miércoles, 22 de enero de 2020

Chupacabras











Al Panki lo encontramos en la entrada de Los inmortales mangueado monedas para comprar merca. Lo preguntamos a dónde había una onda piola. Nos dijo que él pegaba en lo del Panza. Con lo que tenía él y con lo que teníamos nosotros encaramos por Corrientes hasta el Bajo. El conventillo en donde tiraba el Panza quedaba en la calle Azopardo, en la otra cuadra de la C.G.T. No bajamos finalmente por Corrientes; en Lavalle doblamos para Avenida de Mayo para comprar unos vinos en un kiosko que estaba en Defensa.

   El Panki no paraba de hablar. Y el Panki estaba vestido como todo Panki: campera de cuero, borcegos, cresta. Pasamos por un salón o boliche cheto de Avenida de Mayo. El Panki se asustó al ver a los chetos inflados de anabólicos y chombas importadas. Cuando pasó el peligro para él nos contó que cuando era guacho lo había agarrado una patota rugbiers. Él estaba escabiando con un par en una plaza por la paternal y los giles se bajaron de una camioneta con bates y cobraron todos los pankis. Casi los mataron. La quijada derecha se la rompieron a batazos. Ahora tenía una placa de titanio puesta en su lugar.

   Cometió el error de decir que la placa valía 500 dolares. Justo nos vio cuando nos cruzamos las miradas con el Chaqueño."No, no", decía el Panki, "me tienen que matar". Lo tomamos a la joda. Ya teníamos el vino, nos faltaba la merca y alguna puta.

   La merca del Panza era una merca flaca, mucho corte; pero antes que ir a la villa estaba bien. Nos tomamos toda la merca, el vino; al Panki los perdimos cuando ya era de día. Andábamos relocos con el Chaqueño bardeando a todo el mundo; meando en la puerta de los negocios, queriendo pelear. El sexo lo encontramos en el conventillo de Corrientes y Larrea. Cómo terminamos ahí, sabrá dios. Había un par de minas, un trava, gente fumando base; lo de siempre.

   Yo lo crucé al Panki un par de veces más: una en la 31 comprando gilada y otra en Hecho en Buenos Aires. El Chaqueño nunca lo mencionó después de ir a hacer la maniobra en lo del Panza. Creo que dos años después de esa vuelta, el viejo Atilio nos dijo que lo habían encontrado muerto adentro de un edifico abandonado por la zona del Abasto. En esa época el chupacabras andaba haciendo estragos por los campos argentinos. En los diarios y en la televisión siempre aparecía una nueva víctima del chupacabras. Era imposible no enterarse. Me acuerdo haber leído la noticia en La razón. Siempre pedía el diario a los que lo luqueaban a cambio de algunas monedas. En esa nota había fotos y descripciones de las mutilaciones del chupacabras. En la calle empezó a correr el rumor de que al Panki lo había matado el Chupacabras, ya que le faltaba parte de la quijada derecha cuando lo encontraron.














































































Chupacabras






Al Panki lo encontramos en la entrada de Los inmortales mangueado monedas para comprar merca. Lo preguntamos a dónde había una onda piola. Nos dijo que él pegaba en lo del Panza. Con lo que tenía él y con lo que teníamos nosotros encaramos por Corrientes hasta el Bajo. El conventillo en donde tiraba el Panza quedaba en la calle Azopardo, en la otra cuadra de la C.G.T. No bajamos finalmente por Corrientes; en Lavalle doblamos para Avenida de Mayo para comprar unos vinos en un kiosko que estaba en Defensa.
   El Panki no paraba de hablar. Y el Panki estaba vestido como todo Panki: campera de cuero, borcegos, cresta. Pasamos por un salón o boliche cheto de Avenida de Mayo. El Panki se asustó al ver a los chetos inflados de anabólicos y chombas importadas. Cuando pasó el peligro para él nos contó que cuando era guacho lo había agarrado una patota rugbiers. Él estaba escabiando con un par en una plaza por la paternal y los giles se bajaron de una camioneta con bates y cobraron todos los pankis. Casi los mataron. La quijada derecha se la rompieron a batazos. Ahora tenía una placa de titanio puesta en su lugar.
   Cometió el error de decir que la placa valía 500 dolares. Justo nos vio cuando nos cruzamos las miradas con el Chaqueño."No, no", decía el Panki, "me tienen que matar". Lo tomamos a la joda. Ya teníamos el vino, nos faltaba la merca y alguna puta.
   La merca del Panza era una merca flaca, mucho corte; pero antes que ir a la villa estaba bien. Nos tomamos toda la merca, el vino; al Panki los perdimos cuando ya era de día. Andábamos relocos con el Chaqueño bardeando a todo el mundo; meando en la puerta de los negocios, queriendo pelear. El sexo lo encontramos en el conventillo de Corrientes y Larrea. Cómo terminamos ahí, sabrá dios. Había un par de minas, un trava, gente fumando base; lo de siempre.
   Yo lo crucé al Panki un par de veces más: una en la 31 comprando gilada y otra en Hecho en Buenos Aires. El Chaqueño nunca lo mencionó después de ir a hacer la maniobra en lo del Panza. Creo que dos años después de esa vuelta, el viejo Atilio nos dijo que lo habían encontrado muerto adentro de un edifico abandonado por la zona del Abasto. En esa época el chupacabras andaba haciendo estragos por los campos argentinos. En los diarios y en la televisión siempre aparecía una nueva víctima del chupacabras. Era imposible no enterarse. Me acuerdo haber leído la noticia en La razón. Siempre pedía el diario a los que lo luqueaban a cambio de algunas monedas. En esa nota había fotos y descripciones de las mutilaciones del chupacabras. En la calle empezó a correr el rumor de que al Panki lo había matado el Chupacabras, ya que le faltaba parte de la quijada derecha cuando lo encontraron.






































Quise esconder mi dolor

En donde se esconde la luna

Pero no había lugar para mi dolor

Mi dolor era más grande que ella.



Quise esconderlo

En todas las calles agrestes, vacías, sucias

Pero siempre se las arregló

Para hacerse ver, hasta llegó

A los medios nacionales.



Traté de ahogarlo

Con mil millones de litros

De alcohol

Pero cada vez se volvía mas fuerte.



Cambié de estrategia

Y quise encerrarlo

En espejos desgarrados

Con cocaína. Al principio resultó

Pero los barrotes blancos

Cada vez eran más grandes y pesados

Mi cuerpo no lo soportaba

Hasta que finalmente huyó.



Probé quemarlo en las pipas de pasta base

Y lo único que quemé fueron

10.000 pipas y 10.000 piedras de dolor.



Pastillas, porro paraguayo, floripondio

Pegamento y todo lo que contenga tolueno

Escopolamina, atropina y carmabazepina:

Nada funcionó.



Como último intento probé con la poesía:

Funcionó.



Y funcionó porque no debía esconderlo

Ni negarlo; solo darle voz, palabras

Y tinta para que escriba lo que fue para él

Todo este tiempo.



Mi dolor ya no necesita esconderse

En donde se esconde la luna.

Tranquilamente puede ocupar

El ojo de una aguja.



Y yo estoy tranquilo

Mirando como la luna se esconde

Devorada por el día

En una mañana de enero.










Quise esconder mi dolor
En donde se esconde la luna
Pero no había lugar para mi dolor
Mi dolor era más grande que ella.

Quise esconderlo
En todas las calles agrestes, vacías, sucias
Pero siempre se las arregló
Para hacerse ver, hasta llegó
A los medios nacionales.

Traté de ahogarlo
Con mil millones de litros
De alcohol
Pero cada vez se volvía mas fuerte.

Cambié de estrategia
Y quise encerrarlo
En espejos desgarrados
Con cocaína. Al principio resultó
Pero los barrotes blancos
Cada vez eran más grandes y pesados
Mi cuerpo no lo soportaba
Hasta que finalmente huyó.

Probé quemarlo en las pipas de pasta base
Y lo único que quemé fueron
10.000 pipas y 10.000 piedras de dolor.

Pastillas, porro paraguayo, floripondio
Pegamento y todo lo que contenga tolueno
Escopolamina, atropina y carmabazepina:
Nada funcionó.

Como último intento probé con la poesía:
Funcionó.

Y funcionó porque no debía esconderlo
Ni negarlo; solo darle voz, palabras
Y tinta para que escriba lo que fue para él
Todo este tiempo.

Mi dolor ya no necesita esconderse
En donde se esconde la luna.
Tranquilamente puede ocupar
El ojo de una aguja.

Y yo estoy tranquilo
Mirando como la luna se esconde
Devorada por el día
En una mañana de enero.




domingo, 19 de enero de 2020

El ruiseñor de Schopenhauer

  En el segundo tomo de El mundo como voluntad y representación (1844), en el capítulo Sobre la estética de la poesía; Schopenhauer advierte sobre el problema que tiene la poesía de la época (romanticismo) al encorsetarla con la rima y la métrica. Fiel a su estilo cínico, ácido,lúcido y pedagógico trata a los poetas que se subordinan a la rima y la métrica de chapuceros(textual). Esto se debe, según Schopenhauer, a que el poeta tiene que captar la ideas platónicas y bajarlas, como si fuera una antena, con el lenguaje y alguna imagen o situación personal (¿arquetipos?). Para Schopenhauer es un problema la rima porque "un pensamiento torcido o falso puede hacerse pasar como verdadero".Ganan apariencia de verdadero al versificarlo. Para el filósofo el poeta tiene que bajar el poema de una. Si hay rima no tiene que ser forzada. Hay radica la diferencia entre los poetas superiores e inferiores. Los superiores escriben de una y los otros se pasan años corrigiendo y encorsentando el poema a la rima y la métrica. La única función de la rima es auditiva: adornar o hacer agradable las sucesiones de palabras para que al escucharse produzcan un impacto sonoro bello, nada más. El contenido, las ideas, lo que se quiere trasmitir pierde su potencia estética pedagógica si pensamos que pensamientos torcidos o falsos ganen apariencia de verdadero al versificarlos. Baudelaire sonríe, algunos hombre nacen póstumos. La poesía en prosa de Boudelaire está justificada por Schoepenhauer: en la juventud se prefiere el verso, en la madurez la prosa. Acá no hay manera de aparentar pensamientos.

   Borges cuando ensaya sobre El ruiseñor de Keats dialoga amigablemente con Schonpenahuer. Vale recordar que Borges, de manera autodidacta, aprende el idioma alemán para leer El mundo como voluntad y representación. Esto le valdría después para afirmar que La metamorfosis de Kafka es una mala traducción: La transformación es la cercano que admite la aduana de la lengua castellana.

   Keats a los 23 años escribe la Oda a un ruiseñor (1819). En un jardín inglés, con una salud débil y con poco conocimiento de literatura, en una noche eterna lúcida, Jhonn Keats escucha al ruiseñor que escuchó Ruth en las tierras Moab y que luego escuchó Ovidio, Shakespeare y un infame Reybufón. Ese canto le permite a Keats sentir su propia mortalidad. La pregunta es cómo hizo para llegar desde las tierras de Israel el canto del ruiseñor y ser traducida por el lenguaje ingles y, de paso, dejar una advertencia para las futuras generaciones.

   De los cinco comentaristas que hablan sobre El ruiseñor de Keats, Borges se queda con la de Amy Lowell, ya que ella afirma de que Keats se está refiriendo a la especie, no a un ruiseñor particular. Borges como conocedor de El mundo como voluntad y representación recuerda un pasaje que le vuela la peluca. Transcribo el pasaje que le vuela la peluca a Borges y donde se encontraría la clave:



"Preguntémonos con sinceridad si la golondrina de este verano es otra que la del primero y si realmente entre las dos el milagro de sacar algo de la nada ha ocurrido millones de veces para ser burlado otras tantas por la aniquilación absoluta. Quien me oiga asegurar que ese gato que está jugando ahí es el mismo que brincaba y que traveseaba en ese lugar hace trescientos años pensará de mí lo que quiera, pero locura más extraña es imaginar que fundamentalmente es otro". En el individuo está la especie y el ruiseñor de Ruth es es el Keats y el del Reybufón.



  La Oda al Ruiseñor data de 1819 y El mundo como voluntad y reprentación de 1844. Con pura sensibilidad poética y platónica Keats se adelantaba 25 años a una tesis de Schopenhauer.

   A partir de ahora la poesía se irá descorsetando a través de Baudelaire, Lautreamont, Rimbaud, Whitman, Ricardo Rojas; hasta llegar a Willian Carlos Willians y toda la generación Beat, el vorticismo, objetivismo y demases. La poesía suelta los grilletes de la rima y la métrica y comienza a ganar ritmo. Hoy el estado actual de la poesía es el ritmo. Entre el primer y segundo verso se encuentra el ritmo del poema y a partir de ahí que mandarle fruta. Hay que tomar la recomendación de Giorgio Agambem: el final del poema tiene que dar paso al silencio. El último verso es el que está soportando toda la estructura del poema. Si ese último verso es flojo, así como un cimiento, el poema se cae y no sirve de nada que tenga buen ritmo o que el tema que se trate sea inteligente, interesante o de sensibilidad espiritual. El poema se cae, pierde potencia estética.

  Trayendo a Schopenhauer de vuelta al ensayo me gustaría ponerlo en dialogo con Charly Garcia. En una conferencia de prensa en Montevideo en 2002 Charly abría el milenio tirando unas cuantas puntas. La música se hace como en una oficina, sacó la batería de este disco, sampleo aquel otro, careteo el riff de alguna canción conocida y pprrr: sale un disco fabricado con puro ritmo, sin melodía y armonía y zarpado en autotune. También habla de los tipos que acceden a tocar cualquier cosa pensando que después van a hacer su propia música. Para Charly se corrompen. También valdría para los que acceden a escribir cualquier cosa pensando que después van a escribir su propia literatura: también se corrompen. En definitiva para García todo esto hace que el aire vibre mal, está mal eso. Hay que escucharlo ya que Charly García tiene oído absoluto. Por lo algo lo decía, lo advertía y ahora tiene más vigencia que nunca.

   Poesía saturada en ritmo, publicidades falsas que ya no trabajan con lo subliminal sino con la obscenidad, la política que aprovecha esta saturación de ritmo en sus mensajes y las redes que lo aceleran aún más, con falta de contenidos en sus propuestas, pero al repetirse muchas veces por todos los dispositivos se hacen pasar como verdaderos. Yo ya tengo ganas de ir a Dubai de tantas veces verla a  Gwyneth Paltrow en los comerciales de Youtube. Tengo ganas de colgarme algún pañuelo, legalizar la ruleta rusa, cualquier tipo de crimen, expropiarle las propiedades a los políticos, justa distribución de la miseria, etc, etc.




"Hoy vi 500 publicidades


500 necesidades falsas


Vi índices del Indec


Y de la inflación. Caminé por


Las calles de mi barrio


Tratando de comprender


Si esos índices eran Reales


Pero no pude encontrar


Correspondencia."





  Es como cuando Homero pensaba que Bart era gay y lo sienta por horas al costado de una autopista a ver una publicidad de cigarrillos en donde hay una señorita muy agraciada. A las horas Homero le pregunta a Bart cómo se siente y Bart le dice que tiene ganas de fumar. Como es el Poder que ha debilitado a la población con la gramática del hambre y la pesadilla y del enemigo interno. La patria es el otro siempre que el otro piense como yo, tenga el mismo color de piel que yo, viva en el mismo country, milite en el mismo partido, tenga colgados los mismos pañuelos que yo, haya votado lo mismo que yo. Ese debilitamiento empezó en los 80´con la introducción de fármacos en la dieta diaria de la gente grande y la marihuana, cocaína y alcohol en gente joven. Es fácil convencer a alguien cuando está


borracha o drogada. Cuando trabajaba en la cebolla en Hilario Ascasubi tenía un par de amigos con los me juntaba a delirar después del trabajo en el campo o los galpones cebolleros. Había uno especial, el Pirucho. El Pirucho se largaba a hablar y hablar y hablar. En en momento lo cortaba y le decía que está diciendo incoherencias; como que anduvo levantando quiniela y alguien le vendió un par de zapatillas y que no sabía como hacer para pagar una televisión que él había sacado. Yo le inventaba todo ese embrollo. El Gusano, que ya sabía de mis jugarretas me seguía la corriente y lo terminábamos convenciendo. Y todo porque él estaba drogado. Así fue operando el lobby de las casta del norte por más de 20 años. No hace falta leer el Informe Kissinger para darse cuenta de que nada se le escapa al Norte. Población embrutecida y debilitada. Hoy es más fácil introducir en las colonias los dispositivos de control biopolítico: abortismo, veganismo, terraplanismo, antivacunismo, antigéneros, antibiologisimo. No hay nada que sea espontaneo, todo está exportado y para controlar. La enfermedad se pasa por salud y la vida por muerte. Aquel que tiene experiencia en la vida tal cual es y no es enemigo de la realidad sabe que el 90 por ciento de los consumidores de drogas jamás llegan a dejar el hábito y de las consecuencias personales, familiares y sociales nadie habla¿Por qué? Por que hay una castita de cerebros mal alimentados que atravesaron todos los etapas de las universidades y ahora desde ahí pueden propagar su miseria, su doctrina de la enfermedad. La marihuana y sus derivados no curan, en todo caso alivian síntomas. Y la cultura de la enfermedad no deja que nadie se cure. Siempre aparece un nuevo síntoma y zas! Ahí están los santurrones con sus hostias. Enfermos que se hacen los sanos vendiendo enfermedad para generar más enfermedad ( estoy parafraseando más o menos La genealogía de la moral). Este razonamiento vale también para la gramática de la miseria. Será pobre un país que su nombre, su etimología, quiere decir tierra de riquezas. De vuelta, repetición, ritmo, convencimiento involuntario. Será pobre alguien que se va de vacaciones a Europa y no a Venezuela. Que cambia el auto todos los años y que se la pasa en las cervecerías artesanales todos los fines de semana pagando un vaso de cerveza 200 pesos. No sé. Dista mucho esos habitares a mi concepto de pobreza. Pero ellos se consideran pobres y tienen ataques de ansiedad y gastritis y piden becas para todos, y subsidios y le viven reclamando a Papá Estado y nada les alcanza porque el Poder los configuró como pobres. Creo que en la calle se vive mejor, sin propiedad privada, comiendo asados a la intemperie rescatados de los contenedores de los más elegantes restó de Puerto Madero, sin pagar impuestos, sin el Estado controlando el pensamiento, el cuerpo y el lenguaje. Pobre es el que tiene y nunca nada le alcanza. 


   Volviendo a la música. El trap y el reggaetón. Dos estilos que se desprenden del rap. R.a.p: rhythm and poetry es la definición que más me gusta. Ritmo y poesía. 


   El rap surgió en los suburbios de los Estados Unidos como denuncia y expresión de la comunidad afroamericana. Hasta ahí todo bien. En los 90´s los negros la pegan, algunos se hacen millonarios y a partir de ahí es todo frivolidad, ostentación. Mirá la plata que gané, mirá que pandillero que soy, mirá las minas que tengo y mirá y mirá. Quiero retomar una experiencia con las canciones en inglés y la trampa que encubre el ritmo. Siempre pensé que Hey Joe de Hendrix hablaba de un negro que iba a la guerra de Vietnam y mataba amarillos. La canción no habla de eso. Hey Joe, where you goin' with that gun in your hand. Hey Joe, a donde vas con esa arma en tu mano? Esto era lo que yo llegaba a traducir en el ritmo de la canción. Joe va a matar a su mujer que lo gorreó. A partir de ahí empecé a sospechar del ritmo y más que nada del inglés, este idioma que nos va penetrando culturalmente a través del cine, la música y la literatura. No he escuchado mucho trap pero sí me detengo en las letras del reggaetón. No tiene ningún mensaje significativo. Nada. No quiere decir que no lo haya, pero yo no le he encontrado todavía. Me pasa lo mismo con las ideologías. Pero admito que el ritmo es seductor y que hace mover la patita pero el mensaje...yo quiero mensaje; y si no hay mensaje el ritmo no me sirve, la ideología no me sirve.


    Cuantas cosas están socavando la cultura por debajo en estas saturaciones de ritmo, de imágenes, de sustancias, de ideologías, de cerebros mal alimentados y alienados jugando a la Revolución. Cúal sera el tufo del fascismo que hay en todo esto. No funcionaron las filosofías de lo visual, la métrica y la rima ya fue, el ritmo es una trampa, no hay nada que sea espontaneo, todo está dictado y empaquetado y no hay garantías si uno quiere salir de esta trampa. Habría que fundar o seguir con una filosofía del olfato como proponía Nietzsche. Y eso también es difícil con la cultura apolinea de negar o tapar todos los olores fisiológicos con agradables fragancias desde el pelo hasta los pies. Hay que agudizar el olfato nomás. Pienso en esos baqueanos que elogia Sarmiento en el Facundo. Ellos saben por el olfato si se aproximan lluvias, saben por el sabor del pasto si la aguada es apta para la campaña y los animales, saben que huellas seguir, conocen la tierra a la perfección por viven en la  intemperie y no en la abstracción. Esos son verdaderos filósofos. ¿Y los poetas? 

    No sé qué esperar de los poetas y la poesía. Alguna vez escribí sobre El ruiseñor del Reybufón y del gato que habla Schopenhauer. Sigo el ritmo del primer o segundo verso. Sin haber leído a Agamben me había dado cuenta de que el final del poema es importante. Una canción que tiene tonalidad en LA tiene que terminar en LA, Do en Do, escala mayor no puede terminar con una menor a no ser que las notas sean compartidas por ambas escalas. Un ejemplo: Las 5 notas de la escala pentatónica menor de LA están dentro de la escala mayor de Do. Comparto lo que dice Schopenhauer y Ricardo Zelarayán: no hay poetas, hay vectores de poesía que decantan en uno u otro. Hay mensajes humildes en las cosas que se cuentan. De vez en cuando alguno acierta y saca un hit y ya tiene carnet de poeta de por vida. Otros, como dice Keats, son como un árbol que da poemas naturalmente: 2 o 3 horas al día alcanzan para lograr la tarea. Hay que cuidar a la poesía. Si el poeta se corrompe o está ya corrompido el aire vibra mal. Y eso está mal. 







La medianera sin revocar


Le sirve de pasarela al gato


Para distraer a la luna.





El mismo gato 


Que pasea ahora en la medianoche 


Y paseó por un aljibe 


Durante la batalla de Caseros


O un patio turco


Griego


O alguna aldea china 


Es el mismo de hace 300 años 


Y 3000 también.





Locura es pensar que es otro


Afirma Schopenhauer. 





Keats escribió sobre el ruiseñor 


De Ovidio y Shakeaspeare


Sin haberlos leído, porque el ruiseñor


Siempre es y será el mismo.





La navaja de Ockham 


Me corta todas las estrofas siguientes:


Soy el mismo primitivo


Que pintó en una  pared agreste de una cueva 


Un tigre dientes de sable 


Paseándose por la medianoche 




Para distraer a la luna.                                                                                                                                                                      





Parresía, tomo 5: Apuntes sobre ética y estética






   




El ruiseñor de Schopenhauer

  En el segundo tomo de El mundo como voluntad y representación (1844), en el capítulo Sobre la estética de la poesía; Schopenhauer advierte sobre el problema que tiene la poesía de la época (romanticismo) al encorsetarla con la rima y la métrica. Fiel a su estilo cínico, ácido,lúcido y pedagógico trata a los poetas que se subordinan a la rima y la métrica de chapuceros(textual). Esto se debe, según Schopenhauer, a que el poeta tiene que captar la ideas platónicas y bajarlas, como si fuera una antena, con el lenguaje y alguna imagen o situación personal (¿arquetipos?). Para Schopenhauer es un problema la rima porque "un pensamiento torcido o falso puede hacerse pasar como verdadero".Ganan apariencia de verdadero al versificarlo. Para el filósofo el poeta tiene que bajar el poema de una. Si hay rima no tiene que ser forzada. Hay radica la diferencia entre los poetas superiores e inferiores. Los superiores escriben de una y los otros se pasan años corrigiendo y encorsentando el poema a la rima y la métrica. La única función de la rima es auditiva: adornar o hacer agradable las sucesiones de palabras para que al escucharse produzcan un impacto sonoro bello, nada más. El contenido, las ideas, lo que se quiere trasmitir pierde su potencia estética pedagógica si pensamos que pensamientos torcidos o falsos ganen apariencia de verdadero al versificarlos. Baudelaire sonríe, algunos hombre nacen póstumos. La poesía en prosa de Boudelaire está justificada por Schoepenhauer: en la juventud se prefiere el verso, en la madurez la prosa. Acá no hay manera de aparentar pensamientos.
   Borges cuando ensaya sobre El ruiseñor de Keats dialoga amigablemente con Schonpenahuer. Vale recordar que Borges, de manera autodidacta, aprende el idioma alemán para leer El mundo como voluntad y representación. Esto le valdría después para afirmar que La metamorfosis de Kafka es una mala traducción: La transformación es la cercano que admite la aduana de la lengua castellana.
   Keats a los 23 años escribe la Oda a un ruiseñor (1819). En un jardín inglés, con una salud débil y con poco conocimiento de literatura, en una noche eterna lúcida, Jhonn Keats escucha al ruiseñor que escuchó Ruth en las tierras Moab y que luego escuchó Ovidio, Shakespeare y un infame Reybufón. Ese canto le permite a Keats sentir su propia mortalidad. La pregunta es cómo hizo para llegar desde las tierras de Israel el canto del ruiseñor y ser traducida por el lenguaje ingles y, de paso, dejar una advertencia para las futuras generaciones.
   De los cinco comentaristas que hablan sobre El ruiseñor de Keats, Borges se queda con la de Amy Lowell, ya que ella afirma de que Keats se está refiriendo a la especie, no a un ruiseñor particular. Borges como conocedor de El mundo como voluntad y representación recuerda un pasaje que le vuela la peluca. Transcribo el pasaje que le vuela la peluca a Borges y donde se encontraría la clave:

"Preguntémonos con sinceridad si la golondrina de este verano es otra que la del primero y si realmente entre las dos el milagro de sacar algo de la nada ha ocurrido millones de veces para ser burlado otras tantas por la aniquilación absoluta. Quien me oiga asegurar que ese gato que está jugando ahí es el mismo que brincaba y que traveseaba en ese lugar hace trescientos años pensará de mí lo que quiera, pero locura más extraña es imaginar que fundamentalmente es otro". En el individuo está la especie y el ruiseñor de Ruth es es el Keats y el del Reybufón.

  La Oda al Ruiseñor data de 1819 y El mundo como voluntad y reprentación de 1844. Con pura sensibilidad poética y platónica Keats se adelantaba 25 años a una tesis de Schopenhauer.
   A partir de ahora la poesía se irá descorsetando a través de Baudelaire, Lautreamont, Rimbaud, Whitman, Ricardo Rojas; hasta llegar a Willian Carlos Willians y toda la generación Beat, el vorticismo, objetivismo y demases. La poesía suelta los grilletes de la rima y la métrica y comienza a ganar ritmo. Hoy el estado actual de la poesía es el ritmo. Entre el primer y segundo verso se encuentra el ritmo del poema y a partir de ahí que mandarle fruta. Hay que tomar la recomendación de Giorgio Agambem: el final del poema tiene que dar paso al silencio. El último verso es el que está soportando toda la estructura del poema. Si ese último verso es flojo, así como un cimiento, el poema se cae y no sirve de nada que tenga buen ritmo o que el tema que se trate sea inteligente, interesante o de sensibilidad espiritual. El poema se cae, pierde potencia estética.
  Trayendo a Schopenhauer de vuelta al ensayo me gustaría ponerlo en dialogo con Charly Garcia. En una conferencia de prensa en Montevideo en 2002 Charly abría el milenio tirando unas cuantas puntas. La música se hace como en una oficina, sacó la batería de este disco, sampleo aquel otro, careteo el riff de alguna canción conocida y pprrr: sale un disco fabricado con puro ritmo, sin melodía y armonía y zarpado en autotune. También habla de los tipos que acceden a tocar cualquier cosa pensando que después van a hacer su propia música. Para Charly se corrompen. También valdría para los que acceden a escribir cualquier cosa pensando que después van a escribir su propia literatura: también se corrompen. En definitiva para García todo esto hace que el aire vibre mal, está mal eso. Hay que escucharlo ya que Charly García tiene oído absoluto. Por lo algo lo decía, lo advertía y ahora tiene más vigencia que nunca.
   Poesía saturada en ritmo, publicidades falsas que ya no trabajan con lo subliminal sino con la obscenidad, la política que aprovecha esta saturación de ritmo en sus mensajes y las redes que lo aceleran aún más, con falta de contenidos en sus propuestas, pero al repetirse muchas veces por todos los dispositivos se hacen pasar como verdaderos. Yo ya tengo ganas de ir a Dubai de tantas veces verla a  Gwyneth Paltrow en los comerciales de Youtube. Tengo ganas de colgarme algún pañuelo, legalizar la ruleta rusa, cualquier tipo de crimen, expropiarle las propiedades a los políticos, justa distribución de la miseria, etc, etc.

"Hoy vi 500 publicidades
500 necesidades falsas
Vi índices del Indec
Y de la inflación. Caminé por
Las calles de mi barrio
Tratando de comprender
Si esos índices eran Reales
Pero no pude encontrar
Correspondencia."

  Es como cuando Homero pensaba que Bart era gay y lo sienta por horas al costado de una autopista a ver una publicidad de cigarrillos en donde hay una señorita muy agraciada. A las horas Homero le pregunta a Bart cómo se siente y Bart le dice que tiene ganas de fumar. Como es el Poder que ha debilitado a la población con la gramática del hambre y la pesadilla y del enemigo interno. La patria es el otro siempre que el otro piense como yo, tenga el mismo color de piel que yo, viva en el mismo country, milite en el mismo partido, tenga colgados los mismos pañuelos que yo, haya votado lo mismo que yo. Ese debilitamiento empezó en los 80´con la introducción de fármacos en la dieta diaria de la gente grande y la marihuana, cocaína y alcohol en gente joven. Es fácil convencer a alguien cuando está
borracha o drogada. Cuando trabajaba en la cebolla en Hilario Ascasubi tenía un par de amigos con los me juntaba a delirar después del trabajo en el campo o los galpones cebolleros. Había uno especial, el Pirucho. El Pirucho se largaba a hablar y hablar y hablar. En en momento lo cortaba y le decía que está diciendo incoherencias; como que anduvo levantando quiniela y alguien le vendió un par de zapatillas y que no sabía como hacer para pagar una televisión que él había sacado. Yo le inventaba todo ese embrollo. El Gusano, que ya sabía de mis jugarretas me seguía la corriente y lo terminábamos convenciendo. Y todo porque él estaba drogado. Así fue operando el lobby de las casta del norte por más de 20 años. No hace falta leer el Informe Kissinger para darse cuenta de que nada se le escapa al Norte. Población embrutecida y debilitada. Hoy es más fácil introducir en las colonias los dispositivos de control biopolítico: abortismo, veganismo, terraplanismo, antivacunismo, antigéneros, antibiologisimo. No hay nada que sea espontaneo, todo está exportado y para controlar. La enfermedad se pasa por salud y la vida por muerte. Aquel que tiene experiencia en la vida tal cual es y no es enemigo de la realidad sabe que el 90 por ciento de los consumidores de drogas jamás llegan a dejar el hábito y de las consecuencias personales, familiares y sociales nadie habla¿Por qué? Por que hay una castita de cerebros mal alimentados que atravesaron todos los etapas de las universidades y ahora desde ahí pueden propagar su miseria, su doctrina de la enfermedad. La marihuana y sus derivados no curan, en todo caso alivian síntomas. Y la cultura de la enfermedad no deja que nadie se cure. Siempre aparece un nuevo síntoma y zas! Ahí están los santurrones con sus hostias. Enfermos que se hacen los sanos vendiendo enfermedad para generar más enfermedad ( estoy parafraseando más o menos La genealogía de la moral). Este razonamiento vale también para la gramática de la miseria. Será pobre un país que su nombre, su etimología, quiere decir tierra de riquezas. De vuelta, repetición, ritmo, convencimiento involuntario. Será pobre alguien que se va de vacaciones a Europa y no a Venezuela. Que cambia el auto todos los años y que se la pasa en las cervecerías artesanales todos los fines de semana pagando un vaso de cerveza 200 pesos. No sé. Dista mucho esos habitares a mi concepto de pobreza. Pero ellos se consideran pobres y tienen ataques de ansiedad y gastritis y piden becas para todos, y subsidios y le viven reclamando a Papá Estado y nada les alcanza porque el Poder los configuró como pobres. Creo que en la calle se vive mejor, sin propiedad privada, comiendo asados a la intemperie rescatados de los contenedores de los más elegantes restó de Puerto Madero, sin pagar impuestos, sin el Estado controlando el pensamiento, el cuerpo y el lenguaje. Pobre es el que tiene y nunca nada le alcanza. 
   Volviendo a la música. El trap y el reggaetón. Dos estilos que se desprenden del rap. R.a.p: rhythm and poetry es la definición que más me gusta. Ritmo y poesía. 
   El rap surgió en los suburbios de los Estados Unidos como denuncia y expresión de la comunidad afroamericana. Hasta ahí todo bien. En los 90´s los negros la pegan, algunos se hacen millonarios y a partir de ahí es todo frivolidad, ostentación. Mirá la plata que gané, mirá que pandillero que soy, mirá las minas que tengo y mirá y mirá. Quiero retomar una experiencia con las canciones en inglés y la trampa que encubre el ritmo. Siempre pensé que Hey Joe de Hendrix hablaba de un negro que iba a la guerra de Vietnam y mataba amarillos. La canción no habla de eso. Hey Joe, where you goin' with that gun in your hand. Hey Joe, a donde vas con esa arma en tu mano? Esto era lo que yo llegaba a traducir en el ritmo de la canción. Joe va a matar a su mujer que lo gorreó. A partir de ahí empecé a sospechar del ritmo y más que nada del inglés, este idioma que nos va penetrando culturalmente a través del cine, la música y la literatura. No he escuchado mucho trap pero sí me detengo en las letras del reggaetón. No tiene ningún mensaje significativo. Nada. No quiere decir que no lo haya, pero yo no le he encontrado todavía. Me pasa lo mismo con las ideologías. Pero admito que el ritmo es seductor y que hace mover la patita pero el mensaje...yo quiero mensaje; y si no hay mensaje el ritmo no me sirve, la ideología no me sirve.
    Cuantas cosas están socavando la cultura por debajo en estas saturaciones de ritmo, de imágenes, de sustancias, de ideologías, de cerebros mal alimentados y alienados jugando a la Revolución. Cúal sera el tufo del fascismo que hay en todo esto. No funcionaron las filosofías de lo visual, la métrica y la rima ya fue, el ritmo es una trampa, no hay nada que sea espontaneo, todo está dictado y empaquetado y no hay garantías si uno quiere salir de esta trampa. Habría que fundar o seguir con una filosofía del olfato como proponía Nietzsche. Y eso también es difícil con la cultura apolinea de negar o tapar todos los olores fisiológicos con agradables fragancias desde el pelo hasta los pies. Hay que agudizar el olfato nomás. Pienso en esos baqueanos que elogia Sarmiento en el Facundo. Ellos saben por el olfato si se aproximan lluvias, saben por el sabor del pasto si la aguada es apta para la campaña y los animales, saben que huellas seguir, conocen la tierra a la perfección por viven en la  intemperie y no en la abstracción. Esos son verdaderos filósofos. ¿Y los poetas? 
    No sé qué esperar de los poetas y la poesía. Alguna vez escribí sobre El ruiseñor del Reybufón y del gato que habla Schopenhauer. Sigo el ritmo del primer o segundo verso. Sin haber leído a Agamben me había dado cuenta de que el final del poema es importante. Una canción que tiene tonalidad en LA tiene que terminar en LA, Do en Do, escala mayor no puede terminar con una menor a no ser que las notas sean compartidas por ambas escalas. Un ejemplo: Las 5 notas de la escala pentatónica menor de LA están dentro de la escala mayor de Do. Comparto lo que dice Schopenhauer y Ricardo Zelarayán: no hay poetas, hay vectores de poesía que decantan en uno u otro. Hay mensajes humildes en las cosas que se cuentan. De vez en cuando alguno acierta y saca un hit y ya tiene carnet de poeta de por vida. Otros, como dice Keats, son como un árbol que da poemas naturalmente: 2 o 3 horas al día alcanzan para lograr la tarea. Hay que cuidar a la poesía. Si el poeta se corrompe o está ya corrompido el aire vibra mal. Y eso está mal. 



La medianera sin revocar
Le sirve de pasarela al gato
Para distraer a la luna.

El mismo gato 
Que pasea ahora en la medianoche 
Y paseó por un aljibe 
Durante la batalla de Caseros
O un patio turco
Griego
O alguna aldea china 
Es el mismo de hace 300 años 
Y 3000 también.

Locura es pensar que es otro
Afirma Schopenhauer. 

Keats escribió sobre el ruiseñor 
De Ovidio y Shakeaspeare
Sin haberlos leído, porque el ruiseñor
Siempre es y será el mismo.

La navaja de Ockham 
Me corta todas las estrofas siguientes:
Soy el mismo primitivo
Que pintó en una  pared agreste de una cueva 
Un tigre dientes de sable 
Paseándose por la medianoche 

Para distraer a la luna.                                                                                                                                                                      

Parresía, tomo 5: Apuntes sobre ética y estética

   

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