Escucho al afilador llegar
Con su silbido de armónica de juguete
Con su bicicleta adaptada
Con caballete
Y la correa que hace girar
La piedra de afilar mientras pedalea.
Lo escucho
Desde que tengo uso de razón
Allá en Quilmes por la 895
La Paz, La Matera.
Creo haberlo escuchado en Río Gallegos
El Calafate, Trelew, Bariloche.
En La Rana, La Korea, La Sapito
O La Tranquila
Sabíamos que ya era de día
Cuando escuchábamos
Su melancólica armonía.
Hoy escucho su silbido.
Nunca me animé a conocerlo
No sé si es taoísta o budista
Peronista o gorila.
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