Diamantes
Y más diamantes
Se derriten en un balde de plomo.
Me acerco y dejo
Que el vapor de los
Diamantes
Traspire mi cara.
Lejos se oye el rumor
De una ciudad:
Una ciudad que
Duerme en su decadencia.
Algunas horas separan nomás
A mis diamantes
Y a mis baldes de plomo
De esa decadente
Y apática ciudad
Luego que derrita mi
Último balde de diamantes,
Escribiré esa carta
Postergada; esa carta que hace
Años debí escribir
La carta que me absuelve
La que me redime
De esta tortuosa
Y sofocante tarea,
La de derretir diamantes
Y más diamantes
Que se derriten
En un balde de plomo.
martes, 5 de diciembre de 2017
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