domingo, 24 de marzo de 2024

Una navidad diferente

 


“Cuando miras largo tiempo a un abismo, también éste mira dentro de ti”

Friedrich Nietzsche

 

 

   Pasó por la puerta principal. En la recepción reconoció a los guardias de seguridad. Se saludaron con leves gestos de cara y miradas. No había mucha activad a esa hora de la madrugada. Varias enfermeras lo reconocieron y no le preguntaron nada. Sabían de sus visitas a esas horas. Lo raro era verlo de día. Terminó de recorrer el pasillo principal, y siguió por las escaleras de la derecha. Siempre era el mismo recorrido, siempre el mismo paisaje: tubos de oxígeno descascarados que se parecían a algunas paredes; camillas, sillas de rueda, bancos de madera. Todo estaba en su lugar. Caminó hasta el final del pasillo. Antes de entrar en la habitación cerró la ventana del pasillo. Entraba una correntada de aire fuerte. Abrió la puerta despacio  para que el chirrido no se escuchara en las otras habitaciones.

   Dejó la puerta entreabierta que para que entrara algo de luz. Se quedó un par de segundos para que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad parcial de la habitación. Buscó de memoria la forma difusa de la silla. Fue hasta ella y la tanteó con las manos. La acercó al lado de la cama. El fuelle del respirador artificial subía y bajaba. Se acomodó en la silla.

 -Hola viejita,¿cómo estás? Esta noche es navidad, sabés. Hoy me acordé todo el día de vos. Todo el día. Parece como si el tiempo no hubiera pasado nunca. Qué de navidades hemos pasado. La primera que yo me acuerdo es la que el tío Juan se disfrazó de papa Noel. Qué personaje ese tío. Yo me lo creí hasta los 12. Los pibes me decían que eran los padres pero mí existía papa Noel. Es que le salía tan bien al tío Juan. Cómo no le iba a creer. Pobre el tío Juan. No merecía terminar como terminó. Un día de estos voy a ir al cementerio a visitarlo. Le voy a llevar algunas rosas de tu patio. Se va a poner contento el tío. Hizo tanto por nosotros. Vos sabrás mejor que yo. Yo era chico pero ya sabía algunas cosas. Aparte te veía a vos como la luchabas. Así y todo salimos adelante. De todo eso me acordaba hoy. Yendo de barrio en barrio, las mudanzas, los cambios de colegio. Qué manera de andar viejita. Te acordás cuando nos encontraste fumando en el altillo. Es que queríamos ser como los viejos del bar. Viste que fumar te hace ver más grande, más maduro. Creo que fue el Chino que le robó un par de cigarrillos al padre. Él quería ser cantor de tangos como Julio Sosa, decía que el secreto era fumar para que la voz se haga más ronca. Yo nunca le creí pero él insistía con cantar tangos. El Chinito, dios lo tenga en la gloria. Cómo te enojaste cuando nos descubriste. Pero era necesario viejita. Viste como es la vida. Uno a veces se hace malasangre por cada pavada. Pero cuando pasan las cosas bravas se da cuenta de que lo otro era una pavada. No sabés, Camilita ya empezó a caminar. Si la vieras. Menos mal que pudiste disfrutarla. En un par de años más ya va a empezar el jardín. La Lucre ya está mirando los jardines que hay en el barrio. Yo le dijo que espere, que la nena todavía es chiquita, pero viste cómo es la Lucre, se le mete algo en la cabeza y no se lo saca nadie. Ahora anda con la astrología, con las tiradas de cartas. Todas las mujeres del barrio la van a ver. Vamos a ver cuánto le dura. Te acordás que la última vez te contó que quería hacer un curso de cerámica. Lo empezó, pero a los dos meses lo dejó. Vamos a ver cuánto le dura esto de las cartas. Eso sí, ya preparó todo para ir a Mar del Plata. A veces se parece tanto a vos la Lucre. De eso también me acordé hoy, de las vacaciones en Mar del Plata. La primera vez que comí churros fue ahí. Yo lo primero que voy a hacer cuando llegue a Mar del Plata es comprarme una docena de churros. Ella que haga lo que quiera con la nena. Yo con unos mates y una docena de churros soy feliz. Hemos sido felices con menos viejita. Vos me enseñaste eso. Lo material va y viene. Fijate lo que le pasó al Ernesto, estaba en un lugar que no tenía que estar. Viste como están las cosas hoy. Hay tantos subversivos dando vuelta. Dios también lo tenga en la gloria. Cómo pasa la gente por la vida viejita. De tantas cosas me acordé hoy. Cómo uno se acuerda tantos años en un día. A veces pienso tanto que me digo a mí mismo que tengo que dejar de pensar. Pero no puedo, pienso y pienso. Por ejemplo hoy pensaba que si Camilita ya camina hay que estar cada vez más atento. Yo no quiero que le pase nada. Te acordás del nene que se ahogó con el caramelo. Qué tristeza esos días. No se recuperaron más los padres. Creo que se separaron, no se los ve mucho. Yo no quiero que le pase nada a la Camilita. Yo le digo a la Lucre que la mire, que la cuide. Ella hace lo que puede. Es buena la Lucre. A veces nos enojamos pero se nos pasa enseguida. Más ahora con lo del viaje. Está tan entusiasmada. Yo le digo a todo que sí. Todo sea por ella y la Camilita. El otro día revisábamos las fotos y se parece a vos la Camilita cuando eras joven. En las fotos de tu cumpleaños de quince son iguales. Eso también, la Camilita todavía no empezó el jardín y la Lucre ya estaba planeado el cumpleaños de quince. Agarró una lata de galletitas y ya empezó a meter plata para los quince de la Camilita. Yo le decía esperá Lucre, esperá. Justo encontré la foto del finado tío Flore. Le contaba a la Lucre de todos los proyectos que tenía, de lo bien que le iba. Y viste, no es cuando uno quiere, es cuando el de arriba quiere. Creo que ahí me prestó atención la Lucre. Si la mayoría de la gente de las fotos ya son todos finados. Si habremos escuchado cosas que querían hacer. Pero también es lindo tener proyectos. Es lo que le da sentido a la vida. Por eso le digo a todo que sí a la Lucre. Así estamos viejita, estamos bien. En el trabajo las cosas van bien. Ahora estamos trabajando un poco más. Pero dicen que en verano va a aflojar un poco. Como todo, viste. Los que no se van a la costa se quedan. El que puede se va para el sur. Así que hasta marzo vamos a estar tranquilos. Pero ahora está bravo. A veces pasamos las doce horas. Yo termino muerto. Si a veces me despierto a la noche de los calambres que me dan. La lucre dice que tengo que dormir con un corcho abajo de la almohada. Todavía no probé. Es que estamos trabajando tanto viejita, tanto. Es que…es que…esta... Perdonáme viejita, no me quería poner mal delante de vos. Pero viste, uno tiene sus sentimientos. Yo cuando tengo que llorar lloro. Vos también me enseñaste eso. Total, a quién le importa si uno llora. Al fin y al cabo somos todos humamos. Dios nos hizo a todos iguales. Eso es lo que nos enseñaron en catecismo. Bueno viejita, hablando de trabajo me tengo que ir. Que descanses viejita. Feliz navidad.

  Se quedó un rato en silencio. Apretó su mano buscando alguna reacción. Pero hacía meses que no había ninguna. La besó en la frente y al salir de la habitación, al cerrar la puerta, un nudo en la garganta y unas lágrimas lo acompañaron por el pasillo. Salió rápido del edificio. El chofer cuando lo vio puso en marcha el motor. Abrió la puerta, se sentó y le indicó el trayecto. El suboficial siguió las indicaciones.

  Cruzaron varias calles en silencio hasta que llegaron a la avenida Vélez Sarsfield. Tomaron la avenida y bajaron para el lado de Avellaneda. Al cruzar el puente descendieron por una calle lateral. El chofer dando marcha atrás, trató de acercar lo más que pudo el vehículo a la orilla del riachuelo. El chofer bajó y abrió el baúl. Entre los dos tomaron el primer cuerpo y lo dejaron caer al piso. Con el segundo hicieron lo mismo. Como estaban cerca de la orilla solo hizo falta empujarlos con los pies. Esperaron a que las burbujas de aire estallaran en la superficie. Los dos prendieron cigarrillos. Los dos coincidieron en ir a tomar una café. El auto subió por la calle lateral a la avenida. Las luces del alumbrado público estaban a apagadas, estaba amaneciendo. El auto siguió su trayecto entre la escasa luz. No se sabe si el color del auto era claro, oscuro, o verde oliva.

lunes, 9 de octubre de 2023

Kiosquitos

 



En el 43



Mi abuelo se puso un kiosquito.



 



En el 55



La fusiladora se lo cerró



Por simpatizar con el anarquismo.



 



En el 83 mi viejo retomó la idea



Y puso un maxikiosco.



 



En el 2001 La Libertadora



Le comió el boliche



Y los ahorros en dólares.



 



Yo no quise pagar impuestos



Ni alquileres



Y caminé las calles



Con la mercadería en la mano.



 



Así y todo



Los nietos de la Fusiladora



No dejaron nada  para
los que lukean la calle.



 



Desde el 43 que vienen fundiendo



El kiosquito



Pero te dicen que los que vienen



Lo van a fundir.



 



Miente, miente, que algo quedará.



 



Barato, barato la papa patrona.



 



 



 



 




Kiosquitos

 

En el 43

Mi abuelo se puso un kiosquito.

 

En el 55

La fusiladora se lo cerró

Por simpatizar con el anarquismo.

 

En el 83 mi viejo retomó la idea

Y puso un maxikiosco.

 

En el 2001 La Libertadora

Le comió el boliche

Y los ahorros en dólares.

 

Yo no quise pagar impuestos

Ni alquileres

Y caminé las calles

Con la mercadería en la mano.

 

Así y todo

Los nietos de la Fusiladora

No dejaron nada  para los que lukean la calle.

 

Desde el 43 que vienen fundiendo

El kiosquito

Pero te dicen que los que vienen

Lo van a fundir.

 

Miente, miente, que algo quedará.

 

Barato, barato la papa patrona.

 

 

 

 




África

 

En un hotel
alojamiento



En los gimnasios



En los aeropuertos



En las sinagogas



En una sala de
tortura



En un barco
remolcador



En las Juntas
Militares



En las reuniones
del Terrorismo



En los jardines de
infantes



En los cabarets



En las canchas de
fútbol



En los conciertos
de bandas ochentosas



En la gira
despedida



En Winap



En el Ares



En Spotify



En el wincofón



En la estación
espacial internacional



En los 5
continentes



En la Atlántida



En Bajo Flores



En el Bajo Rondeau



En tu casa



En mi casa



En las casas de
ellos



En los funerales



En los casamientos



En las fiestas de
15



En los bautismos



En navidad



En año nuevo



En las tolderías



En las rancheadas
de Constitución



En la Casa Rosada



En la camioneta de
Ronaldo



En la camioneta de
Messi



En las taquerías



En lo bunkers
narcos



En los volteaderos



En el ascensor



En las duchas



En las camas
transpiradas



En mi subconsciente



En el inconsciente colectivo



En la panadería



En la pinturería



En el taxi



En el uber



En Aspen



En la 100



En este mismo
momento



Suena África de
Toto.



 



I bless the
rains down in Africa



I bless the
rains down in Africa



I bless the
rains down in Africa

África

 

En un hotel alojamiento

En los gimnasios

En los aeropuertos

En las sinagogas

En una sala de tortura

En un barco remolcador

En las Juntas Militares

En las reuniones del Terrorismo

En los jardines de infantes

En los cabarets

En las canchas de fútbol

En los conciertos de bandas ochentosas

En la gira despedida

En Winap

En el Ares

En Spotify

En el wincofón

En la estación espacial internacional

En los 5 continentes

En la Atlántida

En Bajo Flores

En el Bajo Rondeau

En tu casa

En mi casa

En las casas de ellos

En los funerales

En los casamientos

En las fiestas de 15

En los bautismos

En navidad

En año nuevo

En las tolderías

En las rancheadas de Constitución

En la Casa Rosada

En la camioneta de Ronaldo

En la camioneta de Messi

En las taquerías

En lo bunkers narcos

En los volteaderos

En el ascensor

En las duchas

En las camas transpiradas

En mi subconsciente

En el inconsciente colectivo

En la panadería

En la pinturería

En el taxi

En el uber

En Aspen

En la 100

En este mismo momento

Suena África de Toto.

 

I bless the rains down in Africa

I bless the rains down in Africa

I bless the rains down in Africa

miércoles, 14 de junio de 2023

Con inflación

 

Con inflación



La comida aumenta



El alquiler aumenta



La gente deja de
alquilar y de comer



Con inflación



La gente muere de
frío y de hambre.



 



Con inflación



Los perros aúllan a
la luna con fuerza



Rompen las bolsas
de basura con rabia.



 



Con inflación



Los locos aúllan en
las ventanas



La depresión
deprime más



El pánico aumenta



Con inflación las
farmacológicas



Y los psiquiatras
se hacen millonarios.



 



Con inflación



La mercadería
aumenta



La inversión
disminuye



Los trompas
explotan más a sus empleados



Los cuentapropistas
se autoexplotan más.



 



Con inflación la
plata no alcanza



Los sindicalistas
hacen paros



Las fábricas
quiebran



Los chicos no van a
la escuela



Los sindicalistas
cada vez son más gordos



Los obreros más
flacos



Los chicos más
brutos



El cabeza de termo



Se vuelve más termo



Con inflación el político
no deja de afanar.



 



Con inflación



Los muertos no
pueden enterrarse



Y los que se
entierran



Dejan a los deudos
enterrados de deudas.



 



Con inflación



La casa propia es
sueño.



 



Con inflación



El pobre cada vez
es más pobre



El rico cada vez
más pobre



Los políticos inventan
impuestos



Para combatir la
inflación.



 



Con inflación



No alcanza para el
asado



Me das una tirita
de falda



¿Te puedo deber 10
pesos?



Mañana me los
pagas.



 



Con inflación los burgueses
se asustan



Los poetas se
callan



Otros mienten



Pocos dicen la
verdad



El fascismo crece
al ritmo de la inflación.



 



Con inflación



El final del poema debería
estar al final.



 



Con inflación nada
está en su lugar.



 





 

Con inflación

 

Con inflación

La comida aumenta

El alquiler aumenta

La gente deja de alquilar y de comer

Con inflación

La gente muere de frío y de hambre.

 

Con inflación

Los perros aúllan a la luna con fuerza

Rompen las bolsas de basura con rabia.

 

Con inflación

Los locos aúllan en las ventanas

La depresión deprime más

El pánico aumenta

Con inflación las farmacológicas

Y los psiquiatras se hacen millonarios.

 

Con inflación

La mercadería aumenta

La inversión disminuye

Los trompas explotan más a sus empleados

Los cuentapropistas se autoexplotan más.

 

Con inflación la plata no alcanza

Los sindicalistas hacen paros

Las fábricas quiebran

Los chicos no van a la escuela

Los sindicalistas cada vez son más gordos

Los obreros más flacos

Los chicos más brutos

El cabeza de termo

Se vuelve más termo

Con inflación el político no deja de afanar.

 

Con inflación

Los muertos no pueden enterrarse

Y los que se entierran

Dejan a los deudos enterrados de deudas.

 

Con inflación

La casa propia es sueño.

 

Con inflación

El pobre cada vez es más pobre

El rico cada vez más pobre

Los políticos inventan impuestos

Para combatir la inflación.

 

Con inflación

No alcanza para el asado

Me das una tirita de falda

¿Te puedo deber 10 pesos?

Mañana me los pagas.

 

Con inflación los burgueses se asustan

Los poetas se callan

Otros mienten

Pocos dicen la verdad

El fascismo crece al ritmo de la inflación.

 

Con inflación

El final del poema debería estar al final.

 

Con inflación nada está en su lugar.

 



 

miércoles, 7 de junio de 2023

El teólogo

En materia de teología

El Ale había fundado
Ciertas lecciones prácticas.

Lo recuerdo
Con la cara desencajada
Y la mandíbula yendo
De un lado para el otro
Como dos chinos jugando al pin pong.

Mostraba la moneda
Con el polvo absolvedor de pecados.

Decía que ya no pasaba nada
Que cristo había sido crucificado
Por nuestros pecados para salvarnos.

Ya está, decía
Ya está. Y tomaba
Y tomaba.

Yo esperaba al amanecer
Esperaba a que mi Dios
Dejara de envenenarme la sangre.



El teólogo

En materia de teología

El Ale había fundado
Ciertas lecciones prácticas.

Lo recuerdo
Con la cara desencajada
Y la mandíbula yendo
De un lado para el otro
Como dos chinos jugando al pin pong.

Mostraba la moneda
Con el polvo absolvedor de pecados.

Decía que ya no pasaba nada
Que cristo había sido crucificado
Por nuestros pecados para salvarnos.

Ya está, decía
Ya está. Y tomaba
Y tomaba.

Yo esperaba al amanecer
Esperaba a que mi Dios
Dejara de envenenarme la sangre.





Me habían prohibido
Cruzar la calle
Aunque yo me sentía con edad suficiente
Para hacer lo que quisiera.

”Nadie me va a decir qué hacer
Ya tengo 5 años", pensé
Y crucé la calle.

No me importó la paliza
Que me dio mi abuela
Volví a cruzar.

Nadie me iba decir qué hacer con 5 años.





Me habían prohibido
Cruzar la calle
Aunque yo me sentía con edad suficiente
Para hacer lo que quisiera.

”Nadie me va a decir qué hacer
Ya tengo 5 años", pensé
Y crucé la calle.

No me importó la paliza
Que me dio mi abuela
Volví a cruzar.

Nadie me iba decir qué hacer con 5 años.



¿Dónde han escondido a la poesía?

 


Escuché cantar
Al canario que tenía mi abuela en el patio
Pero ella no sabía nada de poesía.
En la escuela aprendí teoremas
Axiomas, objetos directos
Divisorias de agua, instrucción cívica
Pero nadie enseñaba poesía.

Caminaba por las vías
Cuando volvía a mi casa
Creo que había un rumor de poesía.

En los trabajos mal pagos
Nadie hablaba de poesía
Ya sea en la ciudad o en el campo
Lukeando o vendiendo
¿Dónde está la poesía?

En las taquerías
Nadie menciona la poesía
Solo te piden los cordones y el cinto
No les importa si sos un poeta.

En los hospitales
Debería haber poetas
Pasando por las salas
Al igual que los cementerios
La poesía debería ser un servicio público.

En la facultad
Dan definiciones de poesía
Pero la poesía en sí
Nadie la ha visto.

En los eventos de poesía
Hay poca poesía ( un misterio)
¿En dónde han escondido la poesía?

El canario de mi abuela
Cantaba todos los días.

Y eso que estaba enjaulado
Y eso que no sabía nada de poesía.





Una navidad diferente

  “Cuando miras largo tiempo a un abismo, también éste mira dentro de ti” Friedrich Nietzsche        Pasó por la puerta principa...