martes, 27 de julio de 2021
Serotonina
Serotonina
jueves, 22 de julio de 2021
El Estado paga el viaje
Hasta el triángulo de Bernal.
El traslado se hace por la avenida Mitre.
La luz verde del semáforo
Hace detener al patrullero
Y al auto de un asalariado.
El asalariado mira a los negritos
Que van esposados en la parte de atrás.
El movimiento de sus labios dice:
Estos negros de mierda.
El infierno es la mirada del otro
Y las horas de calabozo
Y el médico forense
Y los antecedentes
Y recuperar la libertad
Y ponerse los cordones
En la vereda de la taquería
Y la gente que pasa
Y el movimiento de sus pensamientos dice:
Estos negros de mierda.
El Estado paga el viaje
Hasta el triángulo de Bernal.
El traslado se hace por la avenida Mitre.
La luz verde del semáforo
Hace detener al patrullero
Y al auto de un asalariado.
El asalariado mira a los negritos
Que van esposados en la parte de atrás.
El movimiento de sus labios dice:
Estos negros de mierda.
El infierno es la mirada del otro
Y las horas de calabozo
Y el médico forense
Y los antecedentes
Y recuperar la libertad
Y ponerse los cordones
En la vereda de la taquería
Y la gente que pasa
Y el movimiento de sus pensamientos dice:
Estos negros de mierda.
lunes, 19 de julio de 2021
Cada vez que pienso en poesía
Cada vez que pienso en poesía
Para qué sirve el Estado
Leña, miel, huevos, aceite
Para qué sirve el Estado
Leña, miel, huevos, aceite
El canto de las balas
Calor de verano
Y temperatura en aumento
Levantan el olor a aguas servidas
Del arroyito.
La tierra reseca, resquebrajada
El silencio de la siesta
Que también se desgarra
Por el canto de un ruiseñor.
Ese canto que se escuchó
Por primera vez
En los campos de Israel
Por Ruth, la moabita
Y que escuchó Ovidio
Shakespeare, Keats
Y Atahualpa en un partido de truco
En el campo
Mientras uno de los gauchos
Perdía la mano.
El canto atraviesa todo el terraplén
Mientras la sangre
Sale del pecho
Y tiñe de rojo el escudo de Banfield.
El rastrero corre con las zapatillas.
La bala que atravesó corazón y pulmón
También comienza a viajar por el tiempo
Así como el canto del ruiseñor
Así como la sangre roja
Que se mezcla con el verde
De la camiseta
Así como la ausencia del Estado
Por estos barrios
Así como el pinta de Banfield
Que antes de expirar
Encuentra su religión
Y el rastrero la pierde
Y nosotros desde la otra esquina
Que pasamos los días
Y las noches perdiendo la religión
Escuchando el canto del ruiseñor
Escuchando el canto de las balas.
El canto de las balas
Calor de verano
Y temperatura en aumento
Levantan el olor a aguas servidas
Del arroyito.
La tierra reseca, resquebrajada
El silencio de la siesta
Que también se desgarra
Por el canto de un ruiseñor.
Ese canto que se escuchó
Por primera vez
En los campos de Israel
Por Ruth, la moabita
Y que escuchó Ovidio
Shakespeare, Keats
Y Atahualpa en un partido de truco
En el campo
Mientras uno de los gauchos
Perdía la mano.
El canto atraviesa todo el terraplén
Mientras la sangre
Sale del pecho
Y tiñe de rojo el escudo de Banfield.
El rastrero corre con las zapatillas.
La bala que atravesó corazón y pulmón
También comienza a viajar por el tiempo
Así como el canto del ruiseñor
Así como la sangre roja
Que se mezcla con el verde
De la camiseta
Así como la ausencia del Estado
Por estos barrios
Así como el pinta de Banfield
Que antes de expirar
Encuentra su religión
Y el rastrero la pierde
Y nosotros desde la otra esquina
Que pasamos los días
Y las noches perdiendo la religión
Escuchando el canto del ruiseñor
Escuchando el canto de las balas.
Natalie Imbruglia
Natalie Imbruglia
Comprendo
El reparto del pan
Me lleva hacia la Villa Aeropuerto.
La voz de los baquianos tobas y guaraníes
Que me habitan
Me llevan por la huella que va
Del barrio Viajantes del Sur
A mi destino.
A mitad de camino
Un jinete con su caballo
Viene a mi encuentro.
Mientras la luz diáfana de la mañana
Nos ilumina a los dos
Una especulación Borgeana
Me llena de estupor el cerebro
Sobre estas huellas que transitaron
Puelches, vorogas, mapuches
Y las Conquistas del desierto.
Comprendo que soy parte de algo
Que ya debería saber
Comprendo que soy algo
Que todavía sigo buscando.
Comprendo
El reparto del pan
Me lleva hacia la Villa Aeropuerto.
La voz de los baquianos tobas y guaraníes
Que me habitan
Me llevan por la huella que va
Del barrio Viajantes del Sur
A mi destino.
A mitad de camino
Un jinete con su caballo
Viene a mi encuentro.
Mientras la luz diáfana de la mañana
Nos ilumina a los dos
Una especulación Borgeana
Me llena de estupor el cerebro
Sobre estas huellas que transitaron
Puelches, vorogas, mapuches
Y las Conquistas del desierto.
Comprendo que soy parte de algo
Que ya debería saber
Comprendo que soy algo
Que todavía sigo buscando.
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