Mi prima no quiere acercarse
Al cajón a ver su madre.
Se recluye en la cocina.
Entre mate y mate
En la noche eterna en vela
Me confiesa
Con una voz inconsciente
Que siente haber estado acá.
Acá: en Ferrandi
En vela por un muerto.
La memoria celular
No reconoce tiempo o espacio;
Velamos a nuestra abuela en
Esta misma funeraria
Y en esta misma sala
25 años atrás. Ella era una beba
De 10 meses
Yo un purrete de 8 años.
Mi memoria celular
Tampoco reconoce
Tiempo o espacio.
Lleva registrado
Funerales
Aromas de crisantemos
Y gladiolos
Coronas y dedicatorias
Sonidos de tierra
Golpeando ataúdes
Arrullo de palomas
Y placas de bronce.
Hospitales, salas de espera
Terapias intermedias
E intensivas,
Partes diarios
Partes finales
Pasillos fríos
Y simetrías frías.
Barrotes herrumbrados
Celdas y hacinamiento.
Pasillos y barros
Casas sin revocar
Aroma a muerte quemándose
Muertos quemándose
Consumiéndose.
La presencia de la muerte
Buscando a mi madre;
Y de nuevo
Otra vez
Como hace 30 años
Mi memoria celular la reconoce.
Conozco su aroma
Y siento su presencia.
No será difícil
Dejarme llevar en sus brazos
Cuando venga por mí.
viernes, 17 de agosto de 2018
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