Mi abuelo me espera con los brazos abiertos
Sonríe, me llama
¡Ese es mi nieto, carajo!
Dice con la voz copeteada.
Mi abuelo me llama
Desde las góndolas del supermercado
Me llama desde cada botella.
Mi sangre hierve mientras camino
Y escucho su voz.
Las botellas explotan
Y no es conveniente
Que el alcohol
Se junte con el fuego que recorre mi sangre.
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