Como las ramas del sauce
Que hace un año fueron cortadas
Y hoy amenazan, cayendo
Sobre la medianera;
Con las urracas y los loros
Que todo el tiempo gastan el cielo
Y de vez en cuando, las nubes
Llevando y trayendo cantos de lluvia
De muerte, de resurrección.
Así se gastan mis días
Junto a mis desgastados recursos mentales
Junto a mi osamenta cansina
Que no deja que nada se le escape
Y se abarrota de memorias
Pensamientos, intentos de escritura
Alimentando la llama del corazón
Del bonzo que me habita.
Entonces
La tarde se incinera
El barrio se incinera
Junto a los vecinos.
Comienzo a incinerarme a las 7
En la mañana seré cenizas
Y mi corazón permanecerá intacto.
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