómago abierto.
Una chica
Con la piel pegada a los huesos
Recuerda a esas
Postales de Auswitch:
Un genocidio lento y sistemático
A la vista de todos.
Yo también camino en el limbo
Entre feriantes y remiseros
Albañiles y panaderos
Talleres clandestinos
Y madres solteras.
Los poemas que escribí en Cartago
Ahora se los dedico a este barrio.
Ya es de tarde y la lluvia
Repiquetea fresca y cortante.
La Muerte me absuelve
Y el oficio de poeta me brinda.
Puede que yo también haya muerto
Como el Korneta. En ese caso firmará
Mis poemas el Reybufón.
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