Aquelarre de tribus nómadas resplandecen en la orilla del río Pilcomayo. Mis propias luces ya no están; están con aquellas tribus que recuerdan el pulso de sus antepasados en el repiqueteo de los tambores. Esto me hace pensar en mis antepasados; mi sangre viviendo en España o Paraguay. Mi sangre tiene ese linaje, y lo sé, vibra en mi cuerpo los antepasados que poblaron el mundo. Yo soy parte de ellos y ellos son parte mía.
Estas lineas tratan de de traer la memoria que está en la sangre, que lucha por no ser olvidada. Lucha por tener su voz, por contar todas esas historias que el tiempo ha guardado celosamente.
Tantas historias por contar y hacerlas parte de este papel para comunicar al mundo que "esta sangre tiene sus cosas por contar y merecen ser contadas", y ese es el propósito de la sangre: contar historias
miércoles, 30 de noviembre de 2016
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