lunes, 17 de septiembre de 2018

Mi última máscara reposa
En la mesa de entrada.

En el lavamanos el agua
Corre sin cesar.

La luz de la mañana
Baña la mitad de
La habitación.

Lo bigotes del gato
Se pintan con la leche
Que toma.

El ventilador
Arroja aire caliente.

El contestador está abarrotado
De mensaje tuyos.

La radio anuncia
La llegada de un circo.

Un cartero pasa por abajo
De la puerta una orden
De embargo.

Un pedazo del cielorraso
Se cae sobre la cama.

El gato maulla pidiendo
Más leche.

El clavo que sostiene
A la toalla
Se cae con la toalla.

Una cucaracha
Pasea por el living.

El teléfono suena y
Se escucha tu voz
En el contestador
Reclamado dinero.

Una araña colgada
De su tela
Baja sobre la maquina
De escribir.

Las araña es aplastada
Con la hoja
Nueva que pongo sobre
El carretel.

Escribo sin parar
Hasta el otro día.

La ducha me ha reparado.

Le sirvo leche al gato.

Antes de salir me pruebo
Mi máscara.

Es perfecta
Para este día perfecto.

El teléfono suena
Y mientras estoy abriendo
La puerta
Tu voz repite el reclamo
En el contestador
De ayer
Anteayer
Y de 3 años atrás.

El golpe seco de la puerta
Ahoga tu voz
Y tus reclamos.

Yo estoy feliz
Por entregar esta novela.

Ojalá me paguen buen dinero
Así te pago
Y no escuchar más tu voz
En mi contestador.

Esa es la única razón
Por la que escribí esta novela.






No hay comentarios.:

Una navidad diferente

  “Cuando miras largo tiempo a un abismo, también éste mira dentro de ti” Friedrich Nietzsche        Pasó por la puerta principa...