Dicen que cada uno atiende
El llamado de su sangre
Que cada uno debe acatar
El Destino para lo cual
Lo ha sido parido.
Washintong Cucurto
Dice que la madre lo parió
Para ser lector de Enrique Lihn.
Vargas Llosa para leer
Los hermanos Karamazov en 16 horas.
Dady Brieva reconoce su destino de Peronista
En un loro que cantaba la Marcha
En lo de su abuelo.
Conocí hombres y mujeres
Que acataron bien el llamado de su sangre.
No sería mi caso
Ya que no debería haber sido parido.
Sin embargo eso va quedando de lado
Y cada vez me reconozco más
Entre estas letras y los libros usados
Y el llamado del guaraní y el español ibérico.
En el caso del Chaqueño no hay dudas
Se sabe a qué responde el llamado de su sangre:
Viene por Cerrito y ha pasado por el chino de Arenales
La cerveza más fría es traída por el cogote.
Miles de lanzas tobas se sacuden en su pecho
Al calor de la batalla, penetrando y desagarrando
Las carnes, astillando los huesos. Su pecho
Ocupa toda la vereda
Su pecho desnudo dice "Yo soy el Chaque"
La remera atada a la cabeza dice que ya está
Re loco y también es una manera de que no explote.
Cruza Juncal
Se para en el semáforo con la botella acogotada
Le presenta el anillo de plata en la tapa
Y la detonación del descorche suena a corchazo de 38.
Toma un trago largo y los orificios nasales
Dicen que no pasa la rinoscopía.
Mientras la botella llega a mis manos
Dice con los ojos desgarrados
"¿Vamo a Barracas Chiva?"
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