El austral moría
Como tantas otras monedas.
Ahora con dos pesos
Nos habilitan la pileta del parque.
Otros días
El piletón del Parque de Mayo
Abajo de las vías
Y después volver
Pidiendo frutas picadas
En las verdulerías.
La inocencia también
Moriría como el austral y el peso:
Luego colas interminbles para
La siguiente explotación laboral
Hasta que un lúcido inventó
Las consultoras.
Los gobiernos también morirían
Era hora de resucitar
Algún mito político.
Entonces llegarón los papeles glasés
Y las piedras que se caían en el charco de orina
E igual se inhalaban.
Los cuerpos tambien moririán.
Tomé el último tren
Volví en el último vagón.
Y cuando pienso en que nunca
Rancheé con un político
O estuvimos presos
Por andar de caño
O fumamos porro juntos,
Agradezco al destino.
La memoria se vuelve gris
Vintage, de diseño.
Mi memoria es
Como un capítulo
De Los Simpsons en Space
Un sábado a la madianoche
Cuando el cable era el rey
Y llegaban rumores
De que la vida era buena
Después de los 18.
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