Cruzo las mismas calles desérticas
De siempre.
La ciudad-laberinto
Se mantiene inmutable.
En una esquina espero a que
Se produzca el milagro.
La mariposa que bate sus alas
En Shangai, Burato
La Máciel o Estocolmo
Espera a que yo, bata
Mis alas,
Para que mi milagro la alcance
Y ya no ser
Víctimas ni victimarios
En este mundo hostil.
La televisión está apagada
Mi deseo profundo de autodestrucción
Se ha detenido.
Todas las veces que mentí
Y lastimé
Fue por ignorancia:
Estaba más preocupado
Por cambiar al mundo
Que a mí.
Pero aprendí la lección con dolor,
Como cuando mi abuela
Me azotó con un cable trenzado
Para que vaya al jardín.
Y ahora quiero ese milagro
Que espera por mí;
Quiero batir mis alas
Destruir este laberinto-ciudad
Y descansar en Shangai, Burato,
La Máciel o Estocolmo.
Espero sentado el próximo
Batir de alas de la mariposa.
Ella espera lo mismo de mí.
Finalmente pude cambiarme;
Al mundo no:
Sigue siendo hostil
Como la poesía escribo.
jueves, 22 de noviembre de 2018
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Una navidad diferente
“Cuando miras largo tiempo a un abismo, también éste mira dentro de ti” Friedrich Nietzsche Pasó por la puerta principa...
-
Cuando la arrogancia De creerme mejor que el resto Me aísla de los demás. Cuando creo saber todas Las respuestas. Cuando creo Que nadie pu...
-
Los sábados a la noche, la reunión familiar se hacía frente al televisor para mirar Función privada. El ciclo conducido por Carlos morell...
-
Barthes mira por la ventana Y ve a una madre arrastrando a su hijo Para que camine al ritmo de ella. Los ideoritmos son privativos De c...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario