El yo que piensa
No es el yo que escribe;
El yo que escribe
No es el yo que siente;
El yo que siente
No es el yo que observa;
El yo que observa
No es el yo lírico:
El yo lírico
Es el Otro, el pobre, el desamparado, el exiliado, el secuestrado, torturado y desaparecido. Es el mendigo, el alcohólico, el adicto que durme en los rincones buscando calor. Es el hijo no querido, el que arrastra una cruz con la cual se lastima. Es el convicto condenado injustamente y el convicto que delinque por profesión. Es el que vuelve a casa después de 10 años y se funde en un abrazo con sus padres. Es el que busca un propósito en las mismas calles en las que anduvo perdido. Es los libros usados con sus hojas añejas. Es la respiración entre el verso y la prosa. Es un poema infinito que se escribe cada día. Es lo que piensa
Lo que escribe
Lo que siente
Lo que observa.
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