jueves, 10 de septiembre de 2020





Sigo encadenando las palabras

Como esa hilera de eucaliptus

Que sonríe cada vez que llueve en mi alma

Y no quiero quitarla ya más nada

A este artificio llamado lenguaje

Que se va encadenando a otros artificios

Y a otros artificios

Y a otros.



Mi primer eslabón me lo brindó mi madre

El último está en mi epitafio.



Moriré encadenado al lenguaje.
















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