lunes, 20 de marzo de 2017

Anatomía de la melancolía

Uno se da cuenta de que

No se puede andar mucho por las ramas

Aunque las reflexiones valgan la pena

Y la pena valga fatigar

Hojas llenas de reflexiones.



Quizás no valga la pena reflexionar;

(Ahora es imposible dejar de reflexionar);

El lenguaje autárquico

Vive por sí mismo y

Para sí mismo.



Siempre comienzo igual

Sin saber qué escribir

Y para qué



Solo sé; que anida (el lenguaje)

En este cuerpo melancólico

Y yo habito en él (en el cuerpo y en el lenguaje)



¿Quién llegó al mundo primero?

No lo sé ( si yo o el lenguaje, o siempre estuvimos juntos)

, y es certeza

Que yo ya estaba pre(meditando) estos versos en el

Vientre de mi madre.



Entonces:

Debemos ser hermanos gemelos (el lenguaje y yo)

El reflejo del uno sobre el otro

¿Qué haría yo sin el lenguaje?

¿Qué haría él sin mí?



En mi caso (sé) que la melancolía me aniquilaría

Con sus espurias emanaciones

De obscura apariencia

De bilis negra recorriendo,

Fagocitando cada parte de mi ser.



Sin embargo fluye (la melancolía)

A través de este cuerpo y

A través de esta lapicera y



A través de esta tinta negra;

Y ya no es melancolía

Ahora es los versos de este poema.





Tras pasar la noche en el cementerio de Oxford junto al sepulcro de Robert Burton, el Poeta despertó y escribió el manuscrito de este poema. El original, escrito en ingles,abundaba en latinismos. El análisis de los expertos arrojó que el papel del manuscrito tendría unos 500 años de añejamiento 















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