Veo mi rostro reflejarse
En un vidrio sucio y transpirado.
Me pregunto qué es lo que sostiene
Al reflejo, al vidrio, la ventana
Mi respiración agitada.
Qué hace que mi piel no se desgarre
Y mis huesos se escapen.
Qué hace que el vidrio no explote
El mundo no explote
Las estrellas no exploten.
Mi rostro sigue mirándome
En la profunda medianoche.
Si no es el lenguaje lo que hace
Que la Realidad no se desintegre
Debe ser algún Dios
Sin nombre ni forma
Que sostiene y agrupa
A este simulacro de Lo Real.
Afuera, truenos rugen sin disimulo.
La tormenta amenaza con llevarse todo.
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