lunes, 8 de mayo de 2017

Honorable consejo delirante

    Hoy y siempre. Las tardes de otoño siempre son iguales. Se percibe que algo declina. Declina para dar paso a algo nuevo. Aunque no se sepa bien qué es lo que traerá esa novedad.
   La plaza Rivadavia sigue intacta, es indestructible ¿Por qué pienso que debe destruirse la plaza? ¿Qué otra cosa podría ocupar su lugar? ¿Se podría ocupar con otra plaza?, o mejor con otra ciudad. Esa es una buena idea. La de ir llevando las plazas a otras ciudades. Seguro que se deben aburrir, tanto o más que yo.
   Así que habría que llevarlas de viaje.
   Un mes a Córdoba, el otro a Catamarca, San Luis, Trelew; a toda la Argentina en general. Una vez al año les tocaría visitar otros países, Italia, E.E.U.U, Dinamarca, Laos, Turquía, todo el mundo. Preguntarle a ellas a dónde quieren viajar.
   Ellas se vería más felices, con más color, más jóvenes incluso. Sé que no alcanza con escribir bajo su amparo o leerles lo que estoy leyendo. Ellas también necesitan dispersarse un poco, conocer otros lugares. Olvidarse en algún momento de que son plazas, tomarse vacaciones de ellas mismas.
   Por eso escribí el proyecto y lo envié al honorable consejo delirante:"...es por el bien de la plaza Rivadavia y del resto de las plazas de la ciudad también. Espero que sea tomado en cuenta este proyecto y que juntos podamos llevar a cabo esta obra; por el bien de las plazas bahienses.
    Sin más lo saluda su atento servidor"

Bahía Blanca     8 de mayo de 2017


    Ayer  presenté el proyecto. Espero que me convoquen lo antes posible.




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