martes, 31 de enero de 2017

Aburrido

Aburrido, melancólico, depresivo

Sin embargo se puede

Caer más y

                  Más

                          Abajo

Una escalera que me arrastra

A lo profundo de sus entrañas

Y me acobija

Me seduce

Con su dulce agonía de melodías oscuras, fangosas y lúgubres

El lenguaje de la muerte se expresa mejor en la profundidad

También se entiende mejor

El contraste le da sentido a la vida

En el punto máximo de tensión

Todo se revela tal cual es

Los velos caen y se incendian

De las cenizas se desprenden murciélagos y mariposas

Y sigo

           cayendo

           cayendo

En los interminables abismos de mi ser

                                                               y del Ser

Donde ya nadie puede escucharme

Tampoco puedo escuchar a nadie

Puedo gritar mas fuerte que el Chino Moreno

Nadie me escuchará

Grito solo para desahogarme

Pero ya estoy acostumbrado a la soledad  de estas profundidades

Soledad, oscuridad

Arrasado por la esencia  de la muerte

Junto a mí descansan todos los dioses paganos

Todos arrasados

Todos aburridos, melancólicos y depresivos

Sintiendo la débil respiración mía

                                                       y la de mis compañeros

Débil y sutilmente el mundo nos va expulsando

Haca rato nos hemos rendido

Y ni siquiera tenemos la fuerza

                                                  y el valor

Para acabar con esta alegre pesadilla

Es disfrutable sentir a la vida pender de un hilo

Así que espero el último aliento

                                                   el último

Antes de sentir el impacto,

                                          Impacto.





"El  mundo está perdido", fue lo único que dijo Paul Valery cuando se le preguntó por la obra del poeta.



 










Aburrido

Aburrido, melancólico, depresivo
Sin embargo se puede
Caer más y
                  Más
                          Abajo
Una escalera que me arrastra
A lo profundo de sus entrañas
Y me acobija
Me seduce
Con su dulce agonía de melodías oscuras, fangosas y lúgubres
El lenguaje de la muerte se expresa mejor en la profundidad
También se entiende mejor
El contraste le da sentido a la vida
En el punto máximo de tensión
Todo se revela tal cual es
Los velos caen y se incendian
De las cenizas se desprenden murciélagos y mariposas
Y sigo
           cayendo
           cayendo
En los interminables abismos de mi ser
                                                               y del Ser
Donde ya nadie puede escucharme
Tampoco puedo escuchar a nadie
Puedo gritar mas fuerte que el Chino Moreno
Nadie me escuchará
Grito solo para desahogarme
Pero ya estoy acostumbrado a la soledad  de estas profundidades
Soledad, oscuridad
Arrasado por la esencia  de la muerte
Junto a mí descansan todos los dioses paganos
Todos arrasados
Todos aburridos, melancólicos y depresivos
Sintiendo la débil respiración mía
                                                       y la de mis compañeros
Débil y sutilmente el mundo nos va expulsando
Haca rato nos hemos rendido
Y ni siquiera tenemos la fuerza
                                                  y el valor
Para acabar con esta alegre pesadilla
Es disfrutable sentir a la vida pender de un hilo
Así que espero el último aliento
                                                   el último
Antes de sentir el impacto,
                                          Impacto.


"El  mundo está perdido", fue lo único que dijo Paul Valery cuando se le preguntó por la obra del poeta.
 





domingo, 29 de enero de 2017

Lágrimas y manteles

Sobre el mantel caían

Las lágrimas del ayer

El que nunca perdona

El que nunca traiciona

El del tiempo ex-tático

Revolucionario, convulso y aciago

Detrás de esas lágrimas

Caían otras lágrimas

Y detrás de esas

Muchas otras más

Lágrimas deslizándose

Estallando sobre el mantel

Dando forma a miles de lágrimas mas

Lágrimas que ahora

Forman parte del mantel

Todo es un solo cuerpo

Las lágrimas y el mantel

Pero algunas han traspasado

Las fronteras del mantel

Han impregnado la madera

Del viejo roble ancestral

Todo es una gran lágrima

Lágrimas, mesa y mantel

Quiero sentir la humedad de las lágrimas

Y al tocar la mancha de lágrimas

Y sentir su humedad

 Desprendo de mi cuerpo

Muchas mas lágrimas

Es que siento ahora

Que hemos formado un único cuerpo

Lágrimas, mantel, mesa y yo

Somos lo mismo

Somos uno

Somos miles en los lagrimales

De a poco vamos asomando

Al exterior desconocido

¡Qué velocidad al ir deslizándose sobre el rostro!

(mi rostro)

¡Qué felicidad!

Soy una lágrima que está llorando de felicidad

Ya hemos escapado de la cara

Somos miles cayendo

Todas llorando de felicidad

El mantel nos espera con los brazos abiertos

El también está llorando de felicidad.





"Si no podés escribir un poema por día sos el tipo más pobre del mundo". Apuntes de Bioascética






Lágrimas y manteles

Sobre el mantel caían
Las lágrimas del ayer
El que nunca perdona
El que nunca traiciona
El del tiempo ex-tático
Revolucionario, convulso y aciago
Detrás de esas lágrimas
Caían otras lágrimas
Y detrás de esas
Muchas otras más
Lágrimas deslizándose
Estallando sobre el mantel
Dando forma a miles de lágrimas mas
Lágrimas que ahora
Forman parte del mantel
Todo es un solo cuerpo
Las lágrimas y el mantel
Pero algunas han traspasado
Las fronteras del mantel
Han impregnado la madera
Del viejo roble ancestral
Todo es una gran lágrima
Lágrimas, mesa y mantel
Quiero sentir la humedad de las lágrimas
Y al tocar la mancha de lágrimas
Y sentir su humedad
 Desprendo de mi cuerpo
Muchas mas lágrimas
Es que siento ahora
Que hemos formado un único cuerpo
Lágrimas, mantel, mesa y yo
Somos lo mismo
Somos uno
Somos miles en los lagrimales
De a poco vamos asomando
Al exterior desconocido
¡Qué velocidad al ir deslizándose sobre el rostro!
(mi rostro)
¡Qué felicidad!
Soy una lágrima que está llorando de felicidad
Ya hemos escapado de la cara
Somos miles cayendo
Todas llorando de felicidad
El mantel nos espera con los brazos abiertos
El también está llorando de felicidad.


"Si no podés escribir un poema por día sos el tipo más pobre del mundo". Apuntes de Bioascética


jueves, 26 de enero de 2017

Superación de la estética a toda metafísica

Y ese era él

El Reybufón

El de los ojos petrificados

Soberano de todas

Las categorías ontológicas

La dialéctica y la epistemología

Precursor de Heráclito

Y Zaratustra también

El que encontró su rostro

Al romper el espejo

El que tuvo a la luna en sus manos

En el reflejo del lago de fuego

Luego de dar el salto

Luego de superar

Toda metafísica

A toda estética

Justo en el punto culminé de su obra

Obra trasmigrada

Obra acabada en sangre

Y letras

Letras que superan a:

Diderot,

Kant,

Hegel,

Schopenhauer,

Y Heiddeger;

Que retoma Dada,

Y el surrealismo,

Y el vanguardismo

 Y todos los Fucking "ismo"

El nuevo espejo a superar

A desmontar o demoler

Como tu quieras lector

Nada de eso sirve

El Reybufón lo sabe bien

Pero,¿Cómo trasmitirlo?

Acaso se puede trasmitir la belleza

La belleza de los campos de algodón muerto

Los elefantes de cerámica

Los mil rostros sin cara

Y esa cara con mil rostros

Bañándose en sigilosas fuentes de mar gangrenado

Con el dolor de la materia que se expande

¿No?, no sabías que la entropia también es dolorosa

¡Si!, el universo también sufre

Al igual que tu diminuto e insignificante ego

Pero a Dionisio nada de esto le importa

Tampoco a Apolo

Tampoco a la metafísica

Mucho menos a la estética

El Reybufón se rasca la nuca mientras

Trato de hilvanar mis pensamientos

A él estos artilugios nada le importa

Ya ha superado todo

Incluso él mismo





Publicado por primera vez la revista Cerdos y peces.








Superación de la estética a toda metafísica

Y ese era él
El Reybufón
El de los ojos petrificados
Soberano de todas
Las categorías ontológicas
La dialéctica y la epistemología
Precursor de Heráclito
Y Zaratustra también
El que encontró su rostro
Al romper el espejo
El que tuvo a la luna en sus manos
En el reflejo del lago de fuego
Luego de dar el salto
Luego de superar
Toda metafísica
A toda estética
Justo en el punto culminé de su obra
Obra trasmigrada
Obra acabada en sangre
Y letras
Letras que superan a:
Diderot,
Kant,
Hegel,
Schopenhauer,
Y Heiddeger;
Que retoma Dada,
Y el surrealismo,
Y el vanguardismo
 Y todos los Fucking "ismo"
El nuevo espejo a superar
A desmontar o demoler
Como tu quieras lector
Nada de eso sirve
El Reybufón lo sabe bien
Pero,¿Cómo trasmitirlo?
Acaso se puede trasmitir la belleza
La belleza de los campos de algodón muerto
Los elefantes de cerámica
Los mil rostros sin cara
Y esa cara con mil rostros
Bañándose en sigilosas fuentes de mar gangrenado
Con el dolor de la materia que se expande
¿No?, no sabías que la entropia también es dolorosa
¡Si!, el universo también sufre
Al igual que tu diminuto e insignificante ego
Pero a Dionisio nada de esto le importa
Tampoco a Apolo
Tampoco a la metafísica
Mucho menos a la estética
El Reybufón se rasca la nuca mientras
Trato de hilvanar mis pensamientos
A él estos artilugios nada le importa
Ya ha superado todo
Incluso él mismo


Publicado por primera vez la revista Cerdos y peces.



miércoles, 25 de enero de 2017

Cerebro dañado

Bello cerebro dañado

Que tantas inconsistencias me da

Ojala puedas ver el mundo

Con tu cerebro dañado

Espíritu dañado

Y la cura del mundo a tu lado

Siempre a tu lado



Pude ver

Con mi cerebro dañado:

Amaneceres

Con el sol y la luna a la par

Valles de sangre,

Valles de fuego,

Transparente;

Murciélagos,

Vampiros,

Revolotear en mi cabeza;

Pude ver

Con mi cerebro dañado

Una ciudad, un laberinto

Del cual no se puede escapar

"Y la locura no es para cualquiera"

Me decía Luca;

"Pero yo no estoy loco",

"Sos callejero, bancátela",

Mientras tomábamos ginebra

Y conversábamos con figuras imaginarias

Y seguía viendo

Al mundo caer a  mis pies

Al suelo desaparecer a cada paso

Y sentir caer a cada paso

A cada paso despertaba de un sueño

Un sueño dentro de otro sueño

Todo con mi cerebro dañado



Sentí la convulsión del universo en los latidos de mi corazón

Por eso tomé tantos anticonvulsivos

Por eso se dañó mi cerebro

Por eso vi todos los espejos del planeta

Por eso ninguno me reflejó

Por que quizás siga estando en un sueño

Como en Las ruinas circulares

Entonces hay que seguir despertando

Resucitando

Siempre a cada paso

Pasos

Pasos

Con mi cerebro dañado;

Con mi cerebro dañado

El aliento del desierto se funde con las olas del mar,

El mar se transforma en lagrimas de cristal salado,

El nonato pide permiso  para hablar en este poema,

Abejas, elefantes, colibríes, caracoles y tigres de oro también;

Al igual que mamá, papá y los abuelos,

El español y el guaraní conversan en el margen inferior de la hoja

Y mi cerebro dañado les da la voz para hablar.



Aún que sigo cayendo

En el espiral infinito del tiempo

Por eso me gustan los anacronismos

Por eso me gustan los viajes a Marte

Y al lado obscuro dela Luna

Y al centro del sol

Mientras recorro la galaxia en 80 días

(También se puede recorrer en 80 miligramos)

Y mientras recorro la galaxia

Vuelvo a ver al niño con la rosa en su mano

Pero esta vez el final lo eliges tu

Lector

Mi cerebro dañado ya se ha fatigado





"Todas las revoluciones modernas comienzan en las farmacias", rezaba al comienzo del  primer boceto de los Apuntes de Bioascética.





















Cerebro dañado

Bello cerebro dañado
Que tantas inconsistencias me da
Ojala puedas ver el mundo
Con tu cerebro dañado
Espíritu dañado
Y la cura del mundo a tu lado
Siempre a tu lado

Pude ver
Con mi cerebro dañado:
Amaneceres
Con el sol y la luna a la par
Valles de sangre,
Valles de fuego,
Transparente;
Murciélagos,
Vampiros,
Revolotear en mi cabeza;
Pude ver
Con mi cerebro dañado
Una ciudad, un laberinto
Del cual no se puede escapar
"Y la locura no es para cualquiera"
Me decía Luca;
"Pero yo no estoy loco",
"Sos callejero, bancátela",
Mientras tomábamos ginebra
Y conversábamos con figuras imaginarias
Y seguía viendo
Al mundo caer a  mis pies
Al suelo desaparecer a cada paso
Y sentir caer a cada paso
A cada paso despertaba de un sueño
Un sueño dentro de otro sueño
Todo con mi cerebro dañado

Sentí la convulsión del universo en los latidos de mi corazón
Por eso tomé tantos anticonvulsivos
Por eso se dañó mi cerebro
Por eso vi todos los espejos del planeta
Por eso ninguno me reflejó
Por que quizás siga estando en un sueño
Como en Las ruinas circulares
Entonces hay que seguir despertando
Resucitando
Siempre a cada paso
Pasos
Pasos
Con mi cerebro dañado;
Con mi cerebro dañado
El aliento del desierto se funde con las olas del mar,
El mar se transforma en lagrimas de cristal salado,
El nonato pide permiso  para hablar en este poema,
Abejas, elefantes, colibríes, caracoles y tigres de oro también;
Al igual que mamá, papá y los abuelos,
El español y el guaraní conversan en el margen inferior de la hoja
Y mi cerebro dañado les da la voz para hablar.

Aún que sigo cayendo
En el espiral infinito del tiempo
Por eso me gustan los anacronismos
Por eso me gustan los viajes a Marte
Y al lado obscuro dela Luna
Y al centro del sol
Mientras recorro la galaxia en 80 días
(También se puede recorrer en 80 miligramos)
Y mientras recorro la galaxia
Vuelvo a ver al niño con la rosa en su mano
Pero esta vez el final lo eliges tu
Lector
Mi cerebro dañado ya se ha fatigado


"Todas las revoluciones modernas comienzan en las farmacias", rezaba al comienzo del  primer boceto de los Apuntes de Bioascética.









martes, 24 de enero de 2017

Los trazos invisibles

Una ausencia de cielo y viento

Siento que puedo llegar

A hacer eso que siento

Aún en medio de la tormenta

Aún en medio de la asfixia

Asfixia de los mares

Lúgubres, lacónicos, obnubilados

En el margen inferior

Se puede llegar a sentir

Energía diáfana

También ausente,

También lacónica,

También pobre,

Difusa,

Y sudorosa

Con ellos haré algo

Algo que trascienda

Algo que pueda llegar a perdurar

Un poco mas que este aliento

Aliento de fuego

Ojos de dragón

Mirada del diablo

Estancia perpetua que

También  perdura en

Este tiempo difuso,

Irreal,

Imaginario,

O lisérgico.

Sé que no importa

Porque es intransferible

Ahora

Caen sobre la mesa pequeñas hojas

Por un momento me distraigo

Una brisa refresca mi rostro

Las hojas del cuaderno

También se refrescan

La tinta seca más rápido

Por eso escribo en la calle,

En las veredas de los cafés,

O en el piso de la universidad

Siempre entre:

Entre el cielo y la tierra

Entre los mares infinitos

Entre la hoja y la lapicera

Me voy construyendo

Entre los trazos invisibles

De este poema.














Los trazos invisibles

Una ausencia de cielo y viento
Siento que puedo llegar
A hacer eso que siento
Aún en medio de la tormenta
Aún en medio de la asfixia
Asfixia de los mares
Lúgubres, lacónicos, obnubilados
En el margen inferior
Se puede llegar a sentir
Energía diáfana
También ausente,
También lacónica,
También pobre,
Difusa,
Y sudorosa
Con ellos haré algo
Algo que trascienda
Algo que pueda llegar a perdurar
Un poco mas que este aliento
Aliento de fuego
Ojos de dragón
Mirada del diablo
Estancia perpetua que
También  perdura en
Este tiempo difuso,
Irreal,
Imaginario,
O lisérgico.
Sé que no importa
Porque es intransferible
Ahora
Caen sobre la mesa pequeñas hojas
Por un momento me distraigo
Una brisa refresca mi rostro
Las hojas del cuaderno
También se refrescan
La tinta seca más rápido
Por eso escribo en la calle,
En las veredas de los cafés,
O en el piso de la universidad
Siempre entre:
Entre el cielo y la tierra
Entre los mares infinitos
Entre la hoja y la lapicera
Me voy construyendo
Entre los trazos invisibles
De este poema.






domingo, 22 de enero de 2017

Autorretrato



Marzo de 1980; el día fue 10

Maternidad Sardá

Flamante barrio de Parque Patricios

He llegado al mundo y al lenguaje

Dos peces enfrentados

Y un mono metálico me sonríen

Mark Chapman mata a John Lennon

El disparo me bautiza

37 años después

Todavía no lo he escuchado

Ni siquiera a Los Beatles

Pero vi al barrilete cósmico

Ya era el año 86

Y el ta ta ta ta ta ta gol!!!!

El mundial 90 tuvo su revancha

Y yo también

Quise ser como el Goyco

Anduve con el buzo como 2 años

Si hubiera seguido en Tiro Federal

Ahora estaría con Carlitos

En China,

En Shangai,

En África,

O hasta que  choque China con África

Pero estoy escribiendo esto

Bajo los vientos calientes del Diablo

El aliento del Diablo que derribó

La embajada de Israel

Y la AMIA

Y las torres gemelas

El aliento que soplaba

En la terraza de la casa rosada

Ese diciembre del 2001

El aliento que  mató a Kurt Cobain

El que inflamó mi espíritu

Yo también quise ser como Kurt

Compré drogas y una guitarra

Me afilié al club de los 27

Pero me expulsaron al cumplir 28

En mi Buenos Aires querido

El de las penas y el olvido

Ha pasado el tiempo

Ahora puedo desayunar en paz con papá

Y no con alcohol

Muchos años lo hice

Mi cicatriz en la ceja derecha

Todos los días me lo recuerda

Ahora

Todos los días,

Lavo los platos,

Cocino,

Leo,

Trabajo,

estudio,

Escribir trato

¡Qué bueno que mamá se fue en paz!

Pocas son las certezas

Sé que por un día a la vez

No tengo que tomar

Si fui como el señor naranja

En perros de la calle

Siempre con drogas en los bolsillos

Siempre peligrando

Mi vida

Mi libertad

Sé que no voy a trabajar para el Estado

Pero sueño con civilizar Marte

Hoy construyo mi vida

Mi casa se llama Tacuara Mansión

¿Quién le pone nombre a su casa?

Rechazo todos mis apodos

Mono,

Oreja de duende,

Olor a caballo,

Chiva,

Chavo,

He buscado mi apodo

Reybufón quedará

Quedará mi biblioteca

Y el cactus que le regale a mamá

Un brote se ha desprendido

Me pregunto cuánto más crecerá.







Taller intensivo, relámpago y estival de escritura poética en torno a imagen y sonido en el poema. Factor C, coordinado por Marcelo Diaz. Febrero del 2017.






Autorretrato

Marzo de 1980; el día fue 10
Maternidad Sardá
Flamante barrio de Parque Patricios
He llegado al mundo y al lenguaje
Dos peces enfrentados
Y un mono metálico me sonríen
Mark Chapman mata a John Lennon
El disparo me bautiza
37 años después
Todavía no lo he escuchado
Ni siquiera a Los Beatles
Pero vi al barrilete cósmico
Ya era el año 86
Y el ta ta ta ta ta ta gol!!!!
El mundial 90 tuvo su revancha
Y yo también
Quise ser como el Goyco
Anduve con el buzo como 2 años
Si hubiera seguido en Tiro Federal
Ahora estaría con Carlitos
En China,
En Shangai,
En África,
O hasta que  choque China con África
Pero estoy escribiendo esto
Bajo los vientos calientes del Diablo
El aliento del Diablo que derribó
La embajada de Israel
Y la AMIA
Y las torres gemelas
El aliento que soplaba
En la terraza de la casa rosada
Ese diciembre del 2001
El aliento que  mató a Kurt Cobain
El que inflamó mi espíritu
Yo también quise ser como Kurt
Compré drogas y una guitarra
Me afilié al club de los 27
Pero me expulsaron al cumplir 28
En mi Buenos Aires querido
El de las penas y el olvido
Ha pasado el tiempo
Ahora puedo desayunar en paz con papá
Y no con alcohol
Muchos años lo hice
Mi cicatriz en la ceja derecha
Todos los días me lo recuerda
Ahora
Todos los días,
Lavo los platos,
Cocino,
Leo,
Trabajo,
estudio,
Escribir trato
¡Qué bueno que mamá se fue en paz!
Pocas son las certezas
Sé que por un día a la vez
No tengo que tomar
Si fui como el señor naranja
En perros de la calle
Siempre con drogas en los bolsillos
Siempre peligrando
Mi vida
Mi libertad
Sé que no voy a trabajar para el Estado
Pero sueño con civilizar Marte
Hoy construyo mi vida
Mi casa se llama Tacuara Mansión
¿Quién le pone nombre a su casa?
Rechazo todos mis apodos
Mono,
Oreja de duende,
Olor a caballo,
Chiva,
Chavo,
He buscado mi apodo
Reybufón quedará
Quedará mi biblioteca
Y el cactus que le regale a mamá
Un brote se ha desprendido
Me pregunto cuánto más crecerá.



Taller intensivo, relámpago y estival de escritura poética en torno a imagen y sonido en el poema. Factor C, coordinado por Marcelo Diaz. Febrero del 2017.



miércoles, 18 de enero de 2017

Valle de la muerte de muñecas y osos de peluche



Valle de la muerte de muñecas

Improvisada fosa a cielo abierto

A la vista de todos

Y todas

Yacen los cadáveres

Sin vida fantástica

Purgando su pecados

¿A qué niñas les habrán fallado?

¿Qué culpas les arrebató la vida?

Miro su delicados cuerpos

Mientras las lágrimas

Recorren mis mejillas

Una niña en esa cuadra

Ha dejado de creer

Y con su frustración

Condenó a sus muñecas

Solo hace falta ver

El estado de sus inocentes muñecas

Que ya no podrán crecer más

Ya no mas fantasías

Ya no mas juegos de familia

Ya no mas jugar a la mamá;

Cerca de las muñecas

Un oso de peluche agoniza:

"El señor oso es mi pastor

nada me faltará

En lugares de delicados pastos 

Me hará descansar"

Lo oigo susurrar

Con agua de un charco

bendigo su alma

Ya estás listo querido oso

"Yo solo quería jugar"

Escucho y sigo llorando

La muerte es solo un paso más.





"Mi primera droga fue el dulce de leche." Extraído de la historia clínica del poeta. 















Valle de la muerte de muñecas y osos de peluche


Valle de la muerte de muñecas
Improvisada fosa a cielo abierto
A la vista de todos
Y todas
Yacen los cadáveres
Sin vida fantástica
Purgando su pecados
¿A qué niñas les habrán fallado?
¿Qué culpas les arrebató la vida?
Miro su delicados cuerpos
Mientras las lágrimas
Recorren mis mejillas
Una niña en esa cuadra
Ha dejado de creer
Y con su frustración
Condenó a sus muñecas
Solo hace falta ver
El estado de sus inocentes muñecas
Que ya no podrán crecer más
Ya no mas fantasías
Ya no mas juegos de familia
Ya no mas jugar a la mamá;
Cerca de las muñecas
Un oso de peluche agoniza:
"El señor oso es mi pastor
nada me faltará
En lugares de delicados pastos 
Me hará descansar"
Lo oigo susurrar
Con agua de un charco
bendigo su alma
Ya estás listo querido oso
"Yo solo quería jugar"
Escucho y sigo llorando
La muerte es solo un paso más.


"Mi primera droga fue el dulce de leche." Extraído de la historia clínica del poeta. 





domingo, 15 de enero de 2017

Re-flexión

   Era ese momento de calma asfixiante cuando los pensamientos podían ordenarse y clasificarse para su rigurosa meditación. "A veces lo mejor es no pensar", pensó y se echó a reír a carcajadas en medio de la penumbra de la habitación. No hay nada mejor que reír a veces, a veces, y no de vez en cuando¿Cuál será la diferencia? Entonces, cuando todo desapareció a su alrededor, fue cuando se dio cuenta de que la realidad podía llegar a ser maleable, por decirlo de alguna manera.





Fragmentos perdidos del poeta



Re-flexión

   Era ese momento de calma asfixiante cuando los pensamientos podían ordenarse y clasificarse para su rigurosa meditación. "A veces lo mejor es no pensar", pensó y se echó a reír a carcajadas en medio de la penumbra de la habitación. No hay nada mejor que reír a veces, a veces, y no de vez en cuando¿Cuál será la diferencia? Entonces, cuando todo desapareció a su alrededor, fue cuando se dio cuenta de que la realidad podía llegar a ser maleable, por decirlo de alguna manera.


Fragmentos perdidos del poeta

Duende de metal

Visión de medusas y serpientes

Vengan a mí 


En este instante de algarabía


Vengan y no me dejen caer


Que ya he hecho todo lo posible para poder seguir en pie


Mi osamenta reclama descanso 


Al igual que mi alma





Ya no hay donde correr


Ni a donde ir


Hasta mañana duende de metal


Que tanta compañía me haces.





"No tomo Coca-Cola porque me hace rechinar los dientes". Anotado a lado del espejo del baño del poeta.















Duende de metal

Visión de medusas y serpientes
Vengan a mí 
En este instante de algarabía
Vengan y no me dejen caer
Que ya he hecho todo lo posible para poder seguir en pie
Mi osamenta reclama descanso 
Al igual que mi alma

Ya no hay donde correr
Ni a donde ir
Hasta mañana duende de metal
Que tanta compañía me haces.

"No tomo Coca-Cola porque me hace rechinar los dientes". Anotado a lado del espejo del baño del poeta.




sábado, 14 de enero de 2017

Necrópolis

Ciudad de cenizas

Y habitantes sin voz

Las memorias se mezclan

Entre los arrullos de palomas

Y cantos de urracas desconocidas



Paseos tristes

Y el adjetivo no es suficiente

Para el viento caliente

Que me otorga el privilegio del olvido

Aunque sea por un segundo



¿Dónde han quedado la voces?

La del poeta

La del trabajador

La de mamá

Dónde



Fechas y fotos

Mármol y bronces

Ángeles y bandoneones

Y yo sigo caminando

Sin querer llegar



Cada vez mas

Me esperan en la inmortal ciudad

Allí está mi abuela

Paso a visitar a mi amigo

Mi tía y mamá juntas están



Sin embargo voy contento

Tiempo de sobra hay

La tristeza no es eterna

Mi abuela me enseñó eso

Todo esto también pasará.




Necrópolis

Ciudad de cenizas
Y habitantes sin voz
Las memorias se mezclan
Entre los arrullos de palomas
Y cantos de urracas desconocidas

Paseos tristes
Y el adjetivo no es suficiente
Para el viento caliente
Que me otorga el privilegio del olvido
Aunque sea por un segundo

¿Dónde han quedado la voces?
La del poeta
La del trabajador
La de mamá
Dónde

Fechas y fotos
Mármol y bronces
Ángeles y bandoneones
Y yo sigo caminando
Sin querer llegar

Cada vez mas
Me esperan en la inmortal ciudad
Allí está mi abuela
Paso a visitar a mi amigo
Mi tía y mamá juntas están

Sin embargo voy contento
Tiempo de sobra hay
La tristeza no es eterna
Mi abuela me enseñó eso
Todo esto también pasará.

viernes, 13 de enero de 2017

Café del faro

   Buscó en sus ojos un leve destello de aprobación a su propuesta. Su propuesta era osada, clausuraba el resto de sus vidas. Él estaba enamorado, ella no. Él propuso matrimonio, una vida juntos, hijos, amaneceres románticos, en la salud como en la enfermedad y toda la cursilería barata que, a ella, le desagradaba tanto. Pero él estaba enamorado de su propias ideas, fantasías y pensamientos. Creía que con un discurso bien armado y recitando de vez en cuando algún verso de Bécquer iba a conquistar su alejado corazón. Ella también lo había clausurado. Su respuesta fue contundente. Como toda respuesta. A la corta o la larga un rechazo es un rechazo, y en esto esa contundencia puede llegar a ser terriblemente doloroso, devastador. Convengamos de que él no fue a buscar un rechazo cuando la citó en el viejo café del faro. Ni siquiera en su más remotas fantasías estaba  la posibilidad de que ella finalmente se alejara de su vida. Y así fue. Un rechazo, o mejor, la posibilidad de que ella también pueda elegir. Porque el tono de su propuesta fue interrogativa y en ese tono ella tenía opción. Aunque nunca pensó en que él pudiera llegar a tan lejos. Si solo eran amigos con algún encuentro intimo de vez en cuando. Ella creía que la relación  era una relación pasajera como tantas otras. Creía que eso él lo entendía en su supuesta  personalidad de hombre maduro y autónomo. Mientras hablaba ella pensaba en qué momento él se había vuelto loco. Porque lo vio en su mirada ardiente de pupilas dilatadas. Él había enloquecido de amor, pero de un amor imaginario que solo transcurría en su propia mente estimulada por sus besos, caricias y el perfume que ella dejaba en las sabanas.

   Ella sabia ,mientras revolvía el café, que su respuesta lo iba a herir. Trató de ser dulce y precavida mientras iba armando las oraciones previas a la conclusión final. Cuando finalmente llegó, la conclusión, ella, sostuvo su mirada firme sobre los de él. Él sintió estremecerse como las olas que en ese momento rompían debajo del viejo café. Se podría decir que la negativa de ella fue una explosión de esas feroces olas. Una metáfora que describía con exactitud la situación: explosiva, fría y cortante. Trató de buscar algún signo, alguna fisura en su inmutable rostro. Algo que le diga que ella estuviera bromeando, o por lo menos que lo pensaría. Pero no hubo nada de eso.

  En la vereda del café se despidieron tímidamente con un beso en las mejillas. Mientras él se disponía a acomodarse en su auto, ella lo observaba de pie en la acera. Ya dentro del automóvil, acomodó el espejo retrovisor. Encendió el motor y al ir alejándose volvió a acomodar el espejo retrovisor para no perder la figura de ella. Su vista quedó fija en el espejo y en la imagen de ella. Cada metro que se alejaba su corazón latía con más furia, su pecho se cerraba y las lágrimas bañaban su afligido rostro. En ningún momento sacó su mirada del espejo. En ningún momento atinó a frenar. En ningún momento estuvo en sus posibilidades girar para evitar los muros del paseo peatonal costero. Ella lo advirtió y quiso ir en su ayuda. Esa fue la última imagen que él registró de ella. Tras romper el muro, el automóvil impactó sobre las rocas en el mismo instante en que una furiosa ola también rompía. Luego del impacto el automóvil se acomodó en el agua. Él pudo haber escapado pero se quedó en el interior mientras la inundación se iba devorando el poco oxigeno que quedaba. Sabemos que se llevó consigo a la otra vida la imagen de ella.

   Ya nada sabemos de ella. Sabemos que se ha formado una tradición y no sabemos cómo se formó. En el lugar de la colisión las parejas se declaran su amor con una vela encendida en un pagano santuario que recuerda la tragedia. La tradición dice que si se la vela no se apaga por acción del viento o del agua que salpica por la rompiente de la olas la  fortuna acompañará a la pareja. Algunos mas osados bajan al lugar de la rocas y se besan apasionadamente hasta mojarse totalmente.





Dice la leyenda que el día que el poeta conoció a Maradona, tomaron tanta cocaína que no hubo alcohol suficiente para aplacar la ansiedad de los dos espíritus dionisíacos. Era tanta la manija que tenían que metieron  caño en un kiosco, y el kiosquero al reconocerlos les dijo: " ¡¿Para qué los fierros?! Acá tienen la plata. Este país está en deuda con ustedes". Dicho esto el  kiosquero también se sumó a la pandilla dionisíaca.



Café del faro

   Buscó en sus ojos un leve destello de aprobación a su propuesta. Su propuesta era osada, clausuraba el resto de sus vidas. Él estaba enamorado, ella no. Él propuso matrimonio, una vida juntos, hijos, amaneceres románticos, en la salud como en la enfermedad y toda la cursilería barata que, a ella, le desagradaba tanto. Pero él estaba enamorado de su propias ideas, fantasías y pensamientos. Creía que con un discurso bien armado y recitando de vez en cuando algún verso de Bécquer iba a conquistar su alejado corazón. Ella también lo había clausurado. Su respuesta fue contundente. Como toda respuesta. A la corta o la larga un rechazo es un rechazo, y en esto esa contundencia puede llegar a ser terriblemente doloroso, devastador. Convengamos de que él no fue a buscar un rechazo cuando la citó en el viejo café del faro. Ni siquiera en su más remotas fantasías estaba  la posibilidad de que ella finalmente se alejara de su vida. Y así fue. Un rechazo, o mejor, la posibilidad de que ella también pueda elegir. Porque el tono de su propuesta fue interrogativa y en ese tono ella tenía opción. Aunque nunca pensó en que él pudiera llegar a tan lejos. Si solo eran amigos con algún encuentro intimo de vez en cuando. Ella creía que la relación  era una relación pasajera como tantas otras. Creía que eso él lo entendía en su supuesta  personalidad de hombre maduro y autónomo. Mientras hablaba ella pensaba en qué momento él se había vuelto loco. Porque lo vio en su mirada ardiente de pupilas dilatadas. Él había enloquecido de amor, pero de un amor imaginario que solo transcurría en su propia mente estimulada por sus besos, caricias y el perfume que ella dejaba en las sabanas.
   Ella sabia ,mientras revolvía el café, que su respuesta lo iba a herir. Trató de ser dulce y precavida mientras iba armando las oraciones previas a la conclusión final. Cuando finalmente llegó, la conclusión, ella, sostuvo su mirada firme sobre los de él. Él sintió estremecerse como las olas que en ese momento rompían debajo del viejo café. Se podría decir que la negativa de ella fue una explosión de esas feroces olas. Una metáfora que describía con exactitud la situación: explosiva, fría y cortante. Trató de buscar algún signo, alguna fisura en su inmutable rostro. Algo que le diga que ella estuviera bromeando, o por lo menos que lo pensaría. Pero no hubo nada de eso.
  En la vereda del café se despidieron tímidamente con un beso en las mejillas. Mientras él se disponía a acomodarse en su auto, ella lo observaba de pie en la acera. Ya dentro del automóvil, acomodó el espejo retrovisor. Encendió el motor y al ir alejándose volvió a acomodar el espejo retrovisor para no perder la figura de ella. Su vista quedó fija en el espejo y en la imagen de ella. Cada metro que se alejaba su corazón latía con más furia, su pecho se cerraba y las lágrimas bañaban su afligido rostro. En ningún momento sacó su mirada del espejo. En ningún momento atinó a frenar. En ningún momento estuvo en sus posibilidades girar para evitar los muros del paseo peatonal costero. Ella lo advirtió y quiso ir en su ayuda. Esa fue la última imagen que él registró de ella. Tras romper el muro, el automóvil impactó sobre las rocas en el mismo instante en que una furiosa ola también rompía. Luego del impacto el automóvil se acomodó en el agua. Él pudo haber escapado pero se quedó en el interior mientras la inundación se iba devorando el poco oxigeno que quedaba. Sabemos que se llevó consigo a la otra vida la imagen de ella.
   Ya nada sabemos de ella. Sabemos que se ha formado una tradición y no sabemos cómo se formó. En el lugar de la colisión las parejas se declaran su amor con una vela encendida en un pagano santuario que recuerda la tragedia. La tradición dice que si se la vela no se apaga por acción del viento o del agua que salpica por la rompiente de la olas la  fortuna acompañará a la pareja. Algunos mas osados bajan al lugar de la rocas y se besan apasionadamente hasta mojarse totalmente.


Dice la leyenda que el día que el poeta conoció a Maradona, tomaron tanta cocaína que no hubo alcohol suficiente para aplacar la ansiedad de los dos espíritus dionisíacos. Era tanta la manija que tenían que metieron  caño en un kiosco, y el kiosquero al reconocerlos les dijo: " ¡¿Para qué los fierros?! Acá tienen la plata. Este país está en deuda con ustedes". Dicho esto el  kiosquero también se sumó a la pandilla dionisíaca.

jueves, 12 de enero de 2017

Campos de Elíseo

Campos de leche negra

Remolinos de color rojo

¿A dónde voy caminando?

Si no tengo pies

¿Qué es lo que voy susurrando?

Si no tengo lengua

Siento que percibo muchas cosas

Pero ni siquiera tengo un cuerpo

Sin embargo sigo atravesando los campos

Sigo viendo los campos de leche negra

Los remolinos ya no son de colores

Mi susurro

Mi aliento de fuego

Mis pensamientos  se desplazan

Sin ningún soporte

¿Era ayer?¿Era hoy?

No sé cuando empezó

Sé que empecé a atravesar

Tus agridulces campos de leche negra

Creí ser el remolino

Otra vez vuelvo a creer

Pero me convencí enseguida

Sé que estos campos de Elíseo son míos

Mis propios campos de Elíseo

Y no de nadie mas

En estos campos

En este mundo

Soy el único poeta

Soy el único que conoce los campos de leche negra

Soy el único que sabe del sabor (saber) agridulce de esta obscura leche

Soy el único que mora estas tierras

Tierras lejanas de remolinos

Sueños de Elíseo

Sueños de Carmabazepina

Los sueños de unos pocos

El precio es alto

Lo sé

El costo es barato

Lo sé

Pero he dado mi vida por estos voluptuosos campos

Ya estoy aquí

Si saber cuando empezó

Ni cómo

Ni por qué

Ya que he dado  mi vida

Porque mi cuerpo no sé donde está

Solo sé que seguiré

Desplazándome por estos campos

Me voy de esta página

De esta voz

Necesito descansar en mis campos

Adiós.







En el prólogo de la Antiantología poética, el poeta advertía de la sigilosa y sistemática introducción de la farmacología para el sustento de la vida diaria a través del consumo de Coca-Cola y el uso de  prendas Nike. Este prólogo luego daría origen a los famosos Apuntes de bioascética.




Campos de Elíseo

Campos de leche negra
Remolinos de color rojo
¿A dónde voy caminando?
Si no tengo pies
¿Qué es lo que voy susurrando?
Si no tengo lengua
Siento que percibo muchas cosas
Pero ni siquiera tengo un cuerpo
Sin embargo sigo atravesando los campos
Sigo viendo los campos de leche negra
Los remolinos ya no son de colores
Mi susurro
Mi aliento de fuego
Mis pensamientos  se desplazan
Sin ningún soporte
¿Era ayer?¿Era hoy?
No sé cuando empezó
Sé que empecé a atravesar
Tus agridulces campos de leche negra
Creí ser el remolino
Otra vez vuelvo a creer
Pero me convencí enseguida
Sé que estos campos de Elíseo son míos
Mis propios campos de Elíseo
Y no de nadie mas
En estos campos
En este mundo
Soy el único poeta
Soy el único que conoce los campos de leche negra
Soy el único que sabe del sabor (saber) agridulce de esta obscura leche
Soy el único que mora estas tierras
Tierras lejanas de remolinos
Sueños de Elíseo
Sueños de Carmabazepina
Los sueños de unos pocos
El precio es alto
Lo sé
El costo es barato
Lo sé
Pero he dado mi vida por estos voluptuosos campos
Ya estoy aquí
Si saber cuando empezó
Ni cómo
Ni por qué
Ya que he dado  mi vida
Porque mi cuerpo no sé donde está
Solo sé que seguiré
Desplazándome por estos campos
Me voy de esta página
De esta voz
Necesito descansar en mis campos
Adiós.


En el prólogo de la Antiantología poética, el poeta advertía de la sigilosa y sistemática introducción de la farmacología para el sustento de la vida diaria a través del consumo de Coca-Cola y el uso de  prendas Nike. Este prólogo luego daría origen a los famosos Apuntes de bioascética.


miércoles, 11 de enero de 2017

Mi hermano menor

Mamá no lo dijo

Pero yo lo sabía

Un hermano vendría

A hacerme compañía



¿Cuál será su nombre?

Quizás Ezequiel

Quizás Leandro

Quizás Lautaro



Pero mamá nada decía

Y no me animaba

A hacer la pregunta



¡Qué lindo saber que vas a tener a un hermano!

Alguien a quien cuidar

Alguien con quien compartir

La soledad ya no me iba a lastimar

Mi hermano estaba en camino



Escuché a mamá gritar y llorar en el baño

Yo no pude salir de mi habitación

Tía Angélica se la llevó

Habrá sido al hospital

Porque en el piso del pasillo había mucha sangre



En el baño también

Solo pude ver

Los pequeños pies de mi hermano

En el fondo del inodoro



Adiós pequeño inocente hermano

¿Qué hiciste para que mamá no te quiera?

¿Qué hice yo para que mamá me separe de mi hermano?



Mamá volvió del hospital

Mamá ya no es la misma.





"La patria es la plata del otro", escribió con materia fecal el poeta en la fachada de la  municipalidad al otro día de haber recibido el premio a la poesía real visceralista. Esto sería el comienzo de una larga procesión de internaciones en diferentes instituciones psiquiátricas.






Mi hermano menor

Mamá no lo dijo
Pero yo lo sabía
Un hermano vendría
A hacerme compañía

¿Cuál será su nombre?
Quizás Ezequiel
Quizás Leandro
Quizás Lautaro

Pero mamá nada decía
Y no me animaba
A hacer la pregunta

¡Qué lindo saber que vas a tener a un hermano!
Alguien a quien cuidar
Alguien con quien compartir
La soledad ya no me iba a lastimar
Mi hermano estaba en camino

Escuché a mamá gritar y llorar en el baño
Yo no pude salir de mi habitación
Tía Angélica se la llevó
Habrá sido al hospital
Porque en el piso del pasillo había mucha sangre

En el baño también
Solo pude ver
Los pequeños pies de mi hermano
En el fondo del inodoro

Adiós pequeño inocente hermano
¿Qué hiciste para que mamá no te quiera?
¿Qué hice yo para que mamá me separe de mi hermano?

Mamá volvió del hospital
Mamá ya no es la misma.


"La patria es la plata del otro", escribió con materia fecal el poeta en la fachada de la  municipalidad al otro día de haber recibido el premio a la poesía real visceralista. Esto sería el comienzo de una larga procesión de internaciones en diferentes instituciones psiquiátricas.


Desapego

Se desprendió de mí

Sin avisar y sin temor

Entonces pensé que me había equivocado



Puede ser

Siempre existe la posibilidad



Total ya sé

Sé que soy un fracaso

Un perdedor como Beck



No sé nada del amor

No podría deletrearlo

Mucho menos de los fonemas

O morfemas que la componen



Se desprendió de mí

No por mi gramática

O mi mal aliento

O mi falta de cultura

O que nunca recordé la fecha de su cumpleaños



No



Ella se desprendió de mí

No necesitaba avisar

Tampoco amarme



Solamente yo imaginé

Que nuestro amor era real



No señor



Nada de esa fabula fue real

Por eso

Porque era una fabula



Yo era una estatua de marfil

Con forma de elefante

Y me enamoré de ella



Un domingo de limpieza

Ella se desprendió de mí

Ahora viajo en una bolsa de consorcio negra

Ahora escucho como se compacta la basura

En la parte trasera del camión recolector.







Uno de los pocos manuscritos que sobrevivieron a la quema de libros en el primer aniversario de la Revolución Marciana. El primer ministro marciano fue el que rescató del fuego este original que envió el poeta al distinguido funcionario para su cumpleaños.






Desapego

Se desprendió de mí
Sin avisar y sin temor
Entonces pensé que me había equivocado

Puede ser
Siempre existe la posibilidad

Total ya sé
Sé que soy un fracaso
Un perdedor como Beck

No sé nada del amor
No podría deletrearlo
Mucho menos de los fonemas
O morfemas que la componen

Se desprendió de mí
No por mi gramática
O mi mal aliento
O mi falta de cultura
O que nunca recordé la fecha de su cumpleaños

No

Ella se desprendió de mí
No necesitaba avisar
Tampoco amarme

Solamente yo imaginé
Que nuestro amor era real

No señor

Nada de esa fabula fue real
Por eso
Porque era una fabula

Yo era una estatua de marfil
Con forma de elefante
Y me enamoré de ella

Un domingo de limpieza
Ella se desprendió de mí
Ahora viajo en una bolsa de consorcio negra
Ahora escucho como se compacta la basura
En la parte trasera del camión recolector.



Uno de los pocos manuscritos que sobrevivieron a la quema de libros en el primer aniversario de la Revolución Marciana. El primer ministro marciano fue el que rescató del fuego este original que envió el poeta al distinguido funcionario para su cumpleaños.


lunes, 9 de enero de 2017

Creí

Creí encontrar la frase perfecta

La imagen perfecta

La metáfora perfecta

Pero siempre algo falla

Indefectiblemente



Algo me molestaba

Un mosquito me picaba

Mi lapicera se quedaba sin tinta

La luna me traicionaba

Y se escondía detrás de alguna nube; también traicionera



Creí

Siempre escribo "creer"

Siempre dudo

O planto la semilla de la duda



En realidad no creí

¿Por qué?



Porque no estaba inspirado

Porque la luna no me había traicionado

(La luna y las nubes no saben traicionar)

Porque mi lapicera tenía tinta

Y no había mosquitos esa noche



Entonces sí



Pude encontrar la frase perfecta

La imagen perfecta

La metáfora perfecta

Y ya nada falló



"Indefectiblemente"

Esa palabra hay que borrarla



En realidad no había nada que me molestara.





" Una cosa es la sensación de la locura , divertida, inocente y dulce; otra muy distinta es estar volviéndose realmente loco, agónica, desesperante y suicida". Escrito al pie del manuscrito, los grafólogos hasta el día de la fecha no se ponen de acuerdo si esta cita fue escrita por el poeta.



Creí

Creí encontrar la frase perfecta
La imagen perfecta
La metáfora perfecta
Pero siempre algo falla
Indefectiblemente

Algo me molestaba
Un mosquito me picaba
Mi lapicera se quedaba sin tinta
La luna me traicionaba
Y se escondía detrás de alguna nube; también traicionera

Creí
Siempre escribo "creer"
Siempre dudo
O planto la semilla de la duda

En realidad no creí
¿Por qué?

Porque no estaba inspirado
Porque la luna no me había traicionado
(La luna y las nubes no saben traicionar)
Porque mi lapicera tenía tinta
Y no había mosquitos esa noche

Entonces sí

Pude encontrar la frase perfecta
La imagen perfecta
La metáfora perfecta
Y ya nada falló

"Indefectiblemente"
Esa palabra hay que borrarla

En realidad no había nada que me molestara.


" Una cosa es la sensación de la locura , divertida, inocente y dulce; otra muy distinta es estar volviéndose realmente loco, agónica, desesperante y suicida". Escrito al pie del manuscrito, los grafólogos hasta el día de la fecha no se ponen de acuerdo si esta cita fue escrita por el poeta.

domingo, 8 de enero de 2017

Antropólogo

"Decís que cuando él te golpea no te importa,

porque cuando él te hiere, te sentís viva,
¿es eso?."

Stay, U2





    El antro parece una canción de Franz Ferdinand  en versión death metal. Bien podría ser una versión de Cannibal Corpse; pero Cannibal Corpse con Chris Barnes, no con George Fisher. Me encuentro en el antro con la consciencia totalmente expandida. El responsable de esta expansión a otras dimensiones es el Artane (medicación para el mal de parkinson y llamada en al calle el ácido lisérgico de los pobres). Lineas de pensamiento divergentes brotan desde el vaso de cerveza, atraviesan mi cerebro dañado y aturdido; golpean sobre las otras mesas, el techo, pechean con la música como si fuera una riña de gallos, van hasta el baño y vuelven con una gama de melodías imperceptibles para la consciencia ordinaria. Se detienen sobre el vaso de cerveza, me miran como pidiendo permiso y se sumergen en el vaso, entre la espuma. Vuelve a empezar el ciclo, el vals.

    Pienso en la fusión entre Franz Ferdiand y Cannibal Corpse. Sonrió mientras veo mi cara desencajada en el fondo del vaso. Es una buena fusión. Si en la mañana hubiera escuchado a María Marta Serra Lima estaría ahora en el mismo punto. En este mismo antro, fusionando a la gorda Serra Lima con los Cannibal y sonriendo al reflejo de lo que, en apariencias, debería ser yo.

   El ambiente está denso en el antro. En cualquier momento se pudre. No sé cómo. Sé que va a ocurrir. Otra de las ventajas de esta expansión de consciencia, de la locura, de derribar las puertas de la realidad y la percepción. Una vez saliendo con el gordo Marcos de un Am/Pm que estaba en una esquina, pude visualizar un accidente, no andaba nadie por la calle. Pero al minuto chocan dos autos. Los mismos autos que había visto. Le conté el flash al gordo. Me dijo que yo  provoqué al accidente; es más, me dice que yo mismo materialicé los autos, que estos no existían hasta que los flasheé. Siempre me quedé con la duda. El gordo siempre fue convincente a la hora de defender sus argumentos por más inverosímiles que sean. El gordo vivía de eso. Pero eso es otro tema.

   El tiempo cada vez corre más lento. Todos los objetos aumentan su densidad y peso especifico. Es como esos sueños en los que se quiere correr y las extremidades no responden. La única extremidad que me responde es el brazo derecho para levantar el vaso. El resto ni idea. Ver la realidad de esta manera. saber todos los movimientos que uno va a hacer, lo que va a hacer el resto. Hace años que mi vida trascurre lenta, sabiendo lo que va a pasar. No hay control, es como mirar una película que empieza todos los días y no se sabe cuando va a terminar. La locura es confusa.

   La única certeza es que estoy en el antro. De todos los que están en la mesa solo conozco a uno, el resto nada. Tampoco cómo llegué, con quién y hace cuánto que estoy acá sentado empinando y empinando. Llega otra ronda de cervezas bien cargadas y con mucha espuma."¡A dónde me lleva la vida!", grito levantando el vaso y en honor a la canción de La renga. Mojo mi nariz con espuma de cerveza. Todos levantan sus vasos, mi sonrisa debe estar tan deformada como un cuadro de Dalí. Sigue el jolgorio. Yo vuelvo a mi reflexión anterior. Se está por pudrir todo. Dejo el vaso en la mesa y comienzo a barrer con mis dos ojos achinados que se parecen a dos tajos poco profundos sobre mi cara. Si me vieran desde afuera, yo estaría mirando por un periscopio el avance de las naves enemigas y preparando la estrategia.

   El antro está en un subsuelo. Música peruana al palo. Peruanos drogados y borrachos. Peruanas drogadas y laburando de pungas y yiro. En mi cabeza hay dos capas sonoras. La primera corresponde a la música del local y la otra en al que está corriendo en mi cabeza. En mi mente psicotrópica sigue la mixtura de Cannibal Franz. El nombre perfecto para una banda tributo a dos estilos antagónicos. Mis compañeros de mesa se dan cuenta de la divagación en la que estoy hace rato. Me sorprenden con los ojos achinados mirando a mi alrededor, como queriendo transmitir las brillantes ideas que estoy elaborando. Por un momento creo que hace horas estamos hablando de esta banda tributo y que, la razón por la que estamos reunidos, es el nacimiento del proyecto. Alguien dice algo. Esto lo infiero por que veo como mueve la boca de manera muy lenta y el resto lo escucha atentamente. En efecto, pero por lo visto no hablan del proyecto. Todos vuelven su mirada hacía mí y ríen. Saben que estoy drogado. Se alzan los vasos para brindar. Por qué es el brindis, ni idea. Tengo que recurrir a un poco de energía psíquica extra poder coordinar el choque de los vasos. Sale todo a la perfección. Pero este esfuerzo extra me ha cansado de sobremanera. Suspiro profundamente sintiendo todo el peso de mi cuerpo apoyado en la silla. También siento el peso de la presión atmosférica presionando mi cuerpo. También la fuerza de gravedad atrayéndome hacia el suelo.

  Dejo caer mis dos brazos a mis costados como si estuvieran muertos. Me arqueo sobre la silla y vuelvo a mirar el lugar por donde va a irrumpir la pelea.

   Hay dos peruanos y una peruana en un rincón. Uno de los peruanos le dice algo a la peruana. El peruano se ríe con su compadre. La peruana se siente zarpada y le da un cachetazo. El estruendo de la cachetada tapa a la música y todos se dan vuelta a mirar. El peruano cacheteado agarra a la peruana del cuello y le da una piña tras otra. El otro peruano para parar a su compadre de la ira que no lo deja ver que le está pegando a una mujer; le da una piña al estilo Vulgar Display Of Power  de Pantera. Veo toda la secuencia completa. El peruano cae desparramado tragando sangre. Poesía pura.

   Lo onda expansiva de la piña abarca todo el antro. Una silla vuela y cae sobre los peruanos. Empiezan a volar las botellas y todo se descontrola de manera ricotera. Palos de pool se rompen sobre las espaldas descuidadas. Las botellas cortan caras y antebrazos. Sangre brota de todos lados. Me voy moviendo en cámara lenta. Veo como una botella se dirige a mí. Sé que no me va a tocar. Siento como pasa cerca de mi cabeza y puedo ver la estela de la energía cinética. La botella explota en mil millones de pedazos sobre la cantora y se termina la música. La única música de cámara que se escucha son la de las sillas y mesas astillándose, botellas rotas, gritos de dolor, puteadas.

   La peruana trompeada se incorpora de manera brutal. Tiene la cara hinchada por los golpes, parece un muñeco. Busca con furia en la mirada al peruano cobarde. Ya lo detectó. Se levanta la minifalda, flexiona las rodillas, se corre la tanga y desde el interior de su vulva saca una navaja automática. La imagen es digna del Tomb of the mutilated, uno de los mejores discos de Cannibal Corpse con Chris Barnes. La peruana aprieta el botón de la navaja y sale con furia el acero vengador. La peruana y la navaja son como un perro de pelea ansiosos por cumplir con su propósito: lastimar y matar.

   La escena es digan de La ilíada. La peruana se va abriendo paso en la pelea o quizás la pelea le abre paso para que llegue con su adversario. Llega y 4 o 5 puñaladas son acertadas en el estómago del peruano. Este, en un acto reflejo trata de contener la sangre con sus manos pero es inútil. Homero hubiera eyaculado con esta batalla. La peruana al ver cumplido su propósito se escabulle en la oscuridad con la minifalda levantada y la sangre en la navaja. Nunca más volverá a salir.

   Escapo como puedo por la escalera que da a la salida. En la vereda se escucha el cachengue. Está amaneciendo. Salgo caminando con la sangre alterada. Toda la adrenalina que drenó mi cerebro se está yendo. En la calle no anda nadie. Parece que va a a ser un día agradable. Antes de llegar a la esquina visualizo un choque. Me distraigo con un gato negro  que cruzó frente a mí. Me agarro el testículo izquierdo. Cuando vuelvo mi atención sobre la esquina chocan dos autos. Inmediatamente pienso en el gordo Marco. ¿No habré provocado yo la pelea en el antro?



 





   La fascinación del poeta por Lautréamont, llevó a este a alquilar por un tiempo el departamento de la calle Faubourg-Montmartre  de la ciudad parisina donde murió prematuramente Ducasse. Repitiendo el rito que hizo famoso al conde entre su vecinos, el de tocar el piano a cualquier hora de la madrugada cuando terminaba un canto; nuestro Poeta no tocaba el piano, tocaba con una guitarra antigua con perillas de interruptor eléctrica domiciliaria ,El ojo blindado de Sumo. 

Antropólogo

"Decís que cuando él te golpea no te importa,
porque cuando él te hiere, te sentís viva,
¿es eso?."
Stay, U2


    El antro parece una canción de Franz Ferdinand  en versión death metal. Bien podría ser una versión de Cannibal Corpse; pero Cannibal Corpse con Chris Barnes, no con George Fisher. Me encuentro en el antro con la consciencia totalmente expandida. El responsable de esta expansión a otras dimensiones es el Artane (medicación para el mal de parkinson y llamada en al calle el ácido lisérgico de los pobres). Lineas de pensamiento divergentes brotan desde el vaso de cerveza, atraviesan mi cerebro dañado y aturdido; golpean sobre las otras mesas, el techo, pechean con la música como si fuera una riña de gallos, van hasta el baño y vuelven con una gama de melodías imperceptibles para la consciencia ordinaria. Se detienen sobre el vaso de cerveza, me miran como pidiendo permiso y se sumergen en el vaso, entre la espuma. Vuelve a empezar el ciclo, el vals.
    Pienso en la fusión entre Franz Ferdiand y Cannibal Corpse. Sonrió mientras veo mi cara desencajada en el fondo del vaso. Es una buena fusión. Si en la mañana hubiera escuchado a María Marta Serra Lima estaría ahora en el mismo punto. En este mismo antro, fusionando a la gorda Serra Lima con los Cannibal y sonriendo al reflejo de lo que, en apariencias, debería ser yo.
   El ambiente está denso en el antro. En cualquier momento se pudre. No sé cómo. Sé que va a ocurrir. Otra de las ventajas de esta expansión de consciencia, de la locura, de derribar las puertas de la realidad y la percepción. Una vez saliendo con el gordo Marcos de un Am/Pm que estaba en una esquina, pude visualizar un accidente, no andaba nadie por la calle. Pero al minuto chocan dos autos. Los mismos autos que había visto. Le conté el flash al gordo. Me dijo que yo  provoqué al accidente; es más, me dice que yo mismo materialicé los autos, que estos no existían hasta que los flasheé. Siempre me quedé con la duda. El gordo siempre fue convincente a la hora de defender sus argumentos por más inverosímiles que sean. El gordo vivía de eso. Pero eso es otro tema.
   El tiempo cada vez corre más lento. Todos los objetos aumentan su densidad y peso especifico. Es como esos sueños en los que se quiere correr y las extremidades no responden. La única extremidad que me responde es el brazo derecho para levantar el vaso. El resto ni idea. Ver la realidad de esta manera. saber todos los movimientos que uno va a hacer, lo que va a hacer el resto. Hace años que mi vida trascurre lenta, sabiendo lo que va a pasar. No hay control, es como mirar una película que empieza todos los días y no se sabe cuando va a terminar. La locura es confusa.
   La única certeza es que estoy en el antro. De todos los que están en la mesa solo conozco a uno, el resto nada. Tampoco cómo llegué, con quién y hace cuánto que estoy acá sentado empinando y empinando. Llega otra ronda de cervezas bien cargadas y con mucha espuma."¡A dónde me lleva la vida!", grito levantando el vaso y en honor a la canción de La renga. Mojo mi nariz con espuma de cerveza. Todos levantan sus vasos, mi sonrisa debe estar tan deformada como un cuadro de Dalí. Sigue el jolgorio. Yo vuelvo a mi reflexión anterior. Se está por pudrir todo. Dejo el vaso en la mesa y comienzo a barrer con mis dos ojos achinados que se parecen a dos tajos poco profundos sobre mi cara. Si me vieran desde afuera, yo estaría mirando por un periscopio el avance de las naves enemigas y preparando la estrategia.
   El antro está en un subsuelo. Música peruana al palo. Peruanos drogados y borrachos. Peruanas drogadas y laburando de pungas y yiro. En mi cabeza hay dos capas sonoras. La primera corresponde a la música del local y la otra en al que está corriendo en mi cabeza. En mi mente psicotrópica sigue la mixtura de Cannibal Franz. El nombre perfecto para una banda tributo a dos estilos antagónicos. Mis compañeros de mesa se dan cuenta de la divagación en la que estoy hace rato. Me sorprenden con los ojos achinados mirando a mi alrededor, como queriendo transmitir las brillantes ideas que estoy elaborando. Por un momento creo que hace horas estamos hablando de esta banda tributo y que, la razón por la que estamos reunidos, es el nacimiento del proyecto. Alguien dice algo. Esto lo infiero por que veo como mueve la boca de manera muy lenta y el resto lo escucha atentamente. En efecto, pero por lo visto no hablan del proyecto. Todos vuelven su mirada hacía mí y ríen. Saben que estoy drogado. Se alzan los vasos para brindar. Por qué es el brindis, ni idea. Tengo que recurrir a un poco de energía psíquica extra poder coordinar el choque de los vasos. Sale todo a la perfección. Pero este esfuerzo extra me ha cansado de sobremanera. Suspiro profundamente sintiendo todo el peso de mi cuerpo apoyado en la silla. También siento el peso de la presión atmosférica presionando mi cuerpo. También la fuerza de gravedad atrayéndome hacia el suelo.
  Dejo caer mis dos brazos a mis costados como si estuvieran muertos. Me arqueo sobre la silla y vuelvo a mirar el lugar por donde va a irrumpir la pelea.
   Hay dos peruanos y una peruana en un rincón. Uno de los peruanos le dice algo a la peruana. El peruano se ríe con su compadre. La peruana se siente zarpada y le da un cachetazo. El estruendo de la cachetada tapa a la música y todos se dan vuelta a mirar. El peruano cacheteado agarra a la peruana del cuello y le da una piña tras otra. El otro peruano para parar a su compadre de la ira que no lo deja ver que le está pegando a una mujer; le da una piña al estilo Vulgar Display Of Power  de Pantera. Veo toda la secuencia completa. El peruano cae desparramado tragando sangre. Poesía pura.
   Lo onda expansiva de la piña abarca todo el antro. Una silla vuela y cae sobre los peruanos. Empiezan a volar las botellas y todo se descontrola de manera ricotera. Palos de pool se rompen sobre las espaldas descuidadas. Las botellas cortan caras y antebrazos. Sangre brota de todos lados. Me voy moviendo en cámara lenta. Veo como una botella se dirige a mí. Sé que no me va a tocar. Siento como pasa cerca de mi cabeza y puedo ver la estela de la energía cinética. La botella explota en mil millones de pedazos sobre la cantora y se termina la música. La única música de cámara que se escucha son la de las sillas y mesas astillándose, botellas rotas, gritos de dolor, puteadas.
   La peruana trompeada se incorpora de manera brutal. Tiene la cara hinchada por los golpes, parece un muñeco. Busca con furia en la mirada al peruano cobarde. Ya lo detectó. Se levanta la minifalda, flexiona las rodillas, se corre la tanga y desde el interior de su vulva saca una navaja automática. La imagen es digna del Tomb of the mutilated, uno de los mejores discos de Cannibal Corpse con Chris Barnes. La peruana aprieta el botón de la navaja y sale con furia el acero vengador. La peruana y la navaja son como un perro de pelea ansiosos por cumplir con su propósito: lastimar y matar.
   La escena es digan de La ilíada. La peruana se va abriendo paso en la pelea o quizás la pelea le abre paso para que llegue con su adversario. Llega y 4 o 5 puñaladas son acertadas en el estómago del peruano. Este, en un acto reflejo trata de contener la sangre con sus manos pero es inútil. Homero hubiera eyaculado con esta batalla. La peruana al ver cumplido su propósito se escabulle en la oscuridad con la minifalda levantada y la sangre en la navaja. Nunca más volverá a salir.
   Escapo como puedo por la escalera que da a la salida. En la vereda se escucha el cachengue. Está amaneciendo. Salgo caminando con la sangre alterada. Toda la adrenalina que drenó mi cerebro se está yendo. En la calle no anda nadie. Parece que va a a ser un día agradable. Antes de llegar a la esquina visualizo un choque. Me distraigo con un gato negro  que cruzó frente a mí. Me agarro el testículo izquierdo. Cuando vuelvo mi atención sobre la esquina chocan dos autos. Inmediatamente pienso en el gordo Marco. ¿No habré provocado yo la pelea en el antro?

 

   La fascinación del poeta por Lautréamont, llevó a este a alquilar por un tiempo el departamento de la calle Faubourg-Montmartre  de la ciudad parisina donde murió prematuramente Ducasse. Repitiendo el rito que hizo famoso al conde entre su vecinos, el de tocar el piano a cualquier hora de la madrugada cuando terminaba un canto; nuestro Poeta no tocaba el piano, tocaba con una guitarra antigua con perillas de interruptor eléctrica domiciliaria ,El ojo blindado de Sumo. 

Una navidad diferente

  “Cuando miras largo tiempo a un abismo, también éste mira dentro de ti” Friedrich Nietzsche        Pasó por la puerta principa...