domingo, 7 de agosto de 2016

El camino de la ética







 A la edad de 19 años el príncipe se
acercó  a su padre, el rey, y le habló de
esta manera:


_ Padre, debo dejar el reino por un tiempo, le he hecho una
promesa al bufón antes de morir. Prometí ir hasta su país  y llevar su traje de arlequín a su familia y
brindar un banquete en su honor. Desde que él ha dejado este mundo esta promesa
no me deja descansar por las noches.


  Su padre, el rey,
comprendió la magnitud de la angustia que aquejaba a su querido hijo. Trato de
buscar las palabras adecuadas y expresarlas con
amor. Miró a sus ojos y le habló de esta manera:


_Hijo mío, entiendo el conflicto que esta atormentando tu
corazón por las noches. Si ese es tu deseo y el propósito de tu misión, no hay
fuerza o riquezas que yo pueda interponer delante del camino que tú ya has
empezando a recorrer.


  Dicho esto, lo
bendijo con un beso en la frente y le deseo lo mejor antes de partir. Por un
tiempo el rey se sintió triste, pero sabía que esta misión era necesaria para
su hijo.


***


Sinestesia: figura retórica que consiste en atribuir una
sensación a un sentido distinto del que le correspondería en realidad.
Percepción distorsionada del tiempo y disolución del ego.


Política: Actividad del conjunto de ciudadanos que participa
en los asuntos de un  estado, una ciudad,
una autonomía, etc, con su voto, sus peticiones, sus protestas o de otra forma.


***


  
El día se hizo pesado en el campo.
Luego de descolar alrededor de 100 bolsas de cebollas, ahora resta cargarlas en
el camión. Así son los días en Hilario Ascasubi, trabajar todo el día por poca
plata, volver y calmar los dolores articulares con vino. Volvemos arriba de la
cebolla viendo el majestuoso espectáculo de la luna dorada e imponente
saliendo, pareciera, desde la misma tierra. Entre risas y humo de marihuana el
día se sienta a morir. Tengo 21 años y me siento invencible.


***


  
Antes de adentrarse en el bosque, el
joven príncipe miró por última vez hacia las diminutas formas que representaban
su reino. Respiró profundamente y no reparó en la opresión que su pecho sentía.
Ya estaba determinada la decisión de su tarea. Debía cumplir con su promesa.


***


"¿Qué
oyes, Walt Whitman?


Oigo el
canto del obrero y la canción de la aldeana,


Oigo a lo
lejos los gritos de los niños y de los animales en la aurora,


Oigo el
tumulto clamoroso de los australianos persiguiendo potros salvajes,


Oigo los
bailes y las castañuelas españolas al son del rabel y de la guitarra, bajo la
sombra de los castaños,


Oigo los
continuos rumores del Támesis."


Canto
del poeta, Walt Whitman


***


Arquitectura
poética


   El hombre ético lo percibe, lo
siente, lo traduce; el bello rumor que se encuentra debajo del asfalto, de las
frías líneas rectas, de la absurda simetría ciudadana. Lector ¿has encontrado
en la naturaleza un metro de línea recta o una forma perfectamente simétrica?
El hombre ético se pregunta esto y trata de descubrir las melódicas metáforas
de la ciudad. Observa lector las antiguas molduras de los edificios antiguos y
compararlas con las modernas y comprenderás lo que este cronista trata de
decirte. En algunas molduras antiguas están esas historias a la espera que el
hombre ético las descubra. Las molduras del hotel Muñiz, las barracas laneras
del barrio Noroeste, el Puente Negro, la municipalidad, los túneles que
conectan al Colegio María Auxiliadora con el Colegio Don Bosco, el cementerio
indio de la calle Moreno son algunos ejemplos que este cronista trae para que
puedas comprender lo que  es la ansiedad
del hombre ético por las melodías arquitectónicas .


***


   La presentación de
"La Argentinidad Al Palo" fue una locura. Después del recital en
Estudiantes, la siguiente parada fue la cantina del club Napostá. El exceso de
alcohol y Artanes era evidente. Pasé de una fiesta privada a la cocina de mi
casa mientras mi madre me regañaba  otra
vez. En otra secuencia me encuentro discutiendo con el juez del Tribunal de
Familia, luego estoy en la sala de desintoxicación del hospital Penna. Dormí
una semana de corrido. Ya no hace falta chaleco de fuerza y electroshock, la Carbamazepina
hace ese trabajo. Meses de sueños más lúcidos que la misma realidad,
deambulando por los pasillos a la espera de la siguiente dosis; aquí conocí los
valles de sangre transparente.


***


Malabarismo: ejercicio de equilibrio y habilidad que se hace
lanzando al aire y recogiendo diversos objetos o manteniéndolos en equilibrio
inestable. Solución inteligente y hábil a cuestiones de gran dificultad y
complicación.


Fig. Arte
de manejar conceptos para deslumbrar al oyente o al lector para vencer
dificultades y problemas.


***


"Una fuerza precisa arrastra a mi lenguaje hacia el mal
que puedo hacerme a mí mismo: el régimen motor de mi discurso es el piñón
libre: el lenguaje actúa como bola de nieve, sin ningún pensamiento táctico de
la realidad. Trato de hacerme daño, me expulso a mí mismo de mi paraíso,
afanándome en suscitar en mí las imágenes (de celos, de abandono, de humillación)
que pueden herirme; y la herida abierta, la mantengo, la alimento con otras
imágenes, hasta que otra herida viene a producir un efecto de diversión"


Fragmentos
de un discurso amoroso, Roland Barthes


***


Kafkiano:
dicho de una situación, absurda, angustiosa.


***


  
 En ese pueblo el príncipe fue encarcelado.
Nadie creyó en su historia, nadie creyó en su misión ¿Cómo un príncipe puede
abandonar su reino para ir hacia el país de los bufones? Alguien que se dice
príncipe y lleva consigo un traje de arlequín no puede ser más que un loco. Y
esa fue su condena, la de un loco.


***


 El color
de la música


   ¡Escuchad, escuchad lector! ¿Qué,
qué he de escuchar cronista?
El color de la música ¿Dónde hay que
escuchar, o ver ese espectáculo cronista?
Ahí, en vuestro alrededor se está
manifestando. No lo veo, o no lo escucho cronista. Aquieta tu mente y tu
corazón lector  y podrás sentirlo. El
hombre ético ya lo ha hecho y está fundido con estas voluptuosidades, armando y
desarmando a su antojo ¡Sí! Si, lo oigo cronista, que bello espectáculo, que
bellas canciones.
Lo ves lector, ahí hay canciones, ese edificio es una
escala, en el semáforo hay una triada de acordes, algunos son de quintas
justas, otros atonales, esa vereda de baldosas negras y blancas forman
compases, la otra un pentagrama. Eso es silencio cronista ¿Qué debemos hacer
con ello?
Traedlo aquí con vosotros, que es tan  importante y bello como todo lo demás para
poder disfrutar de todo aquello. ¿Y esas personas cronista? ¿Por qué están
así?
Dejadles, solo están desafinadas ¡Gracias! ¡Gracias cronista!


***


   Toda la prensa nacional se hizo presente en
la inauguración de Villa Bullrich. Ahí estábamos el Chaqueño y yo recibiendo
a  los periodistas al costado de la Avenida
del Libertador. Dos drogadictos y un rancho hecho de palos y alfombras: qué
fácil es llamar la atención en este país. Salgo al aire por la radio y Rolando
Hanglin me pregunta si quiero volver a Bahía Blanca. La respuesta es negativa,
ya que en la calle tengo todo lo que necesito. Aquí terminaban los excesos de
azúcar y las miles de horas de Family Game frente al televisor.


***


   Ética: disciplina filosófica que estudia el
bien y el mal y sus relaciones con la moral y el comportamiento humano.


***


  
Nam-myoho-renge-kyo


   La flor del loto es pura y fragante,
inmaculada a pesar del agua fangosa en la que crece. Del mismo modo, la belleza
y dignidad de nuestra humanidad se revelan 
en medio de los sufrimientos  de
la realidad diaria.


***


   Dos bufones viejos y uno joven lo
despidieron. Qué alegría, qué felicidad; había cumplido su misión y mucho más
que eso. Tantas cosas que lleva consigo atesoradas en su corazón a su reino, y
nadie podrá arrebatárselo. Ahora solamente desea encontrarse con sus  padres para compartir la fortuna de sus
viajes.


***


  
_ ¿Y porteño? ¿Estás cansado?


  
_Si, me duele todo.


  
_ Ves, esa energía la tenés que usar para trabajar así no volvés más acá.


   El consejo me lo da un tumbero  que purgaba una condena por matar a dos
abuelos durante un secuestro extorsivo. Tuve que combatir en el patio del
pabellón el día que me dieron la libertad en el penal de Batán. ADVERTENCIA
LECTOR: en el camino de la ética se deberá siempre (sin excepciones) separar el
mensaje del mensajero.


***


Pequeñas
anécdotas sobre las instituciones


   Quizás el lector este ansioso porque se le
acerque una definición sobre ética. Con el cronista pensamos que podríamos dar
un millón de definiciones, pero todas serian falsas. En cambio elegimos una
forma para explicar qué es para nosotros la ética. Para pensar la ética hay que
pensar en un monociclo. Piense usted lector si quisiera aprender a andar en
monociclo. Piense si antes de empezar a andar tuviera que leer infinidad de
manuales, asistir a congresos y conferencias sobre monociclo, mirar videos
sobre cómo andar, estudiar las leyes físicas para aprender sobre equilibrio,
estudiar sobre las causas primeras del monociclo y las teleológicas, como así
también las fundamentaciones del arte de andar en monociclo. Todo esto sería
muy beneficioso para el aprendiz; pero nada de esto, absolutamente nada de esto hará 
que, usted lector, pueda andar en monociclo. Usted deberá intentar una y
otra vez montar sobre el monociclo hasta poder hacer sus primeros metros,
deberá  sentir el sentimiento de
frustración y fracaso para luego experimentar la plena satisfacción de ejecutar
con alegría la tarea. Para completar hay que traer también el consejo que Carl
Jung les da a los futuros psicólogos.  A
estos, Jung les aconseja que nada podrán aprender en el gabinete de estudio
rodeado de gruesos volúmenes. El sabio consejo es que se despidan del gabinete
y salgan al mundo con humano corazón para
conocer los horrores de los presidios, los manicomios,  los hospitales, los salones de la alta sociedad,
los meetings políticos, etc, para volver con verdadera experiencia, verdaderos
conocedores del alma humana para ser buen médico de sus pacientes. Por eso con
el cronista creemos que aquel que desee comprender la ética deberá permanecer
(sin excepciones) al menos un mes en prisión.


   Deberemos estar muy atentos lector en
nuestro camino. El cronista me hiso recordar cuando trabajaba para la ciudad de
Buenos Aires haciendo veredas. Esta experiencia fue vital para entender como
comienza la corrupción y como uno empieza a ser cómplice. La cuestión radicaba
en la proporción de materiales a la hora de hacer el pastón. Catorce baldes de
arena, dos de cal y una de cemento era lo que se usaba para pegar las baldosas.
A la inspección quedaba firme, pero con el transcurrir de algunas lluvias las
baldosas en poco tiempo quedan flojas. Esto demuestra que la obra pública está
financiada para que se vuelva a hacer otra vez, para inflar los presupuestos de
los contratistas, punteros y funcionarios y generar una cadena de complicidades
de la que no se puede escapar. Todos ganan menos el obrero.


   En las rutas de Santa Cruz vimos exactamente
lo mismo. Inflar presupuestos, pagar coimas a los inspectores, mover máquinas
para justificar el gasto de gasoil,etc. Cuando pregunte por qué no nos pagaban
las cuatro horas extras que trabajábamos y de las cuales nos pagaban ocho, me
quedé sin trabajo. Estos dos ejemplos muestra la injusticia del Estado. Es
sabido que si uno comete un delito todo el aparato del estado caerá
sobre éste, pero si una empresa les roba a sus empleados el  Estado no hace absolutamente nada. Por
eso Chauchesco decía que no había que trabajar para el Estado, por eso
decía que iba a creer en los políticos el día que trabajen ad honorem y
renuncien a sus fueros.


   Con el cronista creemos que no hay nada más
kafkiano que los pasillos de la avenida Paseo Colón en la madrugada. En las
épocas en que el consumo de drogas era habitual, un oficial me detuvo en estos
pasillos del Bajo Porteño. Ante el dilema de llevarme detenido me pregunta si
lo que hago está bien o mal. Mi respuesta fue “bien”, ya que la compro todos
los días, a mi mano llega todos los días, y lo acusé al oficial directamente
por permitirlo, por hacer mal su trabajo. Aquí había ganado el juicio kafkiano,
si en realidad el estado lo está permitiendo. No hay que dejar pasar, me
dice el cronista, cuando me pidieron una coima al salir de la villa 31; el
oficial no se sentía conforme con los 30 pesos, ya que él desayunaba en Puerto
Madero. Lector, si un adicto puede comprar la voluntad de un funcionario ¿Qué
queda para el resto?


  Confucio dice que el estudio es importante,
que a los treinta años la voluntad esta firme, y con el cronista asentimos al
unísono. La experiencia es vital para el hombre ético. Volvamos al ejemple del
monociclo, el estudio es importante, pero al final el cuerpo es el encontrará
el equilibrio, y en esto el cuerpo es más sabio que la lógica. Entonces lector,
ante un dilema ético deberás escuchar a tu cuerpo: la traspiración en las
manos, el nudo en el estómago, la ansiedad y lo que deberás conocer de ti mismo
es lo que nos mostrará las puertas de la transgresión, y cruzar las puertas de
la transgresión siempre lleva, en mayor o menor medida, a la cárcel, a los
hospitales y la muerte, y no en ese orden lector.


  No hay que evitar las tribulaciones lector, a
pesar de todo siempre se puede volver al justo
medio
, sentimos el aliento de Confucio y vuelve el ejemplo del monociclo; y
en esto el espíritu es más sabio que el cuerpo.


***


   Ya
convertido en rey, no dejo de utilizar lo que su padre le había enseñado, y a
eso le sumo lo que aprendió en el país de los bufones. En su grupo de asesores
participaban también los bufones de la corte, y hasta él mismo de vez en cuando
hacía de bufón para la corte y los invitados. Su reino gozaba de prosperidad y
armonía. Por las mañanas salía a caminar y visitar a la gente de su reino,
comía y bebía con ellos, los escuchaba y dejaba que estos lo aconsejaran. Y fue
un gran soberano para su reino porque primero fue su propio soberano. La
historia lo conoció como el reybufón.







Gastón Leandro Ezequiel Vázquez         Bahía Blanca    24 de junio de 2016   

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