Ni la bota del cobani resentido

Sobre mi cara,

Ni el proceso judicial kafkiano

Que me deshumaniza 

Al preguntarme si sé leer y escribir,

Ni la atropina, escopolamina

Ni la base peruana o boliviana,

Ni las balas de los resentidos 

De la Revolución del 43 y 55,

Ni las balas narcos y federales,

Ni la bala del falopero manija

Que apunta a mi cabeza,

Ni la bala que yo mismo 

Apunto a mi cabeza:

Podrán hacer que olvide 

La carnicería de mi tío Tino

Y el olor a lavandina 

Que tiraba sobre el mostrador y el piso

Y llenaba toda la realidad. 

Alguien abría la puerta 

De la sierra sinfín

Y los gusanos se divertían con la carne

Cayendo como en un tobogán 

Mientras yo tiro de la ropa de mi tío

Para que me de un austral 

Y poder ir al kiosco a comprar un Capitán del Espacio.