miércoles, 28 de noviembre de 2018

Vientos de Cartago

La luz del sol bautiza


El nuevo día en el Bajo Flores.





¿Me dejará la Muerte 


Sobrevivir?


¿Me dejará que escriba 


Las memorias de estas calles


Agrestes?





El Kornesta muere de sobredosis


Sobre el asfalto del Bajo;


Camina en el limbo y nunca 


Se enterará que ha muerto.





Así como "la sonrisa de Gardel 


Ilumina la ciudad", la sonrisa del 


Korneta ilumina el Bajo Flores.





La brigada corre a unos pintas 


Que vuelven de comprar,


Los pirañas vuelven de 


La avenida Cobos con el botín 


Para fumar base.





Los peruanos cuentan billetes


Y billetes


Y los cartoneros salen de la villa


A juntar los restos que les ha dejado 


La ciudad clasemedia-burguesa.





Le pido a la Muerte que me absuelva


Tengo tanto para escribir.





En un volquete


Una mula yace muerta 


Con el estómago abierto.





Una chica 


Con la piel pegada a los huesos


Recuerda a esas


Postales de Auswitch:


Un genocidio lento y sistemático 


A la vista de todos.





Yo también camino en el limbo


Entre feriantes y remiseros


Albañiles y panaderos


Talleres clandestinos 


Y madres solteras.





Los poemas que escribí en Cartago


Ahora se los dedico a este barrio.





Ya es de tarde y la lluvia 


Repiquetea fresca y cortante.





La Muerte me absuelve 


Y el oficio de poeta me brinda.





Puede que yo también haya muerto


Como el Korneta. En ese caso firmará 


Mis poemas el Reybufón. 
















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