lunes, 31 de julio de 2017

18

Corrí por la avenida

Como un Dodge Polara

Prendido fuego.

Al llegar al parque

Devine a triciclos

Con sabor a caramelos

De menta y sambayón.

Mi psiquiatra me tomó por los hombros

Y le dijo al enfermero que había

Que duplicar la medicación.


18

Corrí por la avenida
Como un Dodge Polara
Prendido fuego.
Al llegar al parque
Devine a triciclos
Con sabor a caramelos
De menta y sambayón.
Mi psiquiatra me tomó por los hombros
Y le dijo al enfermero que había
Que duplicar la medicación.

16

Un artrópodo camina por

La casa, como todo

Artrópodo.

Ríe como artrópodo

Piensa como artrópodo

Y siente como artrópodo.

Por eso somos amigos,

Por eso somos artrópodos.

16

Un artrópodo camina por
La casa, como todo
Artrópodo.
Ríe como artrópodo
Piensa como artrópodo
Y siente como artrópodo.
Por eso somos amigos,
Por eso somos artrópodos.

17

¿Qué finjo no saber?

¿Qué finjo no entender?

Si mi vida dependiera

De estas preguntas,

Hubiera muerto

Más de una vez.

17

¿Qué finjo no saber?
¿Qué finjo no entender?
Si mi vida dependiera
De estas preguntas,
Hubiera muerto
Más de una vez.
En el sueño los versos no se


Resistían, solo reposaban 


Esperaban por mí: uno de los 


Versos me lo confesó.


Como en todo sueño, podía modelar 


A mi antojo el tiempo y el espacio.


Podía recorrer vastas galerías, donde


Muchos poemas jamás habían sido leídos


Y mucho menos escritos.


Los recorrí absolutamente a todos, todos 


Los poemas y todas las galerías. Y en cada


Visita iba tomando notas, iba sacudiendo 


Y pateando versos. Les gritaba y ellos a mí.


A veces nos batíamos a duelo, otras nos 


Enamorábamos y nos agotábamos hasta la muerte,


Y todo volvía a comenzar, volvía a soñar


A recorrer las galerías, dentro de torres


Secretas, submarinas, o en el medio del


Desierto. Era un trashumante onírico, incansable


Buscando lo más puro de la experiencia poética


Para mis notas que a esta altura ya habían 


Colmando más de una biblioteca. 


Fue cuando me senté a descansar y me 


Sobresaltó la sensación de empezar a despertar.


Como siempre hice el esfuerzo para no 


Volver, pero como siempre, es sabido 


Que es en vano. Mis extremidades dejaron de 


Responder, lentamente iba perdiendo


Los registros acumulados en mi memoria 


Onírica, me sentí angustiado, sabía que al 


Despertar nada recordaría o muy poco.


Nuevamente me dije que la próxima vez


No me volvería a pasar, pero sabía que volvería 


A pasar. 


En un microsegundo creí lograrlo, recordar


Todas las galerías, todos los versos, todo


Pero cuando desperté...solo quedaban bocetos


Ruinas de las torres, metáforas vagas, ideas 


Estériles, inspiración deprimida y un lenguaje


Pobre.


De ese sueño recordé que me decía a mí mismo,


O quizás se lo decía a un verso, que cuando


Despertara, trataría de no acordarme de nada 


Porque ningún cuerpo es capaz de soportar


Tanta poesía.


Quizás por eso la Realidad queda suspendida


En el sueño, porque ningún cuerpo, en el sueño


Puede soportar tanta Realidad.












En el sueño los versos no se
Resistían, solo reposaban 
Esperaban por mí: uno de los 
Versos me lo confesó.
Como en todo sueño, podía modelar 
A mi antojo el tiempo y el espacio.
Podía recorrer vastas galerías, donde
Muchos poemas jamás habían sido leídos
Y mucho menos escritos.
Los recorrí absolutamente a todos, todos 
Los poemas y todas las galerías. Y en cada
Visita iba tomando notas, iba sacudiendo 
Y pateando versos. Les gritaba y ellos a mí.
A veces nos batíamos a duelo, otras nos 
Enamorábamos y nos agotábamos hasta la muerte,
Y todo volvía a comenzar, volvía a soñar
A recorrer las galerías, dentro de torres
Secretas, submarinas, o en el medio del
Desierto. Era un trashumante onírico, incansable
Buscando lo más puro de la experiencia poética
Para mis notas que a esta altura ya habían 
Colmando más de una biblioteca. 
Fue cuando me senté a descansar y me 
Sobresaltó la sensación de empezar a despertar.
Como siempre hice el esfuerzo para no 
Volver, pero como siempre, es sabido 
Que es en vano. Mis extremidades dejaron de 
Responder, lentamente iba perdiendo
Los registros acumulados en mi memoria 
Onírica, me sentí angustiado, sabía que al 
Despertar nada recordaría o muy poco.
Nuevamente me dije que la próxima vez
No me volvería a pasar, pero sabía que volvería 
A pasar. 
En un microsegundo creí lograrlo, recordar
Todas las galerías, todos los versos, todo
Pero cuando desperté...solo quedaban bocetos
Ruinas de las torres, metáforas vagas, ideas 
Estériles, inspiración deprimida y un lenguaje
Pobre.
De ese sueño recordé que me decía a mí mismo,
O quizás se lo decía a un verso, que cuando
Despertara, trataría de no acordarme de nada 
Porque ningún cuerpo es capaz de soportar
Tanta poesía.
Quizás por eso la Realidad queda suspendida
En el sueño, porque ningún cuerpo, en el sueño
Puede soportar tanta Realidad.



domingo, 30 de julio de 2017

Los idiotas de Quiroga

Se excitan con los colores del atardecer,

Con la sangre roja de la gallina.

Al Poeta lo excita el color blanco

Del papel y el silencio a su alrededor.

Con pluma y tinta en mano se dispone

A desgarrar, quitarle o darle

Vida al papel con palabras que

Rompen la íntimas fibras de la celulosa.

La voz dictada irrumpe a su propio

Silencio y decide quebrar la dignidad

Del silencio del mundo con

Sus versos lapidarios o solemnes.



Ya atardeció

La hoja en blanco lo espera

Como una amante en la víspera.

La tinta es sangre fluyendo, buscando

Su cauce en la insuficiencia

De la realidad para formar

Una realidad más concreta, más precisa,

Más real. El éxtasis es incontenible

Y lanza el primer verso.

Ya ha empezado a desangrar

Y no se detendrá por el resto

De esta noche.








Los idiotas de Quiroga
Se excitan con los colores del atardecer,
Con la sangre roja de la gallina.
Al Poeta lo excita el color blanco
Del papel y el silencio a su alrededor.
Con pluma y tinta en mano se dispone
A desgarrar, quitarle o darle
Vida al papel con palabras que
Rompen la íntimas fibras de la celulosa.
La voz dictada irrumpe a su propio
Silencio y decide quebrar la dignidad
Del silencio del mundo con
Sus versos lapidarios o solemnes.

Ya atardeció
La hoja en blanco lo espera
Como una amante en la víspera.
La tinta es sangre fluyendo, buscando
Su cauce en la insuficiencia
De la realidad para formar
Una realidad más concreta, más precisa,
Más real. El éxtasis es incontenible
Y lanza el primer verso.
Ya ha empezado a desangrar
Y no se detendrá por el resto
De esta noche.



sábado, 29 de julio de 2017

Manual de poesía contemporánea

"Escriba lo primero que se le

Venga a la mente", dice la regla, como

Si fuera tan fácil captar la experiencia

Poética con una regla absurda y

Arbitraria; como todas las reglas.

"Escriba sobre la incapacidad de

Escribir", dice otra, y quizás deba escribir

Algunos versos más sobre esto.

"Escriba sobre sus mascotas", sigue la

Lista de reglas. Hoy no, mañana sí.

"Escriba sobre la muerte", toda la

Poesía se agota en la muerte.

"Escriba sobre su primer amor, o

Último", no me alcanzaría esta vida

Y la mitad de alguna otra.

"Escriba sobre música", y creo que

Los Parliament Funkadelic fue la mejor banda

Funk de los 70´s.

"Escriba sobre un hecho cotidiano cualquiera", y

Recuerdo a una chica que se tropezó con sus zapatos

De 40 centímetros en el centro y culpó

Al intendente.

"Escriba sobre algún deseo", y deseo

Colonizar Marte.

"Escriba sobre lo que va a hacer mañana", y escribo

Que no voy a poder hacer un taller literario, que

Quiero comprar libros y un moto.

"Escriba sobre...", y tomé el manual

Y lo arrojé por la ventanilla del tren

Justo al pasar por un río ancho, o quizás

Era una laguna con el resplandor de la luna en

Su superficie cristalina y delicada

Como las alas de una mariposa en su primer

Día en el mundo.

Al contemplar la voluptuosidad de la medianoche

Comprendí que la poesía no necesita de manuales y

Reglas absurdas. Necesita al poeta observando,

Contemplando, respirando y escribiendo al calor de

La sangre y el ritmo de su pulso. Arranqué las hojas del

Cuaderno y comencé el verdadero y honesto poema.

Y el poema no mencionaba nada

De las reglas anteriores.





"Poéticas del vacío" se presentó en el baño de la pizzería El mago de la pizza de Bernal. El poeta, colgado de un arnés del techo, recitaba los poemas y se los iba alcanzando a Xul Solar, quién los incineraba con aguarras y aceite de oliva. Luego, con las cenizas de los papeles, los llevaba a un mortero para reducir a polvo; preparando pigmentos que utilizaba inmediatamente sobre distintos bastidores dispuestos en el baño, la cocina y el salón de la pizzería. Como la mayoría de la obra del poeta, no hay registros visuales de la presentación, sola una pequeña crónica publicaba en el Diario popular. Un fragmento de la crónica:"...para los presentes no hubo sorpresa que se encontrara Xul Solar. La sorpresa era la intervención mutua de los dos artistas esa noche. Se podía percibir cierta magia en la humilde pizzería del Italiano Ítalo Semerano. Magia que contrastaba con el olor a fainá y grasa en los cerámicos. 

    La abstracción de la pintura de Xul Solar se encontraba totalmente secuestrada por los versos dionisíacos del Poeta. Imágenes del devenir político, social, cultural y espiritual de la Argentina se filtraban entre los trazos y versos de los Artistas."

   La crónica concluía con el periodista volviendo a su casa caminando por el Camino General Belgrano con una botella de vino en la mano y gritando entre las luces del amanecer que había asistido a Las ventanas del futuro. Un dato no menor: entre los asistentes se encontraban los hermanos Schiaffino, jefes de la barrabrava de Boca y editores de la revista de poesía Con Boca. Éste encuentro sería lo que le permitiría al Poeta publicar algunos poemas en la revista.










Manual de poesía contemporánea

"Escriba lo primero que se le
Venga a la mente", dice la regla, como
Si fuera tan fácil captar la experiencia
Poética con una regla absurda y
Arbitraria; como todas las reglas.
"Escriba sobre la incapacidad de
Escribir", dice otra, y quizás deba escribir
Algunos versos más sobre esto.
"Escriba sobre sus mascotas", sigue la
Lista de reglas. Hoy no, mañana sí.
"Escriba sobre la muerte", toda la
Poesía se agota en la muerte.
"Escriba sobre su primer amor, o
Último", no me alcanzaría esta vida
Y la mitad de alguna otra.
"Escriba sobre música", y creo que
Los Parliament Funkadelic fue la mejor banda
Funk de los 70´s.
"Escriba sobre un hecho cotidiano cualquiera", y
Recuerdo a una chica que se tropezó con sus zapatos
De 40 centímetros en el centro y culpó
Al intendente.
"Escriba sobre algún deseo", y deseo
Colonizar Marte.
"Escriba sobre lo que va a hacer mañana", y escribo
Que no voy a poder hacer un taller literario, que
Quiero comprar libros y un moto.
"Escriba sobre...", y tomé el manual
Y lo arrojé por la ventanilla del tren
Justo al pasar por un río ancho, o quizás
Era una laguna con el resplandor de la luna en
Su superficie cristalina y delicada
Como las alas de una mariposa en su primer
Día en el mundo.
Al contemplar la voluptuosidad de la medianoche
Comprendí que la poesía no necesita de manuales y
Reglas absurdas. Necesita al poeta observando,
Contemplando, respirando y escribiendo al calor de
La sangre y el ritmo de su pulso. Arranqué las hojas del
Cuaderno y comencé el verdadero y honesto poema.
Y el poema no mencionaba nada
De las reglas anteriores.


"Poéticas del vacío" se presentó en el baño de la pizzería El mago de la pizza de Bernal. El poeta, colgado de un arnés del techo, recitaba los poemas y se los iba alcanzando a Xul Solar, quién los incineraba con aguarras y aceite de oliva. Luego, con las cenizas de los papeles, los llevaba a un mortero para reducir a polvo; preparando pigmentos que utilizaba inmediatamente sobre distintos bastidores dispuestos en el baño, la cocina y el salón de la pizzería. Como la mayoría de la obra del poeta, no hay registros visuales de la presentación, sola una pequeña crónica publicaba en el Diario popular. Un fragmento de la crónica:"...para los presentes no hubo sorpresa que se encontrara Xul Solar. La sorpresa era la intervención mutua de los dos artistas esa noche. Se podía percibir cierta magia en la humilde pizzería del Italiano Ítalo Semerano. Magia que contrastaba con el olor a fainá y grasa en los cerámicos. 
    La abstracción de la pintura de Xul Solar se encontraba totalmente secuestrada por los versos dionisíacos del Poeta. Imágenes del devenir político, social, cultural y espiritual de la Argentina se filtraban entre los trazos y versos de los Artistas."
   La crónica concluía con el periodista volviendo a su casa caminando por el Camino General Belgrano con una botella de vino en la mano y gritando entre las luces del amanecer que había asistido a Las ventanas del futuro. Un dato no menor: entre los asistentes se encontraban los hermanos Schiaffino, jefes de la barrabrava de Boca y editores de la revista de poesía Con Boca. Éste encuentro sería lo que le permitiría al Poeta publicar algunos poemas en la revista.




viernes, 28 de julio de 2017

Realeyes

Realidad

Real

Realeza

Dictada por el Rey

¿Quién dicta la realidad?

La televisión o la heladera

La política o la poesía

Las pastillas o la abstinencia

Reybufón:

¿Cuál es tu realidad?

Y, ¿quién la dicta?










Realeyes

Realidad
Real
Realeza
Dictada por el Rey
¿Quién dicta la realidad?
La televisión o la heladera
La política o la poesía
Las pastillas o la abstinencia
Reybufón:
¿Cuál es tu realidad?
Y, ¿quién la dicta?




jueves, 27 de julio de 2017

¿Cómo meterse dentro de las cosas?

Pregunta Berger

Dejando la sospecha de lo que podría

Ser el comienzo de un poema;

El poema resistido o abandonado

Que todas las noches intento escribir.

Y sin embargo sigo intentando

A la resistencia y al abandono

Para que esa sospecha deje su

Propósito documentado en algo mas

Que una sospecha débil e inerte

Como todos los poemas que intento escribir.



Una vez más que siento al poema llegar

Y no quiero abstenerme como Watanabe

Quiero tomar un licuado de banana, escribir y

Escuchar a Stevie Ray Vaughan y Albert King

Destilando esos versos pentatónicos con espíritu

Del delta y campos de algodón.



Ya se han dado todas las condiciones

Todo está listo y de repente

Llega una llamada

Lector, nunca trabajes a disposición de la

Empresa las 24 horas

Más si querés ser poeta. Al diablo la inspiración

El licuado de banana y los blueses del delta. Mis versos

Serán en esta madrugada bodegas de maíz, pastillas de

Fosfuro de aluminio y desgaste en las

Articulaciones. Todas las buenas ideas y versos

Cortos y contundentes se han marchado

Nuevamente, se han resistido y abandonado.



Lo bueno de esta incapacidad es

La capacidad de reconocerlo y

Escribir sobre eso

Sino, ¿cómo sobrevivir en el mundo?












¿Cómo meterse dentro de las cosas?
Pregunta Berger
Dejando la sospecha de lo que podría
Ser el comienzo de un poema;
El poema resistido o abandonado
Que todas las noches intento escribir.
Y sin embargo sigo intentando
A la resistencia y al abandono
Para que esa sospecha deje su
Propósito documentado en algo mas
Que una sospecha débil e inerte
Como todos los poemas que intento escribir.

Una vez más que siento al poema llegar
Y no quiero abstenerme como Watanabe
Quiero tomar un licuado de banana, escribir y
Escuchar a Stevie Ray Vaughan y Albert King
Destilando esos versos pentatónicos con espíritu
Del delta y campos de algodón.

Ya se han dado todas las condiciones
Todo está listo y de repente
Llega una llamada
Lector, nunca trabajes a disposición de la
Empresa las 24 horas
Más si querés ser poeta. Al diablo la inspiración
El licuado de banana y los blueses del delta. Mis versos
Serán en esta madrugada bodegas de maíz, pastillas de
Fosfuro de aluminio y desgaste en las
Articulaciones. Todas las buenas ideas y versos
Cortos y contundentes se han marchado
Nuevamente, se han resistido y abandonado.

Lo bueno de esta incapacidad es
La capacidad de reconocerlo y
Escribir sobre eso
Sino, ¿cómo sobrevivir en el mundo?





miércoles, 26 de julio de 2017

Una gato ovillado

Descansa en el escritorio

La luna también se ovilla para dormir

La noche me sorprendió

Y nuevamente escribo

Sobre la incapacidad de escribir.

Refugiándome en palabras estériles

Y métricas irregulares

Como si el poema , hoy, no

Quisiera ser escrito, captado

Sublimado o espiado por

Un segundo; un segundo válido para

Justificar ese gesto de supervivencia

En este zoológico policial de la vida, como

Lo llama Viel Temperley.

Nuevamente vuelvo a parafrasear

Saltar de un verso a otro sin mucho sentido

Para que el ritmo del teclado y de mi sangre

Me sorprendan con ese verso

Que de paso al silencio

O que de algo para pensar

O que simplemente me absuelva,

Que el día no se agote con palabras

Atragantadas en mi esófago.

Antes de que termine este té

Me habré agotado en mi incapacidad

Me dormiré pensando en el poema de mañana

Y el poema de hoy quedará sin escribir.












Una gato ovillado
Descansa en el escritorio
La luna también se ovilla para dormir
La noche me sorprendió
Y nuevamente escribo
Sobre la incapacidad de escribir.
Refugiándome en palabras estériles
Y métricas irregulares
Como si el poema , hoy, no
Quisiera ser escrito, captado
Sublimado o espiado por
Un segundo; un segundo válido para
Justificar ese gesto de supervivencia
En este zoológico policial de la vida, como
Lo llama Viel Temperley.
Nuevamente vuelvo a parafrasear
Saltar de un verso a otro sin mucho sentido
Para que el ritmo del teclado y de mi sangre
Me sorprendan con ese verso
Que de paso al silencio
O que de algo para pensar
O que simplemente me absuelva,
Que el día no se agote con palabras
Atragantadas en mi esófago.
Antes de que termine este té
Me habré agotado en mi incapacidad
Me dormiré pensando en el poema de mañana
Y el poema de hoy quedará sin escribir.





martes, 25 de julio de 2017

Dejé mi mente en reposo sobre

La primera o última

Gota de rocío,

Sobre el pétalo

De una rosa

Una rosa sostenida por un niño.

El niño que fui y que seré








Dejé mi mente en reposo sobre
La primera o última
Gota de rocío,
Sobre el pétalo
De una rosa
Una rosa sostenida por un niño.
El niño que fui y que seré



Glaciar


Miré en la profundidad de


Tus ojos y


Sentí la diferencia de


Temperaturas.


Mi corazón se resquebrajó como


Un glaciar sometido a

Diferentes temperaturas.












Glaciar

Miré en la profundidad de
Tus ojos y
Sentí la diferencia de
Temperaturas.
Mi corazón se resquebrajó como
Un glaciar sometido a
Diferentes temperaturas.



Entonce fui dejando monedas

En cada paso a nivel

Cambiando deseos por acciones

Culpas por enmiendas

Códigos por principios

Apatía, pereza y postergación

Por buena voluntad.

Las monedas se aplastaron

Y volví a recogerlas

Una por una en cada

Paso a nivel

Hasta llegar a La Chacarita

Y poder reconciliarme con ese joven

Atontado o desorientado

Que quiere huir hacia Misiones a perder la cordura

Con el cucumelo.

Lo abracé y caminamos juntos

A pocos metros Fabián Casas observaba la escena

Y escribía un poema

No tan distinto a éste.







   El Poeta acuñó el término Funkadelic a los Parliaments  para poder evitar problemas legales con la compañía Revilot (propietaria del nombre Parliaments). Las intervenciones del Poeta no aparecen en los créditos del albúm homónimo de los Funkadelic (como la de tantos músicos). Cada vez que en algún reportaje se le pregunta a George Clinton por la participación del Poeta en las inicios de los Parliament Funkadelic, su respuesta es sintética :" No recuerdo nada de esa época."


















Entonce fui dejando monedas
En cada paso a nivel
Cambiando deseos por acciones
Culpas por enmiendas
Códigos por principios
Apatía, pereza y postergación
Por buena voluntad.
Las monedas se aplastaron
Y volví a recogerlas
Una por una en cada
Paso a nivel
Hasta llegar a La Chacarita
Y poder reconciliarme con ese joven
Atontado o desorientado
Que quiere huir hacia Misiones a perder la cordura
Con el cucumelo.
Lo abracé y caminamos juntos
A pocos metros Fabián Casas observaba la escena
Y escribía un poema
No tan distinto a éste.



   El Poeta acuñó el término Funkadelic a los Parliaments  para poder evitar problemas legales con la compañía Revilot (propietaria del nombre Parliaments). Las intervenciones del Poeta no aparecen en los créditos del albúm homónimo de los Funkadelic (como la de tantos músicos). Cada vez que en algún reportaje se le pregunta a George Clinton por la participación del Poeta en las inicios de los Parliament Funkadelic, su respuesta es sintética :" No recuerdo nada de esa época."








domingo, 23 de julio de 2017





Prometeo toma su cadena


De vidrio y bebe un


Trago


Su hígado es nuevo.


Dos filas de autos lo esperan y


El acto es perfecto


Una señora le ofrece un billete no


Sin antes regañarlo


"Son las nueve de la mañana pibe. Qué haces
tomando cerveza a esta hora"


Prometeo recibe el billete


Y se disculpa.


Bebe otro trago y


Deja su cadena de vidrio en el piso.


La señora no sabe que su































Hígado es nuevo.
















Prometeo toma su cadena
De vidrio y bebe un
Trago
Su hígado es nuevo.
Dos filas de autos lo esperan y
El acto es perfecto
Una señora le ofrece un billete no
Sin antes regañarlo
"Son las nueve de la mañana pibe. Qué haces tomando cerveza a esta hora"
Prometeo recibe el billete
Y se disculpa.
Bebe otro trago y
Deja su cadena de vidrio en el piso.
La señora no sabe que su
Hígado es nuevo.




viernes, 21 de julio de 2017

Historia universal del resentimiento y la bilis negra


     Mi padre de sangre no tiene casa, nunca la
tuvo. Tampoco sabe leer ni escribir. Mi madre trabajó toda la
vida. Tuvo casas pero ninguna a su nombre. Luis, mi padrastro tiene dos casas
pero ninguna está a su nombre. Mi abuela tuvo la casa a su nombre. Después, creo
que nadie, del lado de mi madre y de mi padre, tiene casas o terrenos a su
nombre.


    En alguno
de los años entre 2005 y 2009 llego a la casa de mi tío en Claypole, casa que
tampoco esta a su nombre, luego de andar por las villas de Capital Federal.
Está enojado. Estuvo viendo todo el día la noticia de la Masacre de la
procesión de la virgen de los milagros ocurrida en el Bajo Flores. Me dice que
me deje de hinchar las pelotas con la calle y la falopa, que voy a terminar mal
si sigo con esa vida. Me dice que quiere verme bien, trabajando, que tenga un
terreno y una familia. Tiene razón. Por un rato no dice nada. Le pido permiso
para bañarme. Él sale a comprar algo para comer. Sabe que mis visitas son para
bañarme y comer algo. Es más que evidente que vengo atrasado con la olla y el
jabón.


     En esa
casa que no está a su nombre, él no puede ver a su propia hija que está en el
mismo terreno por resentimientos mutuos con la madre. Las dos casas, la de él y
la de su hija están divididas por un muro. Por esos resentimientos mi tío se va
a cortar el brazo izquierdo con un cuchillo de carnicero. Me va a tocar verlo muerto
en su cama, con el brazo cortado y desangrado. Él se va a ir de este mundo
creyendo que me voy a morir en la calle muerto por sobredosis, por h.i.v, o me
van a matar en alguna villa.


    En la
secundaria mi profesora de literatura nos dio a leer Tacuara Mansión de Horacio
Quiroga. Me encanta el cuento y ese nombre: Tacuara Mansión. En mi cuento Fasistas, conversando con el Chaqueño,
mi compañero de la calle, le comento acerca de Horacio Quiroga y Leopoldo
Lugones. Le digo que el día que tenga una casa le voy a poner de nombre Tacuara
mansión.


   Hoy, en la
actualidad, en la parte delantera de mi casa hay una placa de madera que reza: Tacuara Mansión.


    Cada vez
que me encuentro en mi casa cortando el pasto o caminando por el patio se me
viene automáticamente la voz de mi tío, ese sermón que me dijo antes de
cortarse el brazo. Si su voz me encuentra caminando de noche por el patio,
busco la estrella que más brille y le sonrío. También busco la estrella de mi
tía. Ella, de quién me abuse mintiéndole que tenía h.i.v para compadecerme,
escribió en su cuaderno que le hacía escribir su psicóloga, que estaba contenta
por mí, por haber vuelto de Buenos Aires, dejar las drogas y estar construyendo
mi casa. Mi prima conserva el manuscrito de ella escrito con el brazo
izquierdo, porque el tumor estaba alojado entre la mama derecha y el brazo, lo
cual le dificultaba la escritura con la mano derecha.




    Luis, mi
padrastro, me dijo luego de sepultar a mi madre, que me quede tranquilo, que
ella se fue bien conmigo. El terreno en donde vivo lo pagó ella con Luis, pero
está a mi nombre por viejos resentimientos. 















Historia universal del resentimiento y la bilis negra

     Mi padre de sangre no tiene casa, nunca la tuvo. Tampoco sabe leer ni escribir. Mi madre trabajó toda la vida. Tuvo casas pero ninguna a su nombre. Luis, mi padrastro tiene dos casas pero ninguna está a su nombre. Mi abuela tuvo la casa a su nombre. Después, creo que nadie, del lado de mi madre y de mi padre, tiene casas o terrenos a su nombre.
    En alguno de los años entre 2005 y 2009 llego a la casa de mi tío en Claypole, casa que tampoco esta a su nombre, luego de andar por las villas de Capital Federal. Está enojado. Estuvo viendo todo el día la noticia de la Masacre de la procesión de la virgen de los milagros ocurrida en el Bajo Flores. Me dice que me deje de hinchar las pelotas con la calle y la falopa, que voy a terminar mal si sigo con esa vida. Me dice que quiere verme bien, trabajando, que tenga un terreno y una familia. Tiene razón. Por un rato no dice nada. Le pido permiso para bañarme. Él sale a comprar algo para comer. Sabe que mis visitas son para bañarme y comer algo. Es más que evidente que vengo atrasado con la olla y el jabón.
     En esa casa que no está a su nombre, él no puede ver a su propia hija que está en el mismo terreno por resentimientos mutuos con la madre. Las dos casas, la de él y la de su hija están divididas por un muro. Por esos resentimientos mi tío se va a cortar el brazo izquierdo con un cuchillo de carnicero. Me va a tocar verlo muerto en su cama, con el brazo cortado y desangrado. Él se va a ir de este mundo creyendo que me voy a morir en la calle muerto por sobredosis, por h.i.v, o me van a matar en alguna villa.
    En la secundaria mi profesora de literatura nos dio a leer Tacuara Mansión de Horacio Quiroga. Me encanta el cuento y ese nombre: Tacuara Mansión. En mi cuento Fasistas, conversando con el Chaqueño, mi compañero de la calle, le comento acerca de Horacio Quiroga y Leopoldo Lugones. Le digo que el día que tenga una casa le voy a poner de nombre Tacuara mansión.
   Hoy, en la actualidad, en la parte delantera de mi casa hay una placa de madera que reza: Tacuara Mansión.
    Cada vez que me encuentro en mi casa cortando el pasto o caminando por el patio se me viene automáticamente la voz de mi tío, ese sermón que me dijo antes de cortarse el brazo. Si su voz me encuentra caminando de noche por el patio, busco la estrella que más brille y le sonrío. También busco la estrella de mi tía. Ella, de quién me abuse mintiéndole que tenía h.i.v para compadecerme, escribió en su cuaderno que le hacía escribir su psicóloga, que estaba contenta por mí, por haber vuelto de Buenos Aires, dejar las drogas y estar construyendo mi casa. Mi prima conserva el manuscrito de ella escrito con el brazo izquierdo, porque el tumor estaba alojado entre la mama derecha y el brazo, lo cual le dificultaba la escritura con la mano derecha.

    Luis, mi padrastro, me dijo luego de sepultar a mi madre, que me quede tranquilo, que ella se fue bien conmigo. El terreno en donde vivo lo pagó ella con Luis, pero está a mi nombre por viejos resentimientos. 




jueves, 20 de julio de 2017


Sus lágrimas se mezclan 


Con las del caballo.

Friedrich lo sostiene por el cuello.

Cuesta la fuerza de cinco hombres


Separarlo del caballo.


Su cuerpo es arrastrado y confinado;


Pero él, cada noche estará


Soñando que 


Abraza al caballo y estará


Pidiéndole perdón por toda la humanidad.


Todas las noches,


Incluso ésta.















Sus lágrimas se mezclan 
Con las del caballo.
Friedrich lo sostiene por el cuello.
Cuesta la fuerza de cinco hombres
Separarlo del caballo.
Su cuerpo es arrastrado y confinado;
Pero él, cada noche estará
Soñando que 
Abraza al caballo y estará
Pidiéndole perdón por toda la humanidad.
Todas las noches,
Incluso ésta.




lunes, 17 de julio de 2017

Job exhala su espíritu;

Se rasca sus picaduras de

Sarna con su pipa de

Pasta base.

Ha dejado de imprecar

A Dios.

9 de Julio está desierta y por

Sante Fe solo cruza

Un taxi.

Su espíritu son pequeñas piedras

Color azufre.

Puede ver como se queman en la pipa;

En el paso por su interior

Arrasa con todo.

Todo su odio está concentrado

En en ese humo

Todo su espíritu está concentrado

En ese humo.

Sus dientes rechinan,

Estremecimiento

Calor

Dolor

Se siente bien

Pero no deja de rascarse las picaduras

De sarna.










Job exhala su espíritu;
Se rasca sus picaduras de
Sarna con su pipa de
Pasta base.
Ha dejado de imprecar
A Dios.
9 de Julio está desierta y por
Sante Fe solo cruza
Un taxi.
Su espíritu son pequeñas piedras
Color azufre.
Puede ver como se queman en la pipa;
En el paso por su interior
Arrasa con todo.
Todo su odio está concentrado
En en ese humo
Todo su espíritu está concentrado
En ese humo.
Sus dientes rechinan,
Estremecimiento
Calor
Dolor
Se siente bien
Pero no deja de rascarse las picaduras
De sarna.




Siddharta se mira a sí mismo

En un espejo de agua.

Trata de acariciar la imagen

pero las yemas de sus dedos

La desgarran. El silencio a su

Alrededor es tan intenso

Como la angustia en su

Pecho.

Vuelve a contemplar su imagen

En el espejo. Aún continua reverberando



Cierra los ojos escuchando su respiración;

Al abrirlos, ya ha tomado la decisión.

Y hacia allí se dirige.






Siddharta se mira a sí mismo
En un espejo de agua.
Trata de acariciar la imagen
pero las yemas de sus dedos
La desgarran. El silencio a su
Alrededor es tan intenso
Como la angustia en su
Pecho.
Vuelve a contemplar su imagen
En el espejo. Aún continua reverberando

Cierra los ojos escuchando su respiración;
Al abrirlos, ya ha tomado la decisión.
Y hacia allí se dirige.


domingo, 16 de julio de 2017

Origami

"Si no hay amor que haya texto entonces", dijo ella

Y arrojó mis manuscritos por el balcón.

Corrí alienado y desnudo por

La vereda tratando de recogerlos,

Pero me esguincé el tobillo.

La gente, al verlos

Los agarraban, los leían

Algunos lloraban, otros

Blasfemaban, reían o cantaban.

Con mi tobillo hinchado, alienado y desnudo

Nada pude hacer, solo ser testigo

De como mi poesía devenía;

Devenía en fuego para fogatas

Devenía en papel picado para cumpleaños

Devenía en panfletos subversivos

Y en papel higiénico para los baños.

Gritaba y trataba de mostrarles que esa

No era la función de la poesía

Pero la gente, esa noche, carecía de razón

O la poesía los embriagaba

Porque también se alienaron

Se desnudaron

Y sus tobillos se esguinzaron.

Pero no dejaban de leer la poesía,

Blasfemar, reír, cantar, armar fogatas, picar el papel

Para los cumpleaños y armar panfletos subversivos.

Nadie disponía de su razón esa noche

Amas de casa, zapateros, bolcheviques, mayordomos

Cocheros y cerrajeros.

Cada uno con sus poemas,(mis poemas) se

Disponían a excitarse, a masturbarse con los versos.

Mi poesía ya no era mi poesía

O quizás nunca lo fue

Fue cuando comprendí que

Ella me había hecho un favor

O se lo hizo a la poesía

La sacó de la humedad y soledad de mis baúles

Y la entregó a la calle, a la gente

Al lugar donde pertenece;

Al comprenderlo busqué hielo para mi tobillo

Hinchado,

Una señora me alcanzó las ropas de su

Difunto esposo

Y una niña me dio un origami hecho

Con uno de mis poemas;

El poema que comenzaba con el verso:

"Si no hay amor que haya texto entonces"


















Origami

"Si no hay amor que haya texto entonces", dijo ella
Y arrojó mis manuscritos por el balcón.
Corrí alienado y desnudo por
La vereda tratando de recogerlos,
Pero me esguincé el tobillo.
La gente, al verlos
Los agarraban, los leían
Algunos lloraban, otros
Blasfemaban, reían o cantaban.
Con mi tobillo hinchado, alienado y desnudo
Nada pude hacer, solo ser testigo
De como mi poesía devenía;
Devenía en fuego para fogatas
Devenía en papel picado para cumpleaños
Devenía en panfletos subversivos
Y en papel higiénico para los baños.
Gritaba y trataba de mostrarles que esa
No era la función de la poesía
Pero la gente, esa noche, carecía de razón
O la poesía los embriagaba
Porque también se alienaron
Se desnudaron
Y sus tobillos se esguinzaron.
Pero no dejaban de leer la poesía,
Blasfemar, reír, cantar, armar fogatas, picar el papel
Para los cumpleaños y armar panfletos subversivos.
Nadie disponía de su razón esa noche
Amas de casa, zapateros, bolcheviques, mayordomos
Cocheros y cerrajeros.
Cada uno con sus poemas,(mis poemas) se
Disponían a excitarse, a masturbarse con los versos.
Mi poesía ya no era mi poesía
O quizás nunca lo fue
Fue cuando comprendí que
Ella me había hecho un favor
O se lo hizo a la poesía
La sacó de la humedad y soledad de mis baúles
Y la entregó a la calle, a la gente
Al lugar donde pertenece;
Al comprenderlo busqué hielo para mi tobillo
Hinchado,
Una señora me alcanzó las ropas de su
Difunto esposo
Y una niña me dio un origami hecho
Con uno de mis poemas;
El poema que comenzaba con el verso:
"Si no hay amor que haya texto entonces"







viernes, 14 de julio de 2017

Glaciar


Miré en la profundidad de


Tus ojos y


Sentí la diferencia de


Temperaturas.


Mi corazón se resquebrajó como


Un glaciar sometido a




Diferentes temperaturas.












Glaciar

Miré en la profundidad de
Tus ojos y
Sentí la diferencia de
Temperaturas.
Mi corazón se resquebrajó como
Un glaciar sometido a

Diferentes temperaturas.



jueves, 13 de julio de 2017

De migas

     Nancy Dupláa Sonríe. Se nota que su sonrisa es sincera. El Nico sigue al pie de la letra su rutina. Empieza con tres pelotas, luego con cinco, hace dos vueltas de cascadas y de a una se le irán cayendo al piso. Mientras levanta las pelota del piso, ella saca la mano por la ventanilla mostrando un billete. El Nico ya vio el billete y se dirige hacia el auto. Ella le entrega el billete con la sonrisa más dulce del mundo; el Nico también sonríe. Sabe que es famosa, de la televisión, pero no sabe su nombre.

    Corta el semáforo y se me acerca preguntando si ella era alguien de la tele. Le digo que sí, que era Nancy Dupláa. Es hermosa dice, también sonriendo.

    Enfrente se empieza a formar la cola de la gente que viene a buscar el pan y las facturas de La Exposición, la panadería que se encuentra en Juncal y Libertad. Después de las nueve llega el canasto y se reparte todo lo que la panadería no ha vendido en el día. Hago dos semáforos más y me voy a hacer la cola. Espero que hoy no se hayan vendidos los sandwiches de miga. Con un poco de pan, facturas y un par de sandwiches me conformo.

    El semáforo corta y el Nico sale de vuelta. Cumple con su rutina al pie de la letra.

De migas

     Nancy Dupláa Sonríe. Se nota que su sonrisa es sincera. El Nico sigue al pie de la letra su rutina. Empieza con tres pelotas, luego con cinco, hace dos vueltas de cascadas y de a una se le irán cayendo al piso. Mientras levanta las pelota del piso, ella saca la mano por la ventanilla mostrando un billete. El Nico ya vio el billete y se dirige hacia el auto. Ella le entrega el billete con la sonrisa más dulce del mundo; el Nico también sonríe. Sabe que es famosa, de la televisión, pero no sabe su nombre.
    Corta el semáforo y se me acerca preguntando si ella era alguien de la tele. Le digo que sí, que era Nancy Dupláa. Es hermosa dice, también sonriendo.
    Enfrente se empieza a formar la cola de la gente que viene a buscar el pan y las facturas de La Exposición, la panadería que se encuentra en Juncal y Libertad. Después de las nueve llega el canasto y se reparte todo lo que la panadería no ha vendido en el día. Hago dos semáforos más y me voy a hacer la cola. Espero que hoy no se hayan vendidos los sandwiches de miga. Con un poco de pan, facturas y un par de sandwiches me conformo.
    El semáforo corta y el Nico sale de vuelta. Cumple con su rutina al pie de la letra.

15

Chuauchesco está borracho

(Como siempre)

Ya es la cuarta vez

Que imita a Olmedo

Y a Luca Prodan

El monólogo, ahora,

Toca el tema de la miseria

"Hay una miseria m´hijo", dice

Empinando la caja de Termidor

Una voz lo interrumpe:

"¿Miseria?, mira la panza que tenés viejo."

Todos reímos

Chauchesco también, está borracho

(Como siempre)






15

Chuauchesco está borracho
(Como siempre)
Ya es la cuarta vez
Que imita a Olmedo
Y a Luca Prodan
El monólogo, ahora,
Toca el tema de la miseria
"Hay una miseria m´hijo", dice
Empinando la caja de Termidor
Una voz lo interrumpe:
"¿Miseria?, mira la panza que tenés viejo."
Todos reímos
Chauchesco también, está borracho
(Como siempre)


miércoles, 12 de julio de 2017

Diarios del Poeta


   Mi
psiquiatra me ha pedido que comience a registrar por escrito mis sueños para
poder purgar los demonios que conviven en mi interior. La idea no me gusta pero
algo de razón encuentro en su propuesta. El hecho de que deba enfrentarme por
escrito a mí mismo ha hecho que en las últimas noches en este hospital, mi
inconsciente no haya dejado de arrojarme los más dolorosos símbolos, de los
cuales me resisto con gran energía a llevarlos al papel. Sin embargo ya me he
decido a comenzar con la propuesta.


   Recordé un
ejercicio literario que practicaba en mi adolescencia para ejercitar mi
escritura y trabajar en la búsqueda de mi voz. El ejercicio consistía en tomar
el comienzo de un cuento y el final de otro distinto, y llenar en el medio con
mi propia narración. Este ejercicio me servirá para comenzar con mi purgatorio
interno.


    En primera
instancia voy a transcribir un viejo y recurrente sueño, luego voy a narrar lo
que sigue de manera automática y anexarlo con el último sueño que he tenido y
del cual no dejo de pensar.








    Estoy parado frente a un amanecer con la
luna y el sol juntos, ambos están saliendo a la misma vez. A mi lado se
encuentra Mariano. Esta fumando un cigarrillo de marihuana enorme. Al verlo de
soslayo, noto como traga el humo y lo retiene. Yo vuelvo al amanecer. Pienso en
qué lugar de mi vasta interioridad me encontraré para estar siendo testigo de
esto. Ahí estático, observando, pareciera 
que los dos astros cada vez toman más dimensión. Me siento sofocado con
la observación.


   Sé perfectamente que estos sueños tan
nítidos, casi reales, son efectos directos de la carmabazepina. Sé
perfectamente que también puedo perderme para siempre dentro de estas galerías
subterráneas de la conciencia.


   La fuerte luz de la mañana es contrarrestada
por el zarpazo de una hembra leona. No sé porque es hembra, lo intuyo nada más.
Estoy parado frente a ella y me ruge e intenta darme otro zarpazo. La luz de la
escena me hace doler los cuencos oculares, es demasiada luz. Cierro los ojos y
la escena termina.


   Camino por las mismas calles conocidas, pero
la oscuridad es perpetua. No es una noche común. Es una noche de luz azulada,
intensa, cortante. Estoy perdido sin saber qué hacer o a dónde ir. Camino y
camino. Me encuentro recordando viejo sueños, de mi infancia incluso. En uno de
ellos estoy en una de las piezas de la casa de mi abuela. Estoy en la oscuridad
y trato de ir hacia el comedor donde hay luz, pero no puedo o no quiero. Quizás
me sienta cómodo en esta oscura habitación. Noto que estoy acompañado de
alguien pero no podría acertar quién es. Podría seguir enumerando pero los
registros siguientes son, también, recurrentes. Sensación de caer, correr y no
disponer de fuerzas, gritar en el sueño, verme a mí mismo durmiendo, quererme
mover y no poder. Estar en presencia de una luz cegadora que no me deja abrir
los ojos.


   Reconozco la casa de mi tía en Avellaneda.
Hay unas cuantas personas en el comedor. Salgo al patio y camino hasta la
última habitación. Sé que hay se encuentra mi mamá. Entró directamente. Ella se
está preparando para la noche, para trabajar, pero todavía es temprano. Está
bien arreglada, como siempre. Me pide que la ayude con una prenda que no se
puede sacar. Noto que debajo de las ropas tiene su bolsa de colostomía. Me doy cuenta
del anacronismo. Trato de que no se rompa o despegue la bolsa. Si no se va a
tener que bañar otra vez y cambiarse la ropa y la bolsa. Como siempre que sueño
con ella, ella habla y habla sin parar; todavía no se dio cuenta de que está
muerta, y yo no quiero decírselo. Salgo al patio  vuelvo al comedor. Todavía siguen todos ahí.
Yo pienso en mi mamá y vuelvo a salir al patio con dirección a la pieza
trasera. El patio ya está lleno de gente. Parece que hay una fiesta. Me
distraigo y me encuentro haciendo algo divertido que no sé bien que es.
Recuerdo que iba rumbo a la pieza donde se encuentra mi mamá. Al entrar me doy
cuenta de que ya empezó la noche, la fiesta. Ya hay tres hombres desnudos. Uno
es un viejo gordo con pelos blancos en la espalda y los hombros encorvados. El
otro es más atlético y fornido con anchos bigotes sobre su labio superior. Lo
veo de frente con su enorme pene dantesco mirarme a los ojos. El tercero ya
está penetrando a mi mamá, no lo veo pero sé que es así. Sé que por lo que dura
la noche mi mama le pertenece a ellos. Sé que la van a penetrar más de una vez
cada uno. Sé que a ellos no les importa que sea mi mamá. No les importa que
tenga una bolsa de colostomía puesta. No les importa que yo mismo participe en
la fiesta sabiendo que soy su hijo. Pienso en todo eso y me invade la
vergüenza. Me retiro a esperar el amanecer y que mi mamá vuelva conmigo.


   En el comedor ya se han ido todos. Me
preparo una cama en el sofá que está frente al televisor y comienzo a hacer
zapping. Ya no pienso en mi mamá. Me distraigo con un documental y registro un
montón de cosas que las voy perdiendo porque 
comienzo a despertar. Trato de retener los detalles pero sé que es en
vano, ya me ha pasado infinidad de veces.




    Despierto en la cama, en la oscuridad.
Espero un momento y prendo el televisor. Recorro todos los canales hasta que
doy con El planeta de los simios, la de Tim Burton. La dejo porque en la mañana
había leído un informe en internet sobre las peores remakes de la historia, y
entre ellas se encontraba esta versión de El Planeta de los simios. Recuerdo el
informe y pienso que es basura. Esta versión es una gran película. Al finalizar
la película apago el televisor y lentamente me voy durmiendo. Lentamente vuelvo
a mi centro. 











      Cumplí
con la tarea que me encomendó mi psiquiatra. Mañana, antes de la sesión,
volveré a leer lo escrito. Mañana, antes de la sesión decidiré si le entrego el
escrito a la psiquiatra. Ahora lo que más me preocupa es terminar con esto
antes de que la carmabazepina comience
a hacer efecto y no pueda terminar de escribir. Hoy seguramente tendré un sueño
más que reparador.















Diarios del Poeta

   Mi psiquiatra me ha pedido que comience a registrar por escrito mis sueños para poder purgar los demonios que conviven en mi interior. La idea no me gusta pero algo de razón encuentro en su propuesta. El hecho de que deba enfrentarme por escrito a mí mismo ha hecho que en las últimas noches en este hospital, mi inconsciente no haya dejado de arrojarme los más dolorosos símbolos, de los cuales me resisto con gran energía a llevarlos al papel. Sin embargo ya me he decido a comenzar con la propuesta.
   Recordé un ejercicio literario que practicaba en mi adolescencia para ejercitar mi escritura y trabajar en la búsqueda de mi voz. El ejercicio consistía en tomar el comienzo de un cuento y el final de otro distinto, y llenar en el medio con mi propia narración. Este ejercicio me servirá para comenzar con mi purgatorio interno.
    En primera instancia voy a transcribir un viejo y recurrente sueño, luego voy a narrar lo que sigue de manera automática y anexarlo con el último sueño que he tenido y del cual no dejo de pensar.


    Estoy parado frente a un amanecer con la luna y el sol juntos, ambos están saliendo a la misma vez. A mi lado se encuentra Mariano. Esta fumando un cigarrillo de marihuana enorme. Al verlo de soslayo, noto como traga el humo y lo retiene. Yo vuelvo al amanecer. Pienso en qué lugar de mi vasta interioridad me encontraré para estar siendo testigo de esto. Ahí estático, observando, pareciera  que los dos astros cada vez toman más dimensión. Me siento sofocado con la observación.
   Sé perfectamente que estos sueños tan nítidos, casi reales, son efectos directos de la carmabazepina. Sé perfectamente que también puedo perderme para siempre dentro de estas galerías subterráneas de la conciencia.
   La fuerte luz de la mañana es contrarrestada por el zarpazo de una hembra leona. No sé porque es hembra, lo intuyo nada más. Estoy parado frente a ella y me ruge e intenta darme otro zarpazo. La luz de la escena me hace doler los cuencos oculares, es demasiada luz. Cierro los ojos y la escena termina.
   Camino por las mismas calles conocidas, pero la oscuridad es perpetua. No es una noche común. Es una noche de luz azulada, intensa, cortante. Estoy perdido sin saber qué hacer o a dónde ir. Camino y camino. Me encuentro recordando viejo sueños, de mi infancia incluso. En uno de ellos estoy en una de las piezas de la casa de mi abuela. Estoy en la oscuridad y trato de ir hacia el comedor donde hay luz, pero no puedo o no quiero. Quizás me sienta cómodo en esta oscura habitación. Noto que estoy acompañado de alguien pero no podría acertar quién es. Podría seguir enumerando pero los registros siguientes son, también, recurrentes. Sensación de caer, correr y no disponer de fuerzas, gritar en el sueño, verme a mí mismo durmiendo, quererme mover y no poder. Estar en presencia de una luz cegadora que no me deja abrir los ojos.
   Reconozco la casa de mi tía en Avellaneda. Hay unas cuantas personas en el comedor. Salgo al patio y camino hasta la última habitación. Sé que hay se encuentra mi mamá. Entró directamente. Ella se está preparando para la noche, para trabajar, pero todavía es temprano. Está bien arreglada, como siempre. Me pide que la ayude con una prenda que no se puede sacar. Noto que debajo de las ropas tiene su bolsa de colostomía. Me doy cuenta del anacronismo. Trato de que no se rompa o despegue la bolsa. Si no se va a tener que bañar otra vez y cambiarse la ropa y la bolsa. Como siempre que sueño con ella, ella habla y habla sin parar; todavía no se dio cuenta de que está muerta, y yo no quiero decírselo. Salgo al patio  vuelvo al comedor. Todavía siguen todos ahí. Yo pienso en mi mamá y vuelvo a salir al patio con dirección a la pieza trasera. El patio ya está lleno de gente. Parece que hay una fiesta. Me distraigo y me encuentro haciendo algo divertido que no sé bien que es. Recuerdo que iba rumbo a la pieza donde se encuentra mi mamá. Al entrar me doy cuenta de que ya empezó la noche, la fiesta. Ya hay tres hombres desnudos. Uno es un viejo gordo con pelos blancos en la espalda y los hombros encorvados. El otro es más atlético y fornido con anchos bigotes sobre su labio superior. Lo veo de frente con su enorme pene dantesco mirarme a los ojos. El tercero ya está penetrando a mi mamá, no lo veo pero sé que es así. Sé que por lo que dura la noche mi mama le pertenece a ellos. Sé que la van a penetrar más de una vez cada uno. Sé que a ellos no les importa que sea mi mamá. No les importa que tenga una bolsa de colostomía puesta. No les importa que yo mismo participe en la fiesta sabiendo que soy su hijo. Pienso en todo eso y me invade la vergüenza. Me retiro a esperar el amanecer y que mi mamá vuelva conmigo.
   En el comedor ya se han ido todos. Me preparo una cama en el sofá que está frente al televisor y comienzo a hacer zapping. Ya no pienso en mi mamá. Me distraigo con un documental y registro un montón de cosas que las voy perdiendo porque  comienzo a despertar. Trato de retener los detalles pero sé que es en vano, ya me ha pasado infinidad de veces.

    Despierto en la cama, en la oscuridad. Espero un momento y prendo el televisor. Recorro todos los canales hasta que doy con El planeta de los simios, la de Tim Burton. La dejo porque en la mañana había leído un informe en internet sobre las peores remakes de la historia, y entre ellas se encontraba esta versión de El Planeta de los simios. Recuerdo el informe y pienso que es basura. Esta versión es una gran película. Al finalizar la película apago el televisor y lentamente me voy durmiendo. Lentamente vuelvo a mi centro. 


      Cumplí con la tarea que me encomendó mi psiquiatra. Mañana, antes de la sesión, volveré a leer lo escrito. Mañana, antes de la sesión decidiré si le entrego el escrito a la psiquiatra. Ahora lo que más me preocupa es terminar con esto antes de que la carmabazepina comience a hacer efecto y no pueda terminar de escribir. Hoy seguramente tendré un sueño más que reparador.




Una navidad diferente

  “Cuando miras largo tiempo a un abismo, también éste mira dentro de ti” Friedrich Nietzsche        Pasó por la puerta principa...