jueves, 27 de septiembre de 2018

Los pibes de la parroquia

Doy un paso en el vacío
Uno, dos, tres;
Pero el suelo no desaparece
No desaparece.

La intoxicación farmacológica
No da tregua.

Sequedad en la boca
Y mi cuerpo es liviano
Como la brisa.
Mis extremidades apenas
Responden. La dopamina
Empasta todas las cadenas
Asociativas.
La información tarda en llegar
Del cerebro a mis manos
Para atar estos cordones
Que hace media hora trato
De atar.

Y cuando finalmente lo logro
Y me largo a caminar por Lacrozze
Los pibes de la parroquia
Empiezan a seguirme.

Están reduros y enfierrados.

Los miro sobre mi hombro
Y veo los fierros
Todos están enfierrados
Todos me quieren matar.

Creo perderlos en Cabildo
Pero no, siguen detrás mio
Y toman gilada
Y martillan los fierros
Pero ven a la gorra y se
Arrepienten de acribillarme
Sobre la avenida.

Van a esperar a que me regale
Saben que estoy empastillado
Por eso esperan.

Me rescato y agarro por Olleros
Si llego a Reflex el Gordo
Puede salvarme.

En la puerta del boliche está
El Gordo con dos patovas,
Todavía es temprano.

Lo encaro de una:
"Gordo, dejame entrar
Me están siguiendo
Los pibes de la parroquia
Me quieren matar".

El Gordo me mira serio
Carpetea de esquina a esquina
Y me vuelve a mirar:
"¡Si no te vas ahora
Yo te voy a matar!".

Mi pánico se triplica
El Gordo lo dice en serio
Me va a matar, no los pibes
De la parroquia; porque
Me doy vuelta y no están
Nunca estuvieron.

Así que sigo caminado por Olleros
Y otra vez doy pasos en el vacío
Uno, dos, tres
Y el suelo no desaparece
No desaparece
No desaparece.







No hay comentarios.:

Una navidad diferente

  “Cuando miras largo tiempo a un abismo, también éste mira dentro de ti” Friedrich Nietzsche        Pasó por la puerta principa...