lunes, 7 de enero de 2019

Hay un sonido especial en la noche


Un sonido que se esconde 


Entre ladridos de perros


Croares de ranas


Cantos de grillos


Y poemas estériles. 





El sonido no se deja aprehesar 


Parece un silencio ensordecesor


Que taladra mis tímpanos 


Sin dejar ningún rastro.





Salgo a la intemperie a buscarlo.





Y busco en las enredaderas


De los vecinos 


En las campanas de floripondio 


En la luz añejada de un estrella muerta


Que llega hasta mí 


Quemándome los ojos


En la etimología griega de la palabra


Buscar, técnica, lenguaje, filosofía, poesía


En la historia de mi familia 


Y de mi país.





La búsqueda es larga, fatigante


Y todo por un sonido.





Mientras duermo en una alcantarilla


Junto a ratas y cucarachas 


Que me usan de colchón 


Descubro al sonido que estuve buscando.





Es la voz de mi madre


Llamándome Gastón 


Ese 10 de marzo de 1980 


A las 9:15.





Llegue al mundo con los ojos pegados


Y no pude reconocerla.





Tuvieron que pasar más de 30 años 


Para que se me despeguen.





Ahora reconozco su voz y su cara


También su amor.





Y le pido disculpas si la lastimé


Tenía los ojos pegados.


No podía distinguirla en la oscuridad.






















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