jueves, 31 de agosto de 2017

Embajada de Israel

El descanso me sorprende en

La plazoleta de Arroyo  y Suipacha

Me acomodo en unos de los bancos

Para descender al sueño

No sin antes tomar unos tragos

Fernet y fumar porro. Sueño

Con la casa de mi abuela

La veo en una mañana radiante

Barriendo la vereda, atendiendo su almacén

Me llama en guaraní: "¡Popí!

¡Añacocuarapeguaré!"; cuando estoy

Llegando a su encuentro empiezo

A despertar.

Abro los ojos y el sol ya está en lo alto

Reviso la mercadería de mi carro

Que no me hayan rastreado nada

Me acerco a uno plaqueta y descubro

Que estuve durmiendo en la embajada de Israel

Lo que ha quedado de la embajada

Mi memoria me muestra las imágenes de la explosión

El hongo sobre el edificio

La gente desesperada, los heridos, los muertos

Y ahora solo queda esto: una plazoleta y la memoria

Mi vida también es como la plazoleta

El recuerdo y los restos de una

Explosión; quizás por eso nos encontramos

Quizás por eso debo caminar buscando los restos

Restos de mi vida para poder armar

Una nueva vida; una nueva memoria

Pero eso todavía no lo sé

Sé que debo llevar este cartón hasta la 31

Y seguir caminando, juntando

Durmiendo en cada lugar donde

Yo también muero y vuelvo  a despertar.

Que largo se ha hecho el camino de vuelta

A casa.










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