Sábado de otoño y gris
10:42 y la mañana es quebrada con un:
¡Andate!
La rutina a veces es mensual
Otras bimestral
Pocas veces cada tres meses.
Entonces los dedos marcan el 911
Las patrullas llegan
2 gorrudos, 4 gorrudas
Un gorrudo golpea las manos
El otro no deja de mirar su celular.
El gorrudo habla con él
Las gorrudas con ella
Cargan a la bebé y a los chicos en la trulla
Para alejarlos del violento
El viaje es hasta la taquería.
En su declaración dice
Que cuando él la golpea se siente viva
Que todo este embrollo
La hace sentir viva
Que la hace acordar a su padre
Cuando le pegaba a la madre
Y se decía a sí misma
Que eso nunca le iba a pasar.
Afirma que amaba a su padre
Y daría cualquier cosa para tenerlo otra vez.
Agrega que cuando le dice andate
Le está diciendo que se quede
Que cuando le revolea cosas
Es que lo necesita
Que no podría vivir sin él. Por eso
Lo denuncia: para que no se vaya.
Y no le importa lo que los demás piensen, dice
No le importa llamar a la policía
Que los chicos sufran
Que los escuchen jadear
Después de cada reconciliación
No le importa que no se sepan amar
O hablar, porque lo están intentando.
Finalmente los gorrudos se van
Todo vuelve a la normalidad.
Todo
Hasta que una palabra mal dicha
Desata otra vez la amenaza.
Afuera también hay amenazas
La lluvia amenaza
Delicados ojos de lluvia
Amenazan con tirarse desde las nubes.
Entonces llega el momento
¡Qué belleza caer de esta manera!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario