martes, 25 de septiembre de 2018

Los adoquines que traspiran
En la medianoche,
Las vías llevando trenes espectrales
Y los cadáveres
Que tocan canciones de jazz
A metros del riachuelo.

Me quedo un rato
Escuchando a la orquesta
Mientras el ácido lisérgico
Sigue haciendo efecto.

Saco un pañuelo
Y me seco la nariz.

La orquesta ya no está
Tampoco el riachuelo.

El elegante traje
Que traía tampoco.

Solo tengo una bata blanca
Y un chaleco de fuerza .

Solo tengo esta pequeña ventana
Que da al patio del manicomio.

Nunca más volveré a tomar
Ácido lisérgico.







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