La marcha es ansiosa por Juncal
Perros callejeros rompiendo bolsas
De basura en busca de papel aluminio
Para las pipas.
La avenida Coronel Díaz anuncia
La llegada al Parque Las Heras.
Perros callejeros haciendo
El reparto de las piedras de base
Preparando los encendedores
Lanzallamas que queman la pasta
Y las visiones no se hacen esperar.
1, 2, 3, 4 ,5 pipazos
Vibración molecular en aumento
Pulmones desgarrados
Sistemas nerviosos desgarrados
Realidad desgarrada.
Hoy Parque Las Heras
Refugio de paqueros y gente sin techo
Ayer Penitenciaria Nacional
Reclusión de anarquistas y delincuentes.
Un disparo quiebra la noche
Severino Di Gionavi cae hacia adelante
Llorando sangre negra de su cuerpo.
De los árboles del parque
Los jadeos que se escuchan
Pertenecen a los torturados
Por Polo Lugones, su picana
Sigue resonando en la eternidad.
Todos los espectros se mueven por el parque
Los perros callejeros
Siguen quemando. De aquel lado de la Realidad
La penitenciaria ha sido demolida
De este lado cada vez es más alta
Los barrotes más gruesos
Las condenas más largas
Los fusilamientos son a diario.
De este lado Roberto Arlt sigue pensando
Que en la entrada de la penitenciaría
Debería ponerse un cartel que diga:
— Está prohibido reírse.
— Está prohibido concurrir con zapatos de baile
Durante los fusilamientos.
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